Amanece un día espléndido, no son mas de las 6 am y el Sol está ya abriendo calles. Hoy habrá mucha más afluencia de público, prácticamente todos los que estos días atrás andaban repartidos entre el Valle de los Reyes, Karnak y Luxor coinciden tanto en la visita de la mañana como de la tarde. El crucero está atracado en la corniche de Edfú, el templo mejor conservado de todo Egipto y el segundo mas grande después de Karnak.
Diario de abordo, miércoles, 29 de marzo de 2023
Una sorpresa aguarda en el paseo, no espera un bus, son calesas tiradas por caballos. Los vehículos están bastante traqueteados, por decir algo, los sillones y las capotas mejor no mirarlas mucho, la mugre ha hecho estragos en el tiempo. Remaches, flecos y mil adornos, eso sí, por todas partes. El caballo delgadito y fuerte. Los egipcios ajenos totalmente a la ley de maltrato animal que impera en Occidente, tratan a sus bestias como tal, sacándoles el máximo provecho en el menor tiempo para llegar rapidito. Los cruceros tienen acuerdos con el gremio de caleseros y ante las protestas de los occidentales intentaron cambiar calesas por minibús, pero... no tragaron, hubo hasta quema de vehículos, si pasaron por rebajar el número de pasajeros, lo que en realidad, les beneficia, ya no suelen subir a las calesas más de tres personas con el calesero, antes hasta cinco. ¡Pobres caballos!.
"Esto es deporte de alto riesgo. En el trayecto, una de las calesas volcó al asustarse el caballo y girar totalmente sobre sí misma. Los pasajeros eran una fornida pareja de anglosajones que salieron ilesos y estupefactos del inesperado trance. ¡que peligro! aquello parecían las cuadrigas de Ben-Hur... Nunca he visto unos caballos mas sucios y escuchimizados. No se de donde sacan fuerzas para correr".
La ciudad se cruza en una travesía que dura unos diez-quince minutos, que por lo menos a mí, se hicieron eternos. La policía detiene la circulación, coches, motos, bicis, buses y peatones en las intersecciones, todos parados, haciendo sonar los claxon y bocinas mientras pasan los turistas.
A la vuelta, el padre David se convirtió por un momento en un autentico conductor de calesas, aunque vamos, el caballo se sabía el camino muy bien, iba solito."Le pregunte al conductor si me dejaba y me dió las riendas. Ahora, yo eso de atizar el látigo, nada. Íbamos despacito".
El templo de Horus en Edfú es uno de los más majestuosos del país. Fue mandado construir por los Ptoloméos en época ya tardía, greco romana, en los siglos III a I antes de Cristo, sobre las ruinas de otro templo de la época del Imperio Nuevo y este, a su vez, se alzó sobre otro mucho más antiguo.
Por hacer un poco de historia y resumiendo, cuando Alejandro Magno murió, sus generales, digamos, se "repartieron" el imperio y Ptolomeo Sóter vino a Egipto, fundando la dinastía Ptolemaica o Lágida.
Alejandro se encargó de echar a los persas de Egipto, aunque se quedó con los camellos que habían traído. Se le recibió como un liberador más que conquistador pues el pueblo llano ya estaba bastante hartito de los faraones persas. Fue respetuoso con la cultura, la iconografía y el arte egipcios, tanto que hasta paró en el oasis de Siwa para consultar el oráculo de Amón, que debió de darle muy buenas noticias, pues el muchachote se quedó un tiempecito en estos páramos y empezó grandes proyectos. Estableció una gran ciudad, Alejandría, al Oeste del delta, destinada a abrir rutas comerciales. Según Plutarco, Alejandro tuvo un sueño en el que se le apareció un anciano que le recitaba un paisaje de la Odisea: " hay a continuación una isla en el mar turbulento, delante de Egipto que llaman Faros". Por eso Alejandría está donde está. Después de un año y pico en Egipto, continuó con la persecución de Dario III el rey de los persas que se le había escapado. Alejandria se convertirá en la ciudad más próspera de la época, sede del famoso faro y de una maravillosa biblioteca que se construyó durante el reinado de Ptolomeo Filadelfo.
Todos los miembros varones de la dinastía se llamaron Ptolomeo, y pronto adoptaron la costumbre egipcia de casarse con sus hermanas con las que reinaron conjuntamente. Su última reina fue Cleopatra VII, aquella que enamoró a Julio César y a Marco Antonio, ella gobernó sola a la muerte de su hermano-esposo Ptolomeo XIII.
Los Ptolomeos eran extranjeros, griegos-macedonios, nada que ver con las grandes dinastías que dieron a luz faraones de la talla de Tutmosis III, Seti I o Ramsés II, continuaron con sus costumbres, hablaban y se comportaban como griegos que eran, no se mezclaban con el pueblo llano, solo nuestra conocida Cleopatra VII, adoptó el idioma. Por tanto, durante esta dinastía existieron en Egipto dos culturas, la faraónica de toda la vida de unos 3,000 años de antigüedad por aquel entonces y la helenística. Fue durante este periodo, en concreto en vida de Ptolomeo V, cuando se talló la piedra Rosetta que centurias más tarde encontrara el soldado de Napoleón y descifrara el linguista Champollion. En resumidas cuentas, la civilización egipcia se desarrolló durante un periodo de tiempo tan amplio que su última reina, aunque lleve unos 2.000 años en el "más allá", es más contemporánea nuestra que de Keops o Micerinos. Después de Cleo, Egipto pasó a ser una provincia romana y como tal seguía la moda que Roma marcaba, por lo que si los romanos dejaron a los dioses y pasaron a rezar el Padre Nuestro aquí también lo hicieron, prohibiendo otros cultos y destrozando, de paso, toda imagen pagana de religiones anteriores, por eso, en casi todos los templos, tumbas, etc las representaciones de los dioses tienen tachada la cara, lugar donde estaba el alma y las estatuas lucen descabezadas o sin cara.
"Tras el sobresalto del paseíto en calesa, otra vez pasillo de avasalladores vendedores que salen de sus puestecillos ofreciendo todo tipo de mercancías, chilabas, pañuelos, figuritas de madera y alabastro, cajas de nácar, collares, pulseras, camisetas, bolsos... un sin fin de chismes que no es más que una excusa para arrastrarte al interior de su establecimiento y comenzar una negociación interminable. ¡Que pesados! ya se que se tienen que buscar el pan, pero vamos...a pesar de todo, es barato.
Edfú, es.... bueno pues simplemente perfecto. Está entero, no le falta una coma, todas las dependencias del templo, todos los jeroglíficos, escaleras, pasillos, incluidos techos. Se entiende la similitud del templo egipcio con el cuerpo humano en "decúbito supino". El templo se va estrechando y oscureciendo, el suelo subiendo y el techo bajando hasta llegar al santa santorum donde el dios estaba presente en el tabernáculo, la figurita, claro...
El titular de Edfú es Horus, el dios del cielo, de la caza y de la guerra y sobre todo, el protector de los faraones, el halcón con el que todos queremos tener foto. Su historia-leyenda es una perfecta trama de novela turca.
El mito de Osiris que nos llega mezclado de la tradición egipcia y aportaciones griegas como la de Plutarco, es un cuento de amor, venganza y horror entre Osiris, Isis, Seth y Horus. Resulta que Osiris e Isis gobernaban Egipto, eran esposos y hermanos. Su otro hermano Seth casado con otra hermana, tenía envidia de Osiris y para quitárselo del medio organizó un fiestorro. En plena jarana, se ponen a jugar a meterse en un sarcófago y cuando le toca el turno a Osiris, todos los presentes se echan encima, lo cierran y lo tiran al mar. De la llantera que pilló Isis nació el río Nilo. El sarcófago a la deriva, llega a las costas de Byblos, actual Líbano y se mimetiza con un árbol precioso, un sicomoro del que se encapricha el rey del lugar, quien ordena construir una columna para su palacio con aquella madera.
Isis, que no para de añorar a su difunto marido, se entera, no se si por algún sueño o por ciencia infusa faraónica, y tras muchas vicisitudes consigue traerlo de vuelta a Egipto. Seth no va a dejar las cosas así, corta el cuerpo de Osiris en 14 pedazos diseminándolos por todo el país. La pobre viuda va en peregrinación buscando y reuniendo piezas y encuentra 13, ¿Cuál le falta? pues la más interesante, el palito de Osiris, que fue devorado por los pececitos del mar. A pesar de esto, por comunión espiritual con su difunto, Isis concibió a Horus al que cría y protege y ya mayorcito consigue vengar a su padre matando al mal, a Seth.
En la lucha, pierde un ojo, el ojo de Horus, uno de los amuletos más famosos de la cultura egipcia junto con la llave de la vida y el escarabajo sagrado. Con este ojo, restablecido por el dios Thot, Horus revive a su padre Osiris, que se convierte en el dios de los muertos. La batalla final tuvo lugar en las cercanías de Edfú, por eso siempre hubo un templo en esta localización dedicado a Horus, el vencedor.
Bueno, la historia es algo así, un relato que te introduce a un recinto impresionante de verdad, imperdible.
Dejo enlace al blog de "pescaditos en la cabeza" donde cuentan con bastante detalle esta leyenda algo modificada respecto a mis recuerdos:
mito de Osiris, Isis y Horus
Si queremos descubrir hasta qué punto estaba el templo enterrado en arenas del desierto y lodos del río es obligatorio pararnos y mirar el entorno, veremos el nivel de casas cercanas construidas en épocas posteriores sobre las ruinas del templo y además, la muralla de adobe curvilínea que protegía el santuario de las inundaciones.
Lo primero que se encuentra antes de cruzar el pilono de entrada es una estructura semiderruida, el mammisis, lugar de nacimiento del dios. En las paredes, los grabados muestran a Isis criando a Horus, dándole de mamar, por eso el creador de la egiptología, JF Champollion la bautizó así, mammisis, una palabra copta que se refiere al lugar de nacimiento. Además, los frescos son los mejores de todo el recinto. Dicen, yo no los vi, que los "cuatro reyes magos" fueron inmortalizados en estos relieves ofreciendo al recién nacido incienso, mirra, oro y un libro sagrado.
En el pilono de acceso al patio se observan varios pisos, es distinto de los de otros templos, tiene estructuras interiores, unas pequeñas ventanitas se distinguen en al menos tres niveles. Los cuatro surcos de la fachada eran para colocar banderolas, los grabados son espejados, el faraón matando al enemigo en presencia de Horus.
En el peristilo, observamos columnas en tres de sus lados, es amplio. El relieve de Horus con forma humana y cabeza de halcón se repite en las columnas. Los capiteles florales son distintos, aunque simétricos dos a dos. Había alguno diferente por cierto, como a medio hacer. Los cartuchos dedicados al faraón reinante están vacíos, los conflictos políticos no daban tregua y los artesanos para no andar sobrescribiendo, los dejaron limpios.
Las escenas de los muros relatan cómo era "la fiesta del bello encuentro" entre Horus y Hathor, su esposa venía una vez al año desde Dendera donde residía, a visitarlo durante 14 días. Hasta aquí la zona pública, a partir de este momento estaremos en la casa del dios, donde habita la divinidad y es atendido por los sacerdotes. Esta parte privada está custodiada por dos de las estatuas mas grandes de Horus de todo Egipto, el dios luce la corona doble y monta guardia en posición de "firmes".
Al avanzar, se accede a la primera sala hipóstila con columnas también de capiteles florales, bastante juntas, sus bases están talladas como hojas, debía ser una preciosidad este lugar, una explosión de colores.
La luz disminuye cuanto más nos acercamos al lugar sagrado, penetra por unas pequeñas aberturas en el techo, y por el muro columnado que hay entre la sala y el patio. Todo el recinto conserva su techo original, esto si que es único.
La segunda sala, también con columnas decoradas, es más pequeña que la anterior, y más oscura, el techo está ennegrecido, quizás el humo de antorchas o algún incendio durante tantos años de abandono.
A un lado, desde la sala de las ofrendas, en una estrecha escalera por donde bajaban al dios de la terraza, las paredes dejan ver una procesión en la que participan reyes, sacerdotes y dioses a tamaño casi natural.
El apelotonamiento para ver el tabernáculo de granito que es más antiguo que el templo y la barca de Horus es monumental. La iluminación es muy tenue, sólo llega a través de un pequeño ventanuco en el techo. Los relieves son espectaculares, cuentan los cánticos que los sacerdotes entonaban todas las mañanas para despertar al dios, darle de comer, vestirlo, ungirlo.., las luces artificiales del suelo los resaltan, parecen dorados. Sobre la barca, mejor pasar de puntillas, sólo comentar que la original la tienen los franceses en el Louvre.
Al santuario le rodean varias estancias o capillas con su misión cada una. La primera de la izquierda era la del dios Min, el de la fertilidad que aparece siempre manco a la vez que se presenta erecto. Su leyenda es muy curiosa: un hombre al que le faltaba un brazo no fue a la guerra porque no podía arrojar lanzas ni luchar, si que supo embarazar a todas las señoras mientras sus maridos estuvieron ausentes. Cuando los hombres volvieron después de años, encontraron el pueblo bien repoblado. Lo convirtieron en dios.
Otra de las estancias es un laboratorio, en ella hay escritos con fórmulas de perfumes. Dicen que los franceses las utilizaron para recrearlos y así tienen la industria perfumera de desarrollada, triunfaron.
Se conoce la fecha en que se colocó la primera piedra del templo y cuando acabó su construcción 180 años más tarde, está escrito en las paredes, también el reinante y el arquitecto. Los muros contienen mil y un detalles que han hecho posible conocer un poco más a fondo costumbres, oraciones, ritos, fórmulas de perfumes y ungüentos, trabajos de construcción del templo como por ejemplo la ceremonia del "tensado de la cuerda" que era para buscar la zona donde construirlo, ... maravillosa historia antigua. Salieron 17 libros de estas paredes.
Si algo llama de verdad la atención es que todos las escenas y jeroglíficos del interior de este templo son altorrelieves de un trabajo y una técnica exquisita, mientras que en las zonas exteriores, como el deambulatorio que bordea el templo, son bajorrelieves, más duraderos.
Encontramos las famosas "bombillas" faraónicas, los platillos volantes y el "wifi", también los números y "el millón", el señor con los brazos en alto.
En el corredor exterior puedes admirar las escenas en que Horus ayudado por el faraón, da caza y atraviesa con una lanza a un hipopótamo enano que era Seth. Por cierto, la representacion humana con cabeza de animal de Seth ¿Qué bicho es?, ¿un oso hormiguero? ¡esos morros tan largos y feos!
Es en este deambulatorio, a un lado, unas escaleras bajan hasta el nilómetro, una manera de medir la crecida del río para saber cómo serían las cosechas y en consecuencia, cobrar más o menos impuestos. "Doce codos era pasar hambre, 14 indicaba escasez, 16 comida para todos y 18 abundancia".
La historia del templo no acabó con los Ptolomeos, los romanos lo convirtieron en cuartel, la legión II Trajana durmió entre sus muros y después, cuando el emperador Teodosio, en el año 391, decretó como religión verdadera la cristiana, se picaron las imágenes profanas de los dioses y cayó en el olvido. Las piadosas arenas del desierto lo cubrieron, solo quedaron a la vista partes altas del pilono y columnas, por ello se conservó en perfecto estado hasta que en 1.860 un arqueólogo francés, Mariette, empezó a escarbar. Lleva 163 años al descubierto, en este tiempo se ha deteriorado mucho más que durante los 18 siglos anteriores.
Este viaje se nos está pasando rapidísimo, ya estamos en la mitad. Todo es enorme, maravilloso, monumental, todo es interesante, hasta el guía es genial . Solo dos cosas que dejan que desear, la limpieza y el wifi, que fallan bastante". Esta mañana hemos ido a Edfú y a la vuelta baño en desinfectante🤭, ahora nos estamos preparando para desembarcar en Kom ombo".
Vuelta al barco sorteando otra vez el corredor de los vendedores, continúa la navegación.
No son más de las 10.30 de la mañana y el barco zarpa destino Kom Ombo, siguiente templo ptolemaico. Cuando llegas al embarcadero a veces no ves tu crucero, es porque aprovechan los atraques y los barcos están pegados en paralelo. Tienes que entrar al vestíbulo del mas cercano al muelle e ir cruzando. Siempre hay alguna mano amiga que ayuda entre salto y salto.
Poco mas de las 5 de la tarde Kom Ombo aparece en el horizonte, las pocas columnas que le quedan en pie forman su sky line que se perfila sobre los barcos atracados en el muelle, todos preparados para salir en tropel. Estamos a los mismos pies del templo.
Esta vez los vendedores son ambulantes, llevan los brazos repletos de papiros, collares, pulseras, chilabas, pañuelos, artesanía, calendarios, marcapáginas, cada cual su especialidad..Ellos andando, ellas sentadas en los bordillos de las aceras, vestidas con sus burcas negros. Estamos en provincias, se conservan las tradiciones del profundo Egipto musulmán. Los niños también deambulan ofreciendo pulseritas o pidiendo dinero. Son guapos, ojos expresivos, negros, piel morena, la mayoría mal vestidos y sucios.
El nombre Kom Ombo le viene del árabe, colina de oro, en egipcio sería Nubet =ciudad de oro. Por este lugar pasaban las caravanas que se dirigían a Nubia que comerciaban con el oro de las minas del desierto.
Hay que subir escaleras para salvar el nivel del Nilo, después, más escaleras o rampa, el templo se sitúa sobre una colina.
No queda mucho en pie del recinto, estaba cubierto hasta las trancas por arena y lo que quedaba a la vista sirvió para cantera de los poblados cercanos. Una vez dentro se entiende porque la insistencia de venir a ver lo que parecen un montón de escombros. Es un santuario de doble dedicación y esto sí que es raro, a Sobek, el dios cocodrilo y a Haroeris, Horus el viejo. Entre los más de 700 dioses de la mitología egipcia, el Horus de Edfú es un dios más joven que este que nos encontramos ahora.
Kom- Ombo es de época grecorromana, su finalización data del s, I a C, aunque las obras las comenzaron los Ptolomeos. En el tenemos que hablar de ciencia y de medicina del antiguo Egipto y por ende, de magia, nos encontramos en un santuario-hospital.
El diseño es simétrico, lado derecho para el cocodrilo, lado izquierdo para el halcón. Dos puertas, dos patios, dos salas hipóstilas y dos santuarios con dos pilones de diorita negra que se pueden tocar, si no te pillan, para obtener energía (mejor en el lado bueno, el de Horus).
A esta zona solo entraba el faraón, esperaba la revelación de los dioses, más bien simples sacerdotes escondidos en los pasadizos del sótano y haciendo creer al "iluminado" que los dioses le dictaban órdenes. Algunos emperadores romanos añadieron elementos al templo, aunque les pillara lejos, Octavio, Trajano, incluso Tiberio tiene su cartucho.
"¡Que maravilla de jeroglíficos! Y los dibujos, que perfección en el detalle, las manos, uñas, trencitas del pelo, pliegues del vestido, hasta el ombligo. Es fascinante este arte".
La diferencia con el templo de las dinastías anteriores es clara, los relieves son mas detallistas, la anatomía humana mas marcada, el ombligo, las manos con dedos largos, el pecho femenino mas prominente, los peinados muy elaborados y adornados, los vestidos..., todo tiene mas líneas, mas trabajo.
Montones de relieves, altos y bajos, perfectos, con gran detalle, los dioses Horus y Thot purifican al faraón en presencia de Sobek, luego, las diosas del alto y el bajo Egipto lo coronan. Cleopatra IV , la diosa leona Sekhmet, ofrendas a los dioses, Trajano adorando al magnífico arquitecto y médico del faraón Zoser, Imhotep divinizado y comparado con el dios griego de la medicina Asclepio o Esculapio como le llamaban los romanos, instrumentos quirúrgicos, las instrucciones para sentarse en la silla de partos, una señora dando a luz, un calendario de 360+ 5 días: tres estaciones, inundación, siembra y cosecha, 12 meses de 3 semanas y cada semana 10 días, los 5 días restantes de fiesta.
A este templo-hospital llegaban muchos enfermos para ser curados, se apiñaban en las dependencias exteriores, esperando turno para tratamientos impartidos por sacerdotes sanadores que seguro mucho tendrían también de magia. En el suelo quedan marcas de juegos, utilizados en las esperas y socavones en las caras de los enemigos, trataban de deshacerse del mal que portaban pasándoselo a ellos.
También cuenta el lugar con un nilómetro en bastante buenas condiciones.
El Sol comienza su descenso, el horizonte se apaga con maravillosos tonos violeta celestes y naranja rosados, ya casi es hora de volver al barco pero antes, una curiosa visita al "museo del cocodrilo" en el exterior del templo. Se pueden ver momias de estos animales, pequeños, grandes, medianos, todos negros en la primera sala, mientras que mas adentro los vemos, envueltos en los paños de lino. Era habitual la práctica de embalsamar animales, gatos, ibis incluso algún babuino, esos pedazo de monos que fascinaban en la corte del faraón y eran escasos en el país.
para saber mas:
Kom OmboEsta noche cena de gala, ellos lucirán sus candoras y ellas preciosas chilabas y tocados faraónicos. Hay fiesta egipcia, mañana amanecerá en Asuán, final de trayecto.
2.010.- TIERRA SANTA
2.011.- ITALIA : Florencia, Pisa, Padua, Venecia, Asís, Roma
2.012.- TURQUIA
2.013.- RUSIA
2.014.- CROACIA: Zagreb, Liubliana, Opatija, Pula y Rovinj, Plitvice, Zadar y Split, Medjugorje y Mostar, Dubrovnik
2.015.- POLONIA: Varsovia, Czestochowa, Auschwitz, Cracovia, Montes Tatras, Wieliczka
2.016.- RUMANIA: Bucarest, Sibiu, Transilvania, Monasterios pintados, Brasov, Bran y Sinaia
2.017.- CHIPRE Y GRECIA: Lárnaca, Paphos, Troodos, Salamina y Famagusta, Morphou, Kyrenia y Bellapais, Corinto, Atenas
2.018.- REPUBLICAS BALTICAS: Tallín, Parnu y Turaida, Riga, Rundale y la colina de las cruces, Kaunas y Trakai, Vilnius
2.019.- CENTROEUROPA: Viena, Seegrotte y Melk, Brno, Praga-1, Praga-2
2.019.- TIERRA SANTA: albúm fotos
2.020.- ALBUM TEN DIEZ AÑOS: diez años
2.022.- PORTUGAL: Ourem, Sintra, Coimbra y Batalha, El Rocío, Sevilla-1, Sevilla-2
2.023.- EGIPTO: Guiza y Saqqara, Karnak y Luxor, Valle de los reyes, Edfú y Kom-Ombo, Assuán y poblado nubio, Abu Simbel, El Cairo, Albúm fotos
2.024.- SICILIA: Palermo-1, Palermo 2 y Monreale, Erice y Segesta, Agrigento y Casale Siracusa y Noto, Etna y Taormina,Messina y Cefalu
No hay comentarios:
Publicar un comentario