sábado, 30 de abril de 2011

Italia peregrinos agustinos 2011. PISA Y SU TORRE INCLINADA Italia-2

También a orillas del rio Arno y junto al mar que se adivina cerca por la luminosidad y la humedad del ambiente, nos encontramos a Pisa, una de las ciudades más visitadas de Italia seguramente por su torre inclinada.
Llegamos temprano, el autobús nos deja en un apeadero a unos diez minutos andando del objetivo. No es difícil encontrarlo, simplemente hay que seguir el rastro de cientos de turistas que hacia allí se dirigen. Por el camino, nos tropezamos con una frondosa floristería donde algunas señoras no dejan pasar la ocasión de comprar un bonito sombrero o una estupenda esterilla con floripondio incluido. De repente, se oye el traqueteo de un tren, es un tren negro y rojo, de los de antes, con una máquina que echa humo negro, como si con carbón se alimentara. Tras sortear numerosos puestos donde venden todo tipo de recuerdos para turistas llegamos a unas murallas que rodean el conjunto  monumental de Pisa, blanco refulgente, limpio, esplendido, elegante.
Es la Piazza dei Miracoli, se ideó  en el siglo XI para dar a conocer en todo el litoral mediterráneo el grado de prosperidad que había alcanzado la República Marinera de Pisa, en la cima de su esplendor por los privilegios obtenidos durante su participación en las Cruzadas, transportar por el mar armamento a Palestina. A partir de entonces se convirtió en una de las principales importadoras de mercancías de Medio Oriente a Europa occidental rivalizando con la República de Venezia.
En esta plaza resplandece la elegancia del mármol blanco, que recubre las paredes de las cuatro construcciones, salpicado aquí y allí por otros tonos que hacen del conjunto una visión de extrema belleza. Volvemos a encontrar la forma toscana de construir baptisterio, campanario y domo separados, esta vez también hay un cementerio.

 Enseguida vemos la torre, es la estructura que está más alejada pero la que primero atrae la vista. El campanile está inclinado  de verdad, y  el efecto aumenta conforme te acercas y entonces te preguntas cómo podrá aguantar la estructura sin caerse. Este es precisamente el éxito de la torre: su inclinación. Cuentan que Galileo Galilei aprovechó esta imperfección para experimentar con la caída de los cuerpos. Nuestro guía-profesor, Jesús, nos entretuvo en el autobús contándonos como se construyó, cuando empezó a inclinarse por la inestabilidad del terreno donde se asienta, el montón de veces que intentaron corregir la inclinación o que estuvo parada su construcción y como ahora está metida dentro de una especie de vaso que la tiene más o menos estabilizada, al menos por algún tiempo.
Algunos del grupo se animaron a subir los casi trescientos escalones que conducen a su cima y desde donde se aprecian bonitas vistas del resto de edificios que forman el conjunto, entre ellos el Cimitero Monumentale, de acuerdo con la tradición, la tierra que cubre el cementerio se recogió en el Monte Gólgota y se transportó a la ciudad en los tiempos de la Cuarta Cruzada, a partir de entonces a los cementerios empezaron a llamarles Camposanto.
interior catedral
Visitamos el Domo por dentro, este sí que  no decepciona, al contrario, asombra, está ricamente adornado pero lo asombroso es la influencia bizantina y casi árabe me atrevería a decir. Los arcos bicolores que allí encontramos no dejan de tener similitud con los de la mezquita catedral de Córdoba, las columnas de granito, material poco frecuente en la zona, parece que proceden de un botín de guerra, una mezquita en Palermo, y los mosaicos con el Cristo Pantocrator  recuerdan a  otras muchas iglesias  bizantinas. El púlpito es para contemplarlo detenidamente, las figuras que lo sostienen parecen vivas. Hay muchos mosaicos y frescos donde parar y recrear la vista. Pero debemos seguir, le toca el turno al baptisterio del que nos cuentan que tiene la cúpula más grande de Italia. Al entrar, te envuelve una gran sensación de serenidad, es un espacio diáfano sin apenas adornos pero bellísimo. Vemos en el centro la enorme pila bautismal y un altar tallados con mimo, filigranas en sus adornos. Desde la galería del piso superior se aprecian estupendas vistas del interior de batipsterio y las mejores del pórtico de la catedral. Un detalle, dicen que la sonoridad en este lugar es fantástica, cuando cantan se oye a dos kilómetros de distancia.
interior baptisterio
Comemos en un pequeño y coqueto restaurante cercano a la plaza, esta vez no hay pasta, una refrescante ensalada mediterránea para abrir apetito, aunque es muy temprano, son las 12, horario europeo, cuando viajas ya sabes, a donde fueras haz lo que vieras.
Poco mas tarde de vuelta al autobús que nos vamos a Padua, pero antes las últimas fotos, las más simpáticas, aguantando la torre para que la vean los amigos del Facebook.
La verdad es que Pisa  asombra, su elegancia, su belleza  por eso en 1987,  la UNESCO declaró a toda la Piazza dei Miracoli, Patrimonio Universal de la Humanidad.
Las fotos de Pisa pinchando en: PISA



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