domingo, 20 de abril de 2014

Croacia peregrinos agustinos 2014.EL BUCÓLICO JARDÍN CROATA Croacia-4

Iglesia de Santiago
Es lunes, 7, es día de sorpresas. La primera es la iglesia de Santiago, la segunda Plitvice y la tercera y más entrañable, el cumpleaños del padre Emilio.
Antes de pillar ruta y tras un abundante desayuno, vamos a la pequeña iglesia que ya estaba al lado del mar antes de que el turismo de la corte austriaca inundara Opatija. Es una edificación muy restaurada, rodeada de uno de esos parques que embellecen la villa. Muchos detalles en la decoración la vinculan con el mar y con el santo, hasta los cristales de la puerta de la sacristía tienen cangrejos y vieiras.
mujer con gaviota
Le toca oficiar a Emilio, es su día, se le ve contento y feliz al lado de sus muy queridos amigos David, Esteban e Isidro, además de los que por allí acompañamos.
Vamos hacia el bus dando un paseo para despedirnos como se merece esta preciosa ciudad costera, le decimos hasta luego a la mujer de la gaviota símbolo de Opatija y al viejo marinero del pequeño puerto. Sigue asombrándome las playas artificiales en todo el litoral. En realidad no hay playas, esto es un trabajo aún por hacer de la naturaleza, así que los croatas se apañan con orillas artificiales.
terraza restaurante Poljana
Salimos de Opatija dirección al parque nacional de Plitvice. Debemos desviarnos de las autopistas para tomar carreteras de montaña, la carretera es un camino de lujo para motoristas, ofrece vistas de frondosos valles embutidos entre bosques y montes, curvas sinuosas que van ascendiendo poco a poco, cada vez mas alto, paisajes cada vez mas verdes y húmedos.
Mientras llegamos, nos vamos enterando de datos sobre este parque. El territorio ocupa unas 300.000 hectáreas pero solo son visitable 8 kilómetros cuadrados, que es donde se localizan 16 lagos. Estos se sitúan a distintas alturas por eso el agua va formando riachuelos, saltos, cascadas, rápidos... el terreno es roca calcárea porosa y dependiendo de los minerales que contengan el color del agua puede variar. La vegetación la forman hayas, abetos y pinos, hay muchas especies de mariposas, aves, murciélagos, lobos, linces y osos pardos que bajan al agua cuando los turistas abandonamos el parque. Llegaremos para comer y sobre las 3 de la tarde comenzaremos la visita. Debemos ir preparados para el frio y el agua, pues hay mucha vegetación, es probable que refresque.

Durante los años 60-70 antes de saltar a la fama, el parque sirvió de escenario para una serie televisiva de westerns  basada en las novelas de aventuras de un escritor alemán llamado Karl  May  que cuenta las peripecias del jefe indio Winnetou y su compañero de aventuras Old Shatterhand.
Otro episodio muy triste es que aquí murió la primera víctima de la guerra de los Balcanes. Los serbios estaban en contra de la independencia de Croacia,  tomaron las oficinas del parque que entonces ya era un destino turístico en 1.991, el resultado fue un guardia forestal muerto y la llamada "pascua sangrienta de Plitvice". En el 95 los acuerdos de Dayton devolvieron el parque a manos croatas.
Llegamos por fin al restaurante cercano al lago. Se llama Poljana, está situado muy cerca de unos de los caminos que conducen a la entrada sur de la lagos, la número 2. Es un caserón grande, de madera con una gran chimenea en el centro del salón donde comemos. Emilio nos invita a las cervecitas. Hay que brindar a su salud y que cumpla muchos más. Nos sirven pescado asado, probablemente pescado en las aguas del lago.
Nada más acabar nos dirigimos hacia la entrada del parque. Vamos a dividirnos en dos grupos, los que quieren andar mas y los que menos. Para no dar la vuelta y salir por la misma entrada, el bus lo enviamos a la entrada 1, allí volverá el grupo a unirse. Los que optan por la ruta corta toman un bus panorámico que les conduce a un paseo de unos 40 minutos a pie por la zona alta de los lagos. Los demás nos dirigimos a tomar el barco eléctrico, primero tenemos que descender unos 200 escalones amplios por donde nos cruzamos con un grupo de japonesas con las que volveremos a coincidir en distintas ciudades a lo largo de lo que queda de viaje.
Empezamos a asombrarnos con las vistas, la imposible luminosidad del agua de azul celeste grisáceo  a los turquesas bellísimos, el verde multitonos de la vegetación, la paz que se respira en este lugar... empiezo a volverme loca y a tirar fotos a diestro y siniestro.

Llega uno de los barquitos cargados de más japoneses que bajan y embarcamos los españoles. Tras unos quince minutos de navegación silenciosa y asombrada  llegamos a un embarcadero donde hay una zona de descanso. Aquí empieza el paseo a pie. Hacemos una simpática foto en una cabaña, seguimos nuestra ruta, comenzamos a oír la musicalidad del agua precipitándose hacia el siguiente nivel. 
 Podría estar horas escribiendo acerca de la belleza del paraje donde nos encontramos. Este bello y bucólico capricho de la naturaleza que utilizando el agua y la piedra ha dado a luz una joya que tardó 10.000 años en gestar, es un espectáculo con una belleza plástica difícil de superar, luminoso y umbrío, tranquilo y agreste, fantástico y romántico, entiendo que sea Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Seguimos andando, los caminos están bien señalados y hay zonas que van cruzando sobre el agua, por pasarelas de madera para salvar riachuelos y apreciar mejor las cascadas y los rápidos, senderos, pequeños puentes, alguna pradera. El agua es cristalina, se ven los peces, también objetos sumergidos como una piragua o un tronco que están petrificados. El agua está fría, muy fría. Procede de manantiales y pequeños arroyos que en este momento probablemente se esté deshelando. Cruzamos delante de alguna gruta... ¡esto es precioso!
La tarde es cálida,(o es la caminata), otro regalo de la naturaleza que nos ha preparado esta luz para disfrutar de tan excelso escenario. Sobran los abrigos, el agua, los musgos y líquenes, los bosques de hayas, pinos, abedules... es un festival de colores que estimulan la retina.
Casi al final, subiendo hacia la entrada 1, un gran estruendo nos anuncia que estamos delante del salto más alto, la cascada Slap, son casi 80 metros de caída en continuo. Fotos, fotos y mas fotos.  Es la madre Naturaleza.
Llegamos al merendero fritos por descansar un rato, ir al baño y tomar nuestra ración de cafeína diaria. Aquí leo una curiosa leyenda de los lagos, dice que la gente del lugar tenían un grave problema porque no llovía nunca y el terreno era árido y pedregoso así que rezaban, rezaban y rezaban para que la lluvia hiciera acto de presencia. El demonio, harto ya de tanto rezo, hizo aparecer una gran nube negra que estuvo echando agua hasta que el territorio se inundó y así aparecieron los lagos. Para mí que el demonio se equivocó porque esto es un gran jardín donde juegan los ángeles.

Tras reagrupar otra vez la tropa, volvemos al bus para dirigirnos ya a la costa dálmata. Goran nos regala un kiki a cada uno, están buenísimos, mañana debo acordarme de comprar media docena de paquetes.
  Esta noche dormimos en Zadar, ciudad que mañana visitaremos pero antes, en la cena tenemos una sorpresa preparada para el cumpleañero. De postre hay tarta con bengala incluida. Somos peregrinos, espero que nunca perdamos la alegría, la ilusión ni las ganas de divertirnos.

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video Pedro Plitvice

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