lunes, 23 de mayo de 2011

Italia peregrinos agustinos 2011. Todos los caminos conducen a ROMA Italia-6

Llegamos con la puesta de sol, el hotel está un poco alejado del centro, esto no nos va a persuadir de salir a explorar, hay tanto que ver! En Roma es difícil sentirse solamente peregrino, hay demasiado  que conocer. 
 Nada más bajarnos del autobús salimos pitando hacia el Trastevere, uno de los barrios con más sabor añejo y castizo de Roma. Por aquí andaban antiguamente los etruscos, más tarde las comunidades extranjeras marginadas como la siria y la judía, también algún que otro noble romano se construyó su villa de lujo, Hortus lo llamaban. Quizás esta marginalidad lo haya mantenido apartado de reformas haciendo posible que conserve su ambiente genuino hasta nuestros días. Aquí pernoctó San Francisco cuando vino a pedir a una iglesia podrida de dinero que le permitiera ser pobre. Hoy lo ocupan romanos y turistas dándole un caché bastante envidiable, es uno de los pocos barrios romanos de verdad, con una magia y encanto que engancha. Nada que ver con el resto de la Roma monumental, es totalmente distinto, en él todo es vida, no monumento, piedra o arquitectura. Quedamos en Piazza santa María in Trastevere, una bonita iglesia,  la más antigua de Roma, y una fuente la presiden. Paseamos un rato por sus adoquinados y laberinticos callejones, descubriendo una torre, una sinagoga, una iglesia, una fuente…nos dejamos  llevar por la marea de gente que encontramos haciendo lo mismo.  Está muy animado, vemos muchos pequeños restaurantes que están a tope,  incluso en sus terrazas, en algunos hay cola para pillar mesa; también algunas tiendas aún abiertas aprovechan las últimas compras de los turistas. Cenamos en una trattoría localizada por internet cuando veníamos en el autobús, maravillas de la tecnología actual. Que ricas están las pizzas romanas!! Y los helados, y los macarrones y todo. De postre vamos a tomar unas copas trasteverinas y nos encontramos con las chicas del grupo, Manoli, MªJosé,Begoña, Petro, Mariluz, Reyes han tenido la misma idea, esta noche hemos conocido el barrio mas romano de todos.
La primera mañana en Roma nos arrastra por una visita panorámica en bus, del que no te dejan bajar, poco vemos y mal puesto que para conocer esta ciudad es imprescindible  caminar, caminar y caminar. Nos dejan en una tienda de recuerdos carísima junto al Vaticano y de allí vamos a casa de los padres agustinos en Roma, mirando la plaza de San Pedro segunda fuente a la izquierda. En un programa de callejeros viajeros un fraile agustino enseñaba las vistas del Vaticano desde su terraza, yo las tengo por las fotos que me ha regalado el padre Emilio, están bien cerquita del cogollo. Aquí vamos a celebrar hoy nuestra misa en una capilla situada en el corazón de esta residencia, al padre Santiago le toca llevar la batuta. Para llegar atravesamos pasillos que huelen a comida, a serenidad, a paz. El padre Isidro dice que no viene a los museos esta tarde, que se queda aquí, ¡que ganas de hacer lo mismo!. Siempre que entro en un lugar asi me vuelvo a sorprender de la tranquilidad de la atmósfera,  ya debería estar acostumbrada.
A penas son las 4 de la tarde, cola en los museos vaticanos. Me gustan los museos, lo reconozco aunque para mucha gente sea un rollo. Hubiera estado otras 6 ó 7 horas  o quizás un par de días más. Una de nuestros primeros encontronazos es con la Piedad, la copia, te llena de ternura contemplar esa cara tan joven, tan dulce  con su hijo muerto sobre las rodillas.  Agoté la batería de la cámara de fotos, soy una agonía, todo lo quería retratar: el patio de la piña, el patio octógonal, Laocoonte, Apolo, Venus, la galería de los mapas…  y menos mal que en la Capilla Sixtina me pararon los pies. Aquí ya no dejaban hacer fotos, pero da igual, está en mi memoria. Ese genio de Miguel Ángel se pegó no sé cuánto tiempo con un sombrero lleno de velas en  la cabeza y  subido a un andamio pincel en mano. Seguramente un ángel le había soplado al oído  lo importante de su legado para el futuro y se esmeró. Rafael tiene también una sala para él solito, y es que estos museos son inmensos.

Bajamos a la cripta donde están enterrados los Papas, no todos. Entre ellos aun reposan los restos de Juan Pablo II el Papa más querido en nuestros días  a pesar de tener un controvertido pontificado, hizo muchas cosas buenas y estuvo mucho tiempo en la silla de San Pedro lo que le dio oportunidad para ver realizados sus proyectos. Es en la única tumba donde hay flores y fieles rezando, llorando, o emocionados, los peregrinos ralentizamos nuestro caminar al pasar por este lugar, queremos estar cerca de él. Dentro de unos días cuando el Papa Benedicto le ascienda a beato, llevaran sus restos a la Basílica de San Pedro, ya tiene preparado un lugar ahí.

 La última visita de la tarde es la basílica de San Pedro,  el centro hoy de nuestra iglesia  y como tal es magnífica, grandiosa, colosal, maravillosa. Hay que verla y  disfrutarla. La Piedad original se esconde a la derecha de la entrada tras un cristal blindado desde que aquel chaval le dio por liarse con ella a martillazos, seguramente envidiaba su belleza y no soportaba la expresión de su semblante. Esta enorme iglesia papal está llena de obras de arte; escultura, pintura, arquitectura se unen en su máximo exponente bajo un mismo techo para dotar de grandeza y  belleza a esta iglesia. El baldaquino en bronce firmado por Bernini asombra al acercarse y tras él, la silla  de san Pedro y la luz del Espíritu Santo. Arriba, en el friso de escayola el Padre Nuestro en latín rodea la iglesia en letras enormes. Estamos en el corazón de nuestra fe, en el mayor templo del catolicismo, el que utiliza nuestro Papa para dirigirse a Dios.

Por la noche tenemos pensado  pasear Roma,  la barroca, de la plaza de España a la Fontana de Trevi, pasando por Piazza Navona y el Panteón. Desde el Vaticano por la vía de la Conciliacione  tomamos camino hacia el puente de los Ángeles, pasamos delante del castillo de Santangelo, esta edificación me da escalofríos, seguramente por tantas historias de intrigas que he leído sobre él. Llegamos a la Plaza de España, una de las más animadas y bonitas de Roma, su escalera siempre a tope de gente, sus flores  y la iglesia de la Trinitá que espera arriba, dan un peculiar sabor a una romana plaza muy española. Seguimos nuestro paseo dirección Fontana y es que no te puedes ir de Roma sin seguir la tradición. Asombra el tamaño tan enorme y la elegancia del grupo escultural en una plaza de tan reducidas dimensiones,  siempre  rebosante de público, todos arrojando monedas, todos queriendo volver, los visitantes hacemos millonario al ayuntamiento romano entre el impuesto de los hoteles y la Fontana.
Ultima jornatta , hoy es miércoles santo, por fin ha llegado el día D. Cargados con las mochilas llenas de botellas de agua, gorras, paraguas para parar el sol y vistiendo nuestras camisetas negras en las que informamos al personal que estamos enamorados de Ceuta, nos dirigimos a la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Hoy veremos al Papa. Un guapísimo guardia suizo vistiendo el uniforme azul, amarillo y rojo diseño atemporal de  Miguel Ángel, nos indica el lugar desde donde podemos seguir la audiencia. Es curioso lo del cuerpo de escolta del Sumo Pontífice, lo forman 250 jóvenes nacidos en Suiza, asi ha sido desde su comienzo.

Hemos llegado a las 9 y hasta las 11 nada que hacer. Estamos sentados, más o menos cómodos, no hace demasiado calor y  no hay demasiada gente. Nuestros curas visten de curas, colores grises y negros excepto los alzacuellos blancos inmaculados. Empezamos a tirarles fotos con la basílica al fondo y la bandera del “love Ceuta” delante, los del grupo se van colocando para salir en la foto.  El ambiente es festivo, se oyen canticos aquí y allí coreados por peregrinos procedentes de distintos lugares. Estamos expectantes, empieza a llegar gente a borbotones, cada vez mas autobuses descargan sus pasajeros en esta plaza, equipos de deportistas con sus coloreados atuendos, azules, amarillos, verdes, grandes manchas de colores que se mueven al rededor, multitud de banderas ondean al viento … cada vez hay más gente, no sé si vamos a caber. A nuestro lado se sientan unas chicas madrileñas, llevan unas camisetas rojas con el logo del encuentro Madrid  2011, no paran de jalear, cantar, reírse, se lo están pasando pipa. Nosotros también. Esto es una fiesta. Por fin llega el momento, en las pantallas colocadas para la ocasión vemos aparecer al Papa, va en el papamóvil, muy escoltado. La multitud comienza a gritar enfervorizada, se escuchan gritos de ¡viva el Papa! por doquier. Dentro de nada pasará a nuestro lado así que cámara en mano me subo a la silla y apunto. No hago demasiadas fotos, prefiero mirarle, nunca volveré a tenerle tan cerca, solo a un  par de metros. Está muy delgado y ya está mayor, viste de blanco y me entran ganas de reír y de llorar a la vez, esto  es muy emocionante. De lo que vino después poco recuerdo, un sacerdote para cada parte del mundo que  presentaba a los grupos allí presentes,  el cura que habló en castellano  nos colocó en Melilla, nuestra querida ciudad hermana, ya llevábamos Ceuta en el corazón y la camiseta, los chicos de al lado que se dieron cuenta del error empezaron a corear por Ceuta, nosotros también. El caso es que estuvimos allí, el Papa lo supo, nosotros también, nos bendijo y aún nos dura la fiesta en el corazón.
Esa tarde  visitamos la catedral de Roma, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor, nos faltó la cuarta basílica de las mayores: San Pablo extramuros,  ya no daba tiempo.¡ Mira que son espectaculares las iglesias romanas! Los españoles quizás tengamos parte de culpa en ello, por ejemplo, el techo de oro de Santa María la Mayor fue obra y gracia de nuestros Reyes Católicos, el primero que se trajeron de las Indias Occidentales, o eso cuentan.

La misa de hoy va a ser en las catacumbas Domitila, primero las visitamos, hacemos un pequeño recorrido por el laberíntico embudo que forma el enterramiento para comprender como sentían su fe aquellos primeros seguidores de Jesús que decidieron enterrar a sus muertos fuera  de las necrópolis comunes. Las catacumbas solo son cementerios pero si escuchamos bien, aquí encontramos más testimonio de vida que de muerte, los símbolos como el buen pastor, el orante, el pez, la X y la P superpuestas, la paloma y tantos otros dibujos que vemos arañados en las piedras nos hablan de vida, de que aquellos primeros cristianos encontraban aquí en las catacumbas la fuerza y valor para vivir su fe en un tiempo de persecuciones y martirios .Son un maravilloso testimonio de la iglesia en sus albores. Nos reunimos en torno al altar en la basílica  semi-subterránea de los mártires Nereo y Aquiles, el techo está a la altura del aparcamiento donde nos ha dejado el bus. Es una iglesia dentro de las catacumbas construida donde antes había una capilla y seguramente por el deseo de los antiguos cristianos de ser enterrados cerca de sus mártires, hay muchos sarcófagos y símbolos cincelados por todas partes. Hoy le toca el turno a David que ofrece la misa en acción de gracias. Me encanta escucharle, siempre optimista y con una nota de alegría en su voz. Le da gracias a Jesús por protegernos, por guiarnos en esta segunda peregrinación.
Hoy me hubiera gustado despedirme de Roma paseando por la zona de los foros, el Coliseo, el circo, las termas, la escalera capitolina, el arco de Constantino, la columna de Trajano…. Es la roma de los cristianos que enterraban a sus difuntos en las catacumbas, pero … me quedo con las ganas, juegan a la pelota  Madrid y  Barcelona, actualidad manda, así que no hay salida expeditiva, hay tele. Me voy a preparar maletas que mañana volvemos a casa, a descansar lo que queda de Semana Santa. Definitivamente queda demasiada tinta en el tintero y he de volver por enésima vez a Italia, sobre todo a Roma, la ciudad eterna.

Las fotos de Roma pinchando en: ROMA

Mis fotos de Italia: https://photos.app.goo.gl/2BEyKfWuVXmtdcCU6

No hay comentarios:

Publicar un comentario