martes, 8 de mayo de 2018

Bálticos peregrinos agustinos 2018. Héroes en Kaunas y Trakai- RPB5

La cuna de los ala-pivots de Europa está en Kaunas, la segunda ciudad más importante de Lituania donde reside gente muy muy alta. Nos comenta nuestro guía que su mujer que es lituana, le saca una cabeza, puedo dar testimonio de ello. En este país hay dos religiones muy arraigadas, una es la católica, la otra el basket, todos juegan y mueren por él, es el deporte rey, fuera fútbol por una vez.
De Lietuva, los de mi generación sabemos relativamente poco, que era una provincia de URSS que se independizó, que hace mucho frío en invierno, llueve mucho hasta en verano y que tienen un equipo de baloncesto temible, el Zalgiris de Kaunas (Zalgiris= bosque verde) versus Arvydas Sabonis, aquel "grande" 2,21m jugador de baloncesto que triunfaba en las filas del Real Madrid por los años 80, cuando a pesar de ser lituano todo el mundo se refería a él como ruso.
Conclusión: estos señores del Norte son de una pasta distinta, además, su idioma el lituano, que han conseguido conservar a pesar de los rusos, no tiene nada que ver con el estonio o el letón, es una lengua indoeuropea muy antigua, derivada del sánscrito. Una etnia que ha sabido proteger bien sus orígenes y su cultura aunque se haya adaptado al medio.



Llegamos el jueves por la tarde noche a un hotel que particularmente me encantó, El Europa Royale muy bien situado, a menos de 100 metros de la zona comercial, muy cerquita también del estadio Zalgiris Arena y con historia en los muros: a principios de s. XX, el edificio en ladrillo rojo era una imprenta, se reformó en 2.009 conservando fachada y paredes interiores aunque con un estilo muy moderno que le da carácter.


Las habitaciones son amplias, con altos techos, grandes ventanales, acogedoras. La mia daba a un patio interior con mucha luz en el mismo estilo de la fachada. Un enorme cuadro con una señorita vestida de rojo sirve de cabecera a la cama, probablemente reproducciones de obras de arte más o menos conocidas.


Cenamos en el comedor del hotel, elegante y minimalista, luego nos fuimos de paseo por la avenida peatonal Laisvés (de la Libertad) en dirección al centro histórico. Este paseo  de unos dos kilómetros conduce a la parte mas antigua de la city. Saliendo, a dos pasos, nos encontramos con la Komendanto rumai que debe ser algo así como la jefatura de policía, una clínica y la iglesia ortodoxa de San Miguel Arcángel regalo de su Alteza serenísima el zar Alejandro II a los miles de soldados rusos que ocupaban la ciudad lituana entonces. Es donde comienza la rambla de la Libertad, un boulevard arbolado, ancho y peatonal con escaparates de categoría, restaurantes de todos los precios y locales de copas. Los lituanos  y en general, los habitantes de las tierra frías son aficionados a la bebida, bastante. Observamos a un señor mayor totalmente embriagado sentado en la terraza de un bar, la camarera está intentando que se levante pues es hora de recoger para cerrar.


El paseo no está excesivamente alumbrado pero si vemos decoración de Pascua aquí y allá, en  mitad de la rambla un huevo enorme, iluminado y plantado en una fuente seca. Es curioso que en la mayoría de los países católicos europeos, sobre todo los del Este, en este tiempo de Pascua de Resurrección se adornen escaparates, casas, avenidas, como en Navidad solo que los motivos son otros, huevos pintados, conejitos, corderos, ardillas, velas, musgo, centros florales... deberíamos adoptar esta bonita costumbre en España y siempre tener en casa un rincón dedicado al tiempo del Señor.
No han pasado más de 30 minutos cuando llegamos a un parque con una torre antigua, un poco mas adelante se acaba este paseo y comienza la calle Vilnius, de las mas carismáticas de Kaunas, es ya centro histórico que mañana conoceremos. Aquí nos damos la vuelta para regresar al hotel. Nos encontramos al resto del grupo que viene detrás a paso de tortuguita, tampoco están con muchos ánimos de continuar, así que media vuelta y todos a dormir que mañana reanudamos ruta.


Viernes 6 de abril, penúltima jornada de nuestro periplo por tierras bálticas. Parece mentira lo bien que me sientan estos días, ya solo nos quedan dos pero me hice el firme propósito de no dejarme invadir por el desaliento y estoy exultante, llena de energía, no noto cansancio alguno y además, sigo con las pilas puestas, creo que los demás también. Como dice Antonio, "me rio mas en estos días que en todo el año". Tampoco es que estemos todo el tiempo contando chistes pero si comprendo la sensación de bienestar generalizado. Por eso estamos colgados de las peregrinaciones, por eso tratamos de reunirnos en esta semana de Pascua, por eso queremos tanto a esta gente, porque juntos somos vida, pura energía que nos mueve hacia adelante. El grupo te abriga, te consuela, te serena, te entretiene, te divierte. Cuando compartes alegrías con ellos son mas gratas aún, y las penas, las penas se hacen más llevaderas, como si el peso se repartiera.

Esta mañana volvemos con las maletas a cuestas, cambiamos de ciudad y de hotel aunque antes de irnos  a Vilnius, conoceremos el centro histórico de Kaunas y el castillo de Trakai.


Comenzamos recorrido con una visión general de la ciudad. Subimos a uno de los miradores frente al río Niemen, en  Aleksotas, delante llevamos un grupo de alemanes que nos vienen precediendo desde el centro. También se puede subir en funicular. Hace fresquito aunque muchísimo menos que días anteriores, el cielo está despejado y la luz es estupenda para las fotos. Las vistas desde el mirador son tan bonitas como nos habían prometido y como no, foto de grupo a pesar de los alemanes, que Joaquín tira subido al respaldo del un banco de madera.¡este chico es genial!


Desde el mirador se ve Senamiestis, el centro histórico de Kaunas y mas allá, a la izquierda, donde se unen los dos ríos, la torre redonda del castillo. Mas o menos centrado, las torres de las iglesias de San Francisco Javier y de Santa María y a la derecha, arriba, la iglesia de la Resurrección, ya en la zona nueva, Nujamiestis, iremos más tarde.



Vuelta al bus y ahora si que vamos al centro, nos deja en la curva pasado el puente de Vytautas. Cruzamos por una carretera muy transitada sin paso de peatones ni nada, jugándonos el tipo. Este es el puente más grande del Mundo, se tardan 13 días en atravesarlo. La diferencia entre el calendario gregoriano y el juliano son 13 dias. Aleksotas donde está el mirador pertenecía a Prusia  y Kaunas andaba bajo dominio ruso. Los prusianos seguían el gregoriano y los rusos el juliano. O te adelantabas 13 días a la cita o llegabas 13 días tarde, según el sentido del cruce.


Junto a la iglesia católica de Vytautas Magno Asunción de la Virgen María comenzamos a escuchar algo de la historia de la ciudad y sobre este señor, Vytautas. Resulta que es un héroe nacional. Fué un gran duque y gobernante entre los siglos XIV y XV. Casi todos los edificios militares, religiosos o civiles que se construyeron bajo su mandato se bautizaron con su nombre: Puente de Vytautas el Grande, Iglesia de Vytautas Magno, Castillo de, Catedral de, Universidad de... En estos tiempos, polacos y lituanos se repartían el bacalao entre el Báltico y el Mar Negro. Nadie pudo con ellos, ni siquiera los cruzados teutónicos, solo la Rusia zarista y la soviética consiguieron doblegarlos y dolió, aun duele.


 Santa Maria de Vytautas Magno es la única iglesia en estilo gótico con planta de cruz latina de Lituania, data del 1.400, la mandó construir el gran duque Vytautas cuando salió vivo por los pelos de una batalla perdida con los tártaros, tuvo que ver de muy cerquita el fin y prometió a la Virgen una bonita iglesia junto río, la tenemos delante. Los franciscanos fueron sus dueños hasta que los rusos los echaron y en los sucesivos conflictos armados se destruyó el monasterio anexo y la iglesia sufrió bastante, consiguieron reconstruirla el siglo pasado gracias a un grabado histórico.



Junto a una de las puertas un medidor con el nivel que alcanzó el río en una de sus crecidas.



 Frente a ella, la casa de los Truenos que era la residencia de la liga Hansa de los comerciantes. Se llama así porque en el sótano se encontró un altar dedicado al dios Perkunas, el de los truenos, como Zeus pero en báltico. Veremos muchas figuras que probablemente representan dioses de la mitología báltica diseminados por toda la ciudad. Actualmente este edificio gótico de fachada tan elaborada (17 tipos de ladrillos rojos) pertenece al colegio de los jesuitas.


Unos pasos más y descubrimos la plaza del Ayuntamiento, Rotuses Aikste es una amplio espacio que se proyectó y construyó en el siglo XV, varios incendios mas tarde hubo que reconstruirlo junto a otros edificios de la plaza por lo que casi todo es del XVIII. Esa torre externa, escalonada, de 53 metros de altura, adosada al edificio de color blanco marfileño justifican su apodo, el Cisne Blanco. Actualmente es lugar de casamientos y recepciones a visitantes ilustres, antaño albergaba las dependencias municipales, una bodega, la cárcel y un horno de fundición de cera. En el medievo Kaunas era muy importante en el comercio de cera.


  

Detrás nuestra, la iglesia barroca jesuita de San Francisco Javier. Carga con una historia más que ajetreada. Desde que la levantaron hasta nuestros días ha servido hasta de gimnasio. Los jesuitas fueron expulsados, la iglesia cerrada y el colegio aprovechado por otras ideologías, poco después de que los rusos se fueran a su casa, volvió a sus verdaderos propietarios.
En esta plaza también encontramos casas de comerciantes, en una de ellas se puede visitar el museo de la medicina y la farmacia y en otra un pequeño museo dedicado a un poeta local que está enterrado en la catedral, Maironis. En esta misma línea de acera hay unos servicios públicos, cobran 0.30€  y te dan el cambio si no tienes suelto.

Motiejus Valancius -¿alguien sabe quién es?- Joaquín pregunta.- No, ni idea-. Estamos delante de una estatua dedicada a él, en un lateral de Rotuses. Pues resulta que fue un obispo católico muy querido en Lituania.



Un hombre bueno, inteligente y sabio de orígenes humildes. Consiguió mantener viva la cultura lituana y el catolicismo en los años de represión zarista. Fundó escuelas parroquiales clandestinas donde la lengua vehicular era el lituano (los rusos habían prohibido el idioma y hasta utilizar el alfabeto latino) incluso llegó a contrabandear con libros, mandaba imprimir escritos en Prusia y sus sacerdotes los pasaban a Lituania de estrangis para repartirlos. Primero eran escritos religiosos, pero luego empezó a ampliar temas a fin de que no se perdiera la cultura y costumbres del país. Tuvo muchos problemas con los rusos pero no pudieron con él aunque lo tuvieron bajo arresto. Está enterrado en la catedral, allá vamos a verle y a agradecerle su persistencia y valentía. ¡Cuantos héroes anónimos, cuánta esperanza, cuánta perseverancia!. 



La catedral de San Pedro y San Pablo es una magna obra barroca con envoltura gótica del Norte. También fue edificada por orden del Magnus Vytautas. Es un templo que cuenta con una historia de mas de 600 años que nació como parroquia hasta que se instaló en ella la diócesis.

El exterior está fabricado en ladrillo rojo típico de estas latitudes, aunque el interior, nada que ver, te das cuenta del cambio de estilo nada mas echar un vistazo a la nave central, esto es barroco, barroco. Me llama especialmente la atención el altar con las blancas esculturas de los apóstoles, la bóveda estrellada y las pinturas del techo, motivos decorativos muy originales.


Muy bonita y restaurada la capilla donde está enterrado el cardenal Sladkevicius, otro junco resistente contra políticas comunistas rusas, Valancius está en la cripta.
La zona del coro la ocupa el órgano, la pared se adorna con unos diseños coloridos y delicados.



dejo enlace a la web de la catedral: catedral de Kaunas

Volvemos a la plaza del Ayuntamiento caminando por la calle Vilnius, vamos a visitar lo que queda del castillo construido para aguantar los ataques teutónicos, ahora lo que soporta son espectáculos que se representan en época estival. Pasamos por la Iglesia de San Jorge utilizada por los rusos para ensayar saltos de paracaidismo. Y digo yo ¿porque no se tiraban de un puente? Total, la torta es la misma. Junto a ella una casa para peregrinos, Domus Pacis y enfrente, la Archidiócesis de Kaunas y Cáritas.

Lo que queda del castillo son simplemente algunos lienzos de la doble muralla que lo rodeaba y una torre redonda con tejado cónico, muy restaurada. La pendiente del terreno está aprovechada con unas gradas donde se sitúan los espectadores durante las representaciones. En la torre se encuentra la oficina de turismo y una exposición de arte.


En la muralla ondea la bandera que los lituanos quieren que sea la oficial, un caballero a caballo ambos blancos, armado de espada y escudo sobre fondo rojo.



En la antigüedad las damas que tenían el bordado como principal entretenimiento mientras ellos iban a la caza o la guerra, fabricaban estos diseños pero en la época moderna los hábitos cambiaron y hubo que desechar este dibujo y sustituirlo por la bandera tricolor mucho mas sencilla de factura. Hoy dia,con los medios de los que disponemos es factible volver a la bandera del caballero.



Volvemos al bus, esta vez nos lleva a la Iglesia de la Resurrección, en el barrio Zaliakalnis, hay que cruzar la ciudad y la misa es a las 11am. Antes, foto con el señor del pijama rojo y la pipa. Son muchos y muy variados los grafitis de Kaunas.


La iglesia donde hoy nos esperan se sitúa en lo alto de un cerro, una enorme mole de hormigón, blanca, reluciente, con una gran torreta. Sus líneas arquitectónicas son muy simples, líneas y ángulos rectos, aunque guarda un secreto, la luz, la maravillosa luz que invade toda la nave y que hace honor a su nombre, la Resurrección. Hasta las partículas de polvo en suspensión se distinguen viajando en esos haces oblicuos que se cuelan por las ventanas.


En tiempos soviet la convirtieron en una fábrica, como otros edificios cercanos. Se puede llegar a ella en el funicular Zaliakalnis, el más antiguo de Lituania que aún está activo, y subir a su terraza para disfrutar de las vistas. Fue construida en 1.932 en agradecimiento  a Dios por haber recuperado la independencia, aunque les duró poco, entonces Kaunas era la capital provisional del país.
Te ves muy pequeñito en este enorme templo de paredes desnudas sin decoración alguna, sólo unos círculos florales con cintas de alegres colores que penden del techo rompen la monotonía del blanco.


El padre David oficia, ha querido dejar el último día a nuestro "padre mayor" D. Emilio que cumple años mañana, así que intercambian turno y nos da las gracias por estos días compartidos, por la alegría de estar juntos y por hacerlo fácil a pesar de no se qué inconvenientes. No hay ninguno cuando se está a gusto: Tallín, perfecta con ese precioso manto blanco, Riga fresca y maravillosa, la Colina de las Cruces increíble, comidas bálticas raras y ricas, hoteles de cuatro estrellas o más superlimpios...¿quien dijo cansancio? hasta Pilar y Antonio, los más veteranos, van como una moto....¿quizás los transbordos en Frankfurt? pues a comer salchichas. No se, hasta tengo la impresión que viajar con ellos lleva garantía celeste.



Para saber mas de la historia lituana no os perdais este artículo: articulo sobre Lituania

 Me encontré a Antonio Márquez el otro dia por la calle y me pregunta ¿como te puedes acordar de todos los sitios donde vamos? ¡Ya quisiera yo! De lo que recuerdo, de lo que me recordáis, mas las fotos de la cámara, del móvil y sobre todo el señor Google Maps que es magnífico en esto de localizar lugares. Por ejemplo, este dia que saliamos de Kaunas y nos dirigíamos a Vilnius con escala en Trakai. Lo unico que sabia del restaurante era que estaba en el camino y a la orilla de un lago. Le pregunté a google y me enseñó unas fotos parecidisimas a las mías, pues ya lo tengo: Akmeniné Rezidencija


 Es un hotel situado entre tres lagos dentro del parque nacional de Trakay. El restaurante es una bonita cabaña rústica con terrazas, barbacoas y muelles sobre el lago Akmena.  Hace frío en el exterior, empieza a soplar el viento del Norte, a pesar de ello nada mas acabar el almuerzo vamos al embarcadero a echar un vistazo.


El agua gris escarchada, el cielo azul intenso con borreguitos algodonados y el Sol queriendo achicharrar sin conseguirlo. A lo lejos, el bosque en vez de verde reventón se muestra negruzco, aún no se ha enterado que la primavera ya ha llegado. Precioso rincón en esta tierra.
Y de un lago a otro lago, Galvé,  el lugar que mejor se deja retratar en todo el Báltico, el castillo fortaleza de Trakai.

Dejamos la carretera que atraviesa el parque nacional reserva histórica de Trakai, salpicado de más de 200 lagos y entramos en las calles estrechas del pueblo, cuajadas de casitas de madera. Tienen colores llamativos, amarillos, verdes, rojos, azules..., algunas con tres ventanas, estas pertenecen a los caraítas. Nos lo cuenta Joaquín, la tradición dice que son tres ventanas por tres miradas dedicadas a Dios, a la familia y al gran duque Vytautas que los condujo a Trakai tras una de sus campañas por lo que hoy es Ucrania, para que protegieran el castillo. Los caraítas eran una arcaica secta del judaísmo que habitaban en la península de Crimea y Vytautas les dió refugio cuando fueron perseguidos por el islam de los turcos, convirtiéndolos en su guardia personal.


En el s. XIV el gran duque Kestutis tenía una señora esposa, Birute, que quería vivir rodeada de agua. Así se gestó Trakai y más tarde su hijo, nuestro ya familar Vytautas, en una isla entre lagos.
Por este tiempo, el gran ducado de Lituania era de los pocos lugares paganos que quedaban en Europa y claro, sin quererlo un objetivo necesario e imprescindible para los Caballeros Teutones que lo atacaron sin piedad en numerosas ocasiones.

Aqui nació Vytautas que  amplió y reforzó la fortaleza, la defendió con uñas y dientes hasta conseguir la victoria definitiva en la batalla de Zalgiris para la que tuvo que unirse a sus primos jagellónicos, los polacos.
A partir de aquí el castillo dejó de tener importancia defensiva y se convirtió en una estupenda residencia de vacaciones para la familia ducal. En posteriores guerras quedó destrozado y fueron curiosamente los rusos soviet ya en el siglo XX los que decidieron reconstruirlo para ubicar un museo histórico, constituyendo hoy día una de las principales atracciones turísticas del país.


Actualmente esta zona de lagos está repleta de hoteles y resort vacacionales, es frecuente en verano ver el agua a tope de navegantes en veleros y patines a pedales. Nos contó Joaquín una anécdota con su hermano durante un verano, iban en uno de estos patines y al pasar por debajo del puente le dió por estirar brazos y engancharse como un mono a la barandilla, se quedó colgando, el patinete siguió adelante y cayó al agua fresquita. 😖

Desde el pueblo la postal del castillo es de cuadro, por supuesto nos llevamos foto de grupo.
El viento helado del Norte sopla con muy mala lait y apuramos el paso, cruzamos los trescientos metros de puente que separan el pueblo de la isla y llegamos a la fortaleza.
El patio de armas es un espacio amplio y divertido. Distintos instrumentos de castigo medievales se exponen en el centro, ocasión que no dejamos pasar para echar el rato. Una jaula, un cepo...


A la izquierda se encuentran distintas salas de museo donde ver monedas, vestidos, mapas, muebles, armaduras... en fin, historia. Al frente, unas escaleras que nos llevan al palacio ducal y la torre del duque, separada del resto de la edificación por un puente levadizo y un foso.


 La torre tiene varios pisos que conducen a distintas estancias a las que se accede por las escaleras que rodean el patio. La mejor es el salón del trono.


Por todos los rincones hay plasmas donde un holograma de algún personaje te va contando en ingles o en lituano las hazañas de Vytautas y la historia del castle.


En otra de las salas de exposición donde hay muchas armas me encuentro con una pintura que reproduce el castillo como era cuando Vytautas el Grande lo acabo de fortificar, muchisimo mas grande de lo que ahora conocemos que es lo que se ve al fondo de la imagen, de las murallas defensivas solo queda una de las torres que se localiza en el pueblo.


Trakai fue y sigue siendo la capital histórica para el pueblo lituano,  un lugar del que se sienten muy orgullosos. Es una visita muy interesante, divertida  que dejó una imagen inolvidable en nuestras retinas.

 Unos 30km separanTrakai de la capital, Vilnius, católica y barroca, la pasearemos, la disfrutaremos y nos enamoraremos de ella, pero eso formará parte del último capítulo de esta peregrinación.

fotos del dia :fotos de kaunas y trakai

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