martes, 2 de abril de 2024

peregrinos agustinos SICILIA-3 Erice y Segesta

Un nuevo día comienza para estos peregrinos. Abandonamos Palermo, la bonita ciudad que nos ha encandilado con su belleza denostada para sumergirnos en la historia antigua. Recorremos el litoral buscando las huellas ancestrales de civilizaciones hoy desaparecidas que dejaron su ADN en las gentes de estas tierras. 

pasajeros a bordo (foto de Isabel)

Hora y media, este intervalo de tiempo dominará de aquí al final las rutas a lo largo y ancho de la isla. Ni muy largo, ni muy corto. Suficiente para echar una cabezada y no urgir necesidades fisiológicas. Pues tras hora y media de autopista y carretera culebrina de ascenso, (los 750 m del monte San Giuliano), el ministerio del tiempo nos permitió llegar al medievo,  a Erice, en el cabo Noroeste de la isla, patrona y madre del mirador por excelencia de Sicilia.

Su nombre, brota de Eryx, primer rey y fundador del enclave, hijo de Afrodita, que levantó un templo en honor a ella. Los normandos lo cambiaron por San Giuliano, como el monte, hasta 1.934 cuando el Duce, admirador del espíritu clásico, lo revirtiera a su nominal antiguo y recuperase su leyenda: 

 de Mundus Subterraneus 1.665


"la zona era gobernada por el semidiós Erice, hijo de Butes, uno de los compañeros de Ulises, y de la diosa Afrodita. Erice era un gigante de fuerza inusitada. Cuando supo que Hércules estaba en sus territorios, quiso desafiarle para establecer quien era más el fuerte. Si Erice perdía, cedería sus territorios a Hércules. En caso contrario, Hércules entregaría a Erice los bueyes sagrados de Gerión que había ganado en uno de sus trabajos y llevaba consigo. La fama de Hércules era cierta y acabó derrotando a Erice por lo que este tuvo que entregar sus tierras. Hércules continuó su viaje dejando el reino de Erice a sus mismo habitantes.

Erice guarda una historia milenaria, desde que los élimos, griegos descendientes de los exiliados troyanos, se asentaran hace milenios sobre este "nido de águilas". Fenicios, púnicos, cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, normandos, españoles, todos han anidado en este lugar dejando algo de ellos, material, intangible o espiritual. No es de extrañar que las culturas primitivas lo consideraran lugar sagrado y erigieran un templo a Venus/Afrodita/Venere. Virgilio  en su Eneida se refiere a el y es que desde tiempos inmemoriales ha sido lugar de culto a la fertilidad. También referencia para los navegantes, las hogueras del templo hacían de faro para guiar las naves.

página web municipio Erice: web Erice

Las vistas panorámicas desde esa estrecha carretera tortuosa son auténticas postales. Una sucesión de curvas cerradas que hacen a Silvio sonar el claxon en cada una. La ruta es complicada, personalmente voy mirando al horizonte, los acantilados me dan vértigo de vomitar. Trapani, la localidad portuaria a los pies del monte, aparece y desaparece entre vueltas  de serpentín pinos y cipreses. A mitad de la ascensión veo que tenemos cola detrás, algunos coches, más buses y una caravana. No les queda más remedio que armarse de paciencia, no hay lugar para adelantamientos, el barranco es mortal.  El cielo está despejado, deja ver las pequeñas islas cercanas Egadas, salpicando el azul deslumbrante del mar. 

Tan jorobada y bonita es la ascensión que se celebra un rally, una cronoescalada con gran participación de forofos. Este año cumple 70 primaveras. Dejo enlace cronoescalada Erice


Puerta Trapani

Atravesamos la puerta Trapani sustentada por las murallas ciclópeas, reforzadas por normandos y demás linajes invasores. En el reverso de la puerta, en una hornacina un san Cristobal vela por los viajeros, será por la carreterita de marras.
 Junto a las puertas Carmine y Spada, forman los tres accesos que tenia el burgo medieval. Cuestas con calles empedradas, torres, casas de piedra, balcones y ventanas cerradas. Asi nos recibe esta bonita villa baluarte de la ciudad costera. 

circuito para recorrer Erice

Es temprano aún, los  buses comienzan a arrojar turistas a diestro y siniestro. Un par de grupos de jovencitos, presumiblemente en viaje de estudios, (en media Europa andan a estas) nos adelantan por la calle Vittorio Emanuelle. En todas las ciudades sicilianas y me atrevo a decir, italianas, hay una "calle real" asi nominada. La ciudad despierta. Hacemos un pequeño kit-kat en una cafetería, justo al otro lado de la muralla. Su terraza de bancadas metálicas nos invitan a reposar unos minutos para cargar las pilas con vitamina D, el Sol ha salido de paseo.

Sesenta entre iglesias y conventos dicen que hay en esta pequeña meseta triangular llena de cuestas. Cien, dicen las crónicas antiguas que llegó a tener. Conoceremos algunas, entre ellas la iglesia Matrice: la catedral de Santa María della Assunta que dista a puerta Trapani unos 50 pasos. 

Duomo de Erice

La estrecha calle formada por guijarros y adoquines pulimentados por el paso del tiempo, se ensancha al llegar a la plaza del duomo. Unos altos escalones irregulares, derruidos en algún rincón dejan paso a la placeta que sustenta la iglesia. El color gris de la piedra unifica suelo y paredes. Esperamos turno para foto de grupo, todos los que transitan por aquí quieren retratarse con la imponente catedral.

Es una de las más antiguas de Italia. El templo que vemos hoy tiene la friolera de unos 700 años, fue construido por el rey Federico II de Aragón en 1314 con material procedente del templo de Venus Ericina, aunque la tradición oral cuenta que ya existía otro anterior en la época del emperador Constantino (s.IV). En varias ocasiones se ha derrumbado por dentro y vuelto a levantar, la última vez hace unos 200 años.

rosetón catedral Erice

 Por fuera es una iglesia fortaleza gótica, el portal es de influencia del gótico aragonés, o eso cuentan. A mí me encantó la torre y el rosetón de la fachada.

La torre del rey Federico, al costado del duomo,  hace las veces de campanario. Dice la historia que durante las Guerras Púnicas ya existía en este lugar un baluarte defensivo que reconstruyó, mucho después, el rey Federico de Aragón. Las ventanas ranuradas son la marca de su pasado guerrero. En el piso superior ya se aprecian ventanas geminadas. Antonio, que siempre sube a todo lo que se deje, quiso darse el gusto, pero no había  tiempo, lo aplazó para después de comer, pero ya se sabe... con estas sobremesas...

para saber más sobre Erice

Hace frío en este pueblo, debe haber unos cuantos grados menos que abajo, en la costa. Me acurruco en mi plumas, el frio me pone de mal humor. María Jesús me cuenta que es la segunda vez que viene a Erice. La primera fue durante un crucero, el barco atracó en Trapani y decidieron visitar el monte. Aunque era pleno agosto les sorprendió una DANA estival. Llovía a cántaros. Tuvieron que comprar unos chubasqueros para poder al menos ver algo del pueblo antes de volver al barco. 


Continuamos adentrándonos por las calles adoquinadas. Bruna se para un segundo ante la ventana de una vivienda con un ancho poyete, explica que esta losa de piedra indica que esta casa era un comercio, la losa, el mostrador.

iglesia de sto. Domenico

El monasterio de  Sto. Domingo junto a otros edificios históricos forman la sede de la fundación Ettore Majorana, centro de cultura científica con varios premios Nobel entre sus filas. Organizan congresos a menudo en Erice.


Las tiendas de recuerdos comienzan a abrir sus puertas, el pueblo se está llenando de turistas, es hora de hacer negocio. En un escaparate me llama la atención unos platos de bonita cerámica siciliana decorados con chumberas. Creo que esta planta va a subir en el top de mis macetas favoritas.
Venden una pasta que nos dice Bruna es típica del pueblo, se llama busiate y son como los macarrones finos de trigo pero  en espiral. 


Pasamos por delante de un antiguo centro de acogida de huérfanos, todavía conserva el torno donde dejaban a los chiquillos. Alguien del grupo hace un comentario sobre la costumbre de apellidar  "Expósito" a estos críos, por lo menos en España. Es el orfanato del convento de San Carlos. 



milagrosa en San Pedro. Erice (foto Isabel)

A pocos pasos, otra iglesia, San Pedro, blanca inmaculada, con una virgen muy bonita a escasos metros del dintel de la puerta. 

iglesia de san Giuliano

Un poco más allá San Giuliano con sus colores rosados en la fachada. Presume de ser la más antigua de la ciudad. La levantaron los normandos en el s. XI, transcribo la leyenda para comprender porqué los chicos del Norte rebautizaron la villa y el monte. 
"Cuenta la leyenda que, en 1077, los normandos, después de conquistar Trapani, partieron hacia Erice para expulsar a los musulmanes, que estaban atrincherados en la cima de la montaña, para liberarla de ellos. Ante la resistencia del enemigo, los normandos invocaron la intervención de San Julián para que les ayudara en su empresa. Según la leyenda, en ese momento se apareció a los soldados un jinete sobre un caballo blanco, acompañado de un grupo de perros. Llevaba una capa roja y sostenía una espada en la mano derecha y un halcón en la izquierda. Espoleando a los perros y conduciendo el caballo logró aterrorizar y expulsar a los musulmanes de la ciudad. Agradecidos por la ayuda brindada por San Giuliano, los normandos construyeron una iglesia dedicada al Santo y establecieron que a partir de ese momento Erice pasaría a llamarse Monte San Giuliano."
Seguimos ascendiendo. Cuesta andar por estas calles empedradas, hay que ir eligiendo donde poner el pie.
Iglesia de san Juan bautista, al fondo el monte Cofano.

Y llegamos al jardín del Balio, el mirador de Sicilia. Un jardín encantado que invita al sosiego, a la reflexión y a la contemplación del paisaje. El castillo Venere, hoy en restauración, en lo alto de la colina, ocupa el lugar de la antigua acrópolis. Es obra de los normandos y va por su 800 cumpleaños. Las obras impiden el paso de un lado al otro del mirador por lo que tenemos la panorámica un tanto limitada. Aquí la vista puede entretenerse mucho,  la pequeña iglesia de San Juan Bautista adornada con su cúpula, el inmenso mar, el monte Cofano, Trapani.... No nos resistimos, creo que tiré unas 100 fotos. Gracias a la ciencia por las cámaras digitales.

plaza del ayuntamiento

Volvemos a adentrarnos en el laberinto de callejones medievales, es fácil perderse, lo bueno es que todos los caminos conducen a ... Vittorio Emanuelle.  Cuentan que desde un balcón de esta via, Garibaldi, el héroe de la unidad italiana, arengó a los sicilianos contra las tropas españolas. En esta misma calle, una de las pasticcerias mas famosas del pueblo:

Volvimos hacia la plaza del ayuntamiento, la Loggia, con sus bares y terrazas cerradas esperando que llegue el verano y las hordas de turistas. Me llama la atención una casa, en la balconada de la azotea veo las cabezas sicilianas y las piñas de cerámica. 


Creo que fue aquí en Erice, donde nos enteramos de la loca leyenda de amor y traición sobre estos maceteros con forma de cabeza de moro. Una enamorada joven palermitana que le cortó la cabeza a su burlador en venganza por el engaño y la usó como recipiente para plantar una mata de albahaca, que consiguió ser la envidia del barrio. Las vemos en cualquier balcón o ventana, y en todas las tiendas de turisteo y cerámica. Dejo enlace: testa di moro

Tenemos misa a las 12h, esta vez en "petit comité" en una pequeña iglesia de otro convento, San Salvatore. Se le notan los años, como a toda Sicilia, pero hay algunas cosas realmente hermosas: lo primero el belén.      
 Tras una puerta de cristales en un lateral de la nave, se ven las ruinas del antiguo convento benedictino y Palazzo de los Chiaramonti sirviendo de escenario  al "presepi". 



Lo segundo las estaciones del viacrucis, plateadas, pequeñitas.


 Y por último el retablo, me gusta su color níveo, la pulcritud del estuco junto al cuerpo central en mármol coloreado. Precioso.


David nos da la bienvenida hoy como a él le gusta hacerlo, siempre dice: "si no fuera por vosotros, yo no viajaría". Recuerda estos días finales de cuaresma y a San Agustín "conócete, acéptate, supérate". Estrena la estola de su aniversario. No recuerdo mucho de aquella homilía, si recuerdo la alegría. Retomamos el sentido de comunidad del grupo, la misa fue una verdadera celebración, salimos con ganas, llenos. Hasta Bruna participó, y le gustó. Creo que se hizo forofa del "duo y del grupo" y lo demostró en posteriores ocasiones. Quizás hasta nos eche un poquito de menos.


Luego ya nos tocó ir a comer, esta vez puede que incluso más temprano, rozando la 1. El ristorante elegido era el Ulisse. ¡que frío hacía en ese salón! el camarero puso la bomba de aire pero mientras entrabamos en calor.... El local estaba bastante escondido: una cuesta, unos escalones, giro a la izquierda, un arco, otro giro, más escalones... Pedro se despistó y se perdió. Y lo más gracioso es que no paraba de llamar a su mujer, a Faustino o a mi y ninguno le hacíamos caso al teléfono. Mi "love" que fue el primero en consultarlo, le dijo a Mª Jesús que su marido estaba encerrado en el baño que fuera a ayudarlo y ella dijo, pensando que le estaba tomando el pelo, que ni hablar, que fuera el. El caso es que, al ver un montón de llamadas en el móvil, nos dimos cuenta que no estaba. Se había perdido. Bruna, David  y Alberto salieron a buscarlo y en menos de dos minutos estaba allí comiendo busiates a dos carrillos, que estaban riquísimos. 

Horita y media, eso separa Erice de nuestro siguiente destino, Segesta. Una buena siesta de sobremesa después llegamos al yacimiento de Segesta. Este lo guardaré para siempre en mis Top10. Me maravilló. No sé si la luz del ocaso, no sé si la magia de lo inacabado, no sé si el abandono en mitad de esa colina....cada motivo y todos a la vez. Está tal como lo dejaron sus constructores por el 430 a. de C., aún sigue esperando que lleguen los canteros a tallar estrías en sus 36 columnas. Precioso. 



Puedo decir que recibí allí el primer sacramento de clasicismo heleno, no olvidaré nunca ese fogonazo. Conocer este inacabado templo dórico que evoca la grandiosidad de la cultura griega, justifica de sobra este recorrido. Ni el Partenón  que si no fuera por la acrópolis, le hace cosquillas.

Recomiendo llevar zapatos para andar por senderos de cabras. Nada de stilettos. Hay que subir la colina entre pedruscos, chumberas y matorrales de hinojo. Había hinojo por todas partes, incluso ya florecido.


Una desdibujada escalera de piedra disimula el mal estado del acceso. Pero merece la pena cada jadeada. Conforme subes y miras hacia arriba, ves acercarse las enormes columnas estudiadas matemáticamente. ¡Estos si que sabían! Aún conserva en su base los enganches para alzar los tambores de piedra. 


Luego "escalamos" el teatro. O nos llevaron, porque son dos kilómetros cuesta muy arriba. Nos acomodamos en un bus del complejo arqueológico que se pasa el día colina arriba, colina abajo,  mejor dicho, monte Bárbaro arriba y abajo. El últimos bus bajaba a las 5.30 así que la visita tenía que ser breve, brevísima. Todos los teatros griegos y romanos puede que sean parecidos, pero cada uno conserva su encanto, el embrujo enamoradizo de épocas remotas. Este tenía una particularidad, la orientación. Construido aprovechando la falda del monte, su escenario es la llanura verde con el mar al fondo. Todo un espectáculo de por si. Continúa en uso para unas 4000 almas.

El resto de restos no dio tiempo ni a echarles una miradita, se que había una acrópolis, una iglesia, una mezquita y algo mas pero todo hecho pedazos. No creo que mereciera mucho la pena. 


Nos pusimos en la cola para el bus, detrás de una excursión de jovencitos con profes y casi que me vi colina abajo rodando como una croqueta, pero el chofer se apiadó y nos dejó subir a todos. A mitad de la cuesta, el conductor paró y dijo: "FOTO" cuando miré por la ventana vi una hermosísima panorámica del templo de Segesta, solitario, elegante, majestuoso. 

Volvimos con Silvio, a nuestro bus. Ya no teníamos horita y media hasta el hotel, ahora eran mas de dos, dormíamos en el Dioscuri Bay Palace situado en una urbanización playera de Agrigento y nos esperaban para cenar, pasta. 

No hubo para mucho más. Era noche cerrada cuando llegamos. Tras el reparto de habitaciones bajamos rápido a cenar. Un rato de charla y un sueño reparador clausuraron una jornada de tránsito por la isla que nos mostró dos de sus más preciadas joyas de pasar, Erice y Segesta. 

Maravillosa Sicilia.

FOTOS DE ERICE Y SEGESTA 18.03.24


INDICE PEREGRINACIONES COLEGIO SAN AGUSTÍN CEUTA

Para leer, pinchar en los enlaces de cada ciudad

2.010.- TIERRA SANTA 

2.011.- ITALIA : FlorenciaPisaPaduaVeneciaAsísRoma

2.012.- TURQUIA

2.013.- RUSIA 

2.014.- CROACIA: ZagrebLiublianaOpatija, Pula y RovinjPlitviceZadar y SplitMedjugorje y MostarDubrovnik

2.015.- POLONIA: VarsoviaCzestochowaAuschwitzCracoviaMontes TatrasWieliczka

2.016.- RUMANIA: BucarestSibiuTransilvaniaMonasterios pintadosBrasovBran y Sinaia

2.017.- CHIPRE Y GRECIA: LárnacaPaphosTroodosSalamina y FamagustaMorphou, Kyrenia y BellapaisCorintoAtenas

2.018.- REPUBLICAS BALTICAS: TallínParnu y TuraidaRigaRundale y la colina de las crucesKaunas y TrakaiVilnius

2.019.- CENTROEUROPA: VienaSeegrotte y MelkBrnoPraga-1Praga-2

2.019.- TIERRA SANTA: albúm fotos

2.020.- ALBUM TEN DIEZ AÑOS: diez años

2.022.- PORTUGAL: OuremSintraCoimbra y BatalhaEl RocíoSevilla-1Sevilla-2

2.023.- EGIPTO: Guiza y SaqqaraKarnak y LuxorValle de los reyesEdfú y Kom-OmboAssuán y poblado nubioAbu SimbelEl CairoAlbúm fotos

2.024.- SICILIA: Palermo-1Palermo 2 y MonrealeErice y Segesta Agrigento y CasaleSiracusa y NotoEtna y Taormina Messina y Cefalu






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