Quiero explicar esto despacito, sin saltarme nada. La tarde anterior cuando comentábamos lo que nos iba a suponer esta excursión a cada uno, yo me angustiaba pensando en la dura visita a Auschwitz del día siguiente " estoy segura de que me voy a inflar a llorar". Demasiada información, demasiados libros, demasiados testimonios de supervivientes, demasiadas películas, los juicios...mi conciencia me informaba "solo lo conseguirás si entras con mente positiva". Me fui a dormir pensando en que tipo de mente positiva te pones para visitar al terror.
Esa mañana el cielo lucía color panza de burra, a punto de llover, aunque no hacia tanto frio. La entrada al recinto la abarrotaban grupos de jóvenes de múltiples nacionalidades, lo mismo veías alemanes, polacos, franceses, japoneses que americanos. No había risas, ni gritos ni empujones adolescentes, ni cascos con música a todo tren, solo caras adustas, pensativas. Todos en fila para pasar los controles aeroportuarios que exigen para entrar. No puedes llevar mochila, solo algún pequeño bolso de mano y la cámara fotográfica. Mientras esperábamos, observamos con curiosidad unos paneles que exhiben fotografías aéreas en blanco y negro del lugar, mirábamos al cielo esperando que no lloviera y comentábamos sobre lo que iba a suponer este día. Nuestro cicerone, Alejandro, entró para contratar las guías locales en español y volvió a salir para acompañarnos. Nos tocó Margarita, una chica joven, delgada, morena, amable, que relataba las atrocidades mas grandes jamás cometidas con una frialdad agradecible en un perfecto acento castellano. Tras en control, accedimos a un edificio donde facilitan cascos y radio por donde oiremos en las dos próximas horas, la historia de un millón y medio de seres humanos aniquilados gratuitamente. Pasamos al exterior, desde aquí vemos las alambradas electrificadas que rodean el recinto y algunos edificios de ladrillos rojo, pero lo que mas llama la atención de todos es el letrero de forja en la verja de acceso "ARBEIT MACHT FREI" El trabajo os hará libres. Nos dividen en dos grupos a fin de hacer el circuito mas ágil. Nada mas cruzar esta reja (os puedo asegurar que se ponen todos los pelos de punta nada mas hacerlo) lo que ves casi decepciona, tristes bloques de ladrillo rojo perfectamente numerados y alineados por calles, de dos pisos de altura mas buhardilla, con ventanas por todas las caras y un portón en alto con cuatro escalones de acceso. Algunos arboles y algo de césped completan el cuadro. Las calles no están asfaltadas, son de guijarros y hay charcos y lodo por todas partes. En total 155 edificios y 300 en ruinas incluidos los del campo II, Bikernau.
Un millón de personas visitan este lugar al año, de ellos 52.800 españoles en 2.013. Casi tantos como aquí murieron a destiempo.
El campo fue creado por los alemanes en el año 40 aprovechando las instalaciones de un cuartel polaco abandonado, para encarcelar a los presos políticos de la zona. En el 42 se convirtió en "la solución final al problema judío". Fue liberado por el ejercito soviético en enero del 45, encontraron unas 7000 personas que no se tenían en pie, al resto los habían obligado a realizar "la marcha de la muerte", además habían volado casi todas las instalaciones. Solo dos años después, en el 47, el parlamento polaco lo declaró "monumento a la eterna memoria del martirio y como aviso contra el racismo, el fascismo y la guerra", convirtiéndolo en memorial-museo. El complejo ocupa 200 hectáreas y comprende los tres campos. En 1979 es declarado por la UNESCO patrimonio cultural de la humanidad. A pesar de todo esto, el gobierno polaco lo estuvo financiando hasta 2009, cuando se creó el "fondo perpetuo" para el que deberían conseguir 120 millones de euros. Los alemanes pusieron la mitad, 60. se ha conseguido reunir hasta 102. Ni los españoles ni los italianos aun hemos puesto un duro.
Comenzamos un recorrido por los barracones, hoy museo, cada uno preparado para albergar a unos 200 presos pero acomodaban a 700. Los escalones de granito de la entrada y los que forman las escaleras interiores, están desgastados de tantas pisadas como han soportado, es difícil subir para algunas personas. Fotografías tomadas por los mismos nazis o por los internos, planos, objetos personales, como peines, cepillos, zapatos, jarrillas, cucharas, ropas de bebes, de adultos, piezas ortopédicas, montones y montones de gafas, maletas con nombres, apellidos y direcciones y pelo, montañas de pelo humano, utilizado para rellenar colchones y fabricar tela de uniformes nos contaban el genocidio. Y los botes vacíos de Zyklon B....Miro a mis compañeros y alguno desvía la vista con los ojos abnegados en lágrimas. Visitamos las celdas de castigo en el sótano del bloque 10 donde dejaron morir de hambre al padre Kolbe y a muchos otros, el patio entre los bloques 10 y 11 allí esta el paredón de fusilamiento, recauchutado para que no sonaran tanto los tiros. Vimos las ropas de los condenados a muerte, de las que se debían despojar antes de bajar al patio para ser ejecutados, abandonadas en las pilas de lavar. Entramos en las cámaras de gas y en el horno crematorio que aun sigue en pie. Respeto, honor, dignidad, integridad, palabras que relumbran en mi cerebro con luces de neón. Es imprescindible respetar tremendamente este lugar donde hubo tanto sufrimiento.
¿Cómo puede una persona que ha padecido esto, como puede en estas condiciones pensar que la vida merece la pena ser vivida? Cuando lo has perdido todo y a todos, cuando no hay nada ni nadie que te empuje, cuando te despojan de toda dignidad, ¿Cuál es el sentido de la existencia?
Es necesario acabar con esto, con los nazis de hoy, con los que en nombre de Dios matan y siembran el terror para beneficio propio, como entonces.
Me viene a la cabeza el nuevo santuario de Cracovia dedicado a San Juan Pablo II, le llaman "no tengáis miedo". Como si el Papa supiera que aun no ha acabado, que sigue, en otro lugar, con otra gente, en Kenia en Siria o en Irak.... pero no sufren menos porque estén mas lejos.
Cuando visitamos este lugar, cada uno de nosotros tuvimos la oportunidad de conocer y meditar las intenciones mas oscuras del alma humana y las consecuencias de la realización de los actos llevados a cabo por ella. Es necesario que las páginas mas negras de la historia no se repitan nunca más.
De aquí con caras de funeral, no es para menos, nos fuimos a comer sopa polaca y trucha al restaurante Dworek Mikolal, yo me tomé la sopa que estaba riquísima y pase de la trucha y del pastel del Papa, se me había quitado el hambre. Seguimos ruta por la región de Silesia y llegamos a Wadowice, ciudad natal del papa polaco, esta visita fue como un bálsamo que curó la herida abierta por la anterior. Se trata de un tranquilo pueblo del sur, con una bonita plaza donde esta el ayuntamiento, la iglesia parroquial y la casa natal de Juan pablo II convertida en museo, entre otros edificios. Una media hora duré dentro del museo. A pesar de lo interesante que parecía, el calor y el cansancio nos hicieron buscar la EXIT sin fortuna y nos encontramos delante del padre Emilio y de un ascensor por la que el segurata no nos dejaba bajar. Después de mucho insistirle, nos acompañó a la salida no sin antes mostrarnos todo aquello que el pensaba era de sumo interés para nosotros. Acabamos en la cafería de la plaza del pueblo con una humeante taza de té por delante mientras el grupo terminaba el recorrido.
Nos llamó muchísimo la atención el suelo de la plaza donde se pueden apreciar inscripciones en las losas con todos los lugares que Wojtyla visitó durante su papado, y las fechas de estos viajes. En Hizspania hay cinco fechas, cinco veces nos visitó el papa viajero.
Este día, escuchamos misa en la iglesia de la plaza, Santa María, aun conserva la pila bautismal donde fue bautizado el pontífice. En la puerta hay una estatua suya donde todos nos entretuvimos sacándonos mil fotos
Las iglesias polacas ofrecen una inmejorable imagen, están perfectamente bien conservadas, sean antiguas o no. Todas. esto debe ser obra en parte de la administración adema de los fieles y de la propia curia. ¿Qué diría nuestro obispo Rafael de esto?.
De camino a Cracovia un extra, subida al monasterio bernardino de Kalwaria Zebrzydowska también patrimonio de la humanidad desde el 99. Preciosa basílica barroca dedicada a la Virgen de los Ángeles rodeada de capillas unidas por senderos a través de un bosque que se llena de mas de un millón de peregrinos el día 13 de agosto.
pinchando en el enlace se pueden ver las imágenes de este día:fotos del dia
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario