jueves, 27 de abril de 2017

Chipre y Grecia peregrinos agustinos 2017. Pasas de Corinto.- Chipre y Grecia dia 6

Me despido de Chipre amaneciendo el nuevo día. La isla milenaria, la que nos ha acogido y acunado con la serenidad de las tardes primaverales al sol, la de tranquilas aguas verde-azul cristalinas, la de cipreses, olivos y pinos centenarios que perfuman el ambiente. La de las notas de azahar y romero, de tomillo y lavanda que componen su banda sonora. La de montes nevados y playas desiertas. La que guarda  secretos monasterios y abadías de leyenda en sus entrañas. La de dioses mitológicos olvidados. La isla dividida, aunque de gentes amables, sonrientes que conducen al revés, con su mirar la vida flemático y pausado. La de ciudades de herencia británica y ambiente cosmopolita, donde el mestizaje entre Oriente y Occidente es tan antiguo como milenios de cultura le pasan por encima. La que un día lejano tuvo que presenciar como castigaban a San Pablo pero que fue la primera en adoptar su doctrina. Aquella donde los salmos de los popes ortodoxos se solapan con la llamada al rezo de la mezquita y las campanas que tañen a gloria. La que nos ha sorprendido con su riqueza histórica y patrimonial, con su gastronomía puramente mediterránea. La que cuenta con la inmensa suerte de que el turismo de masas aún no la haya descubierto. ¡ Ojalá volvamos a vernos las caras Chipre!

Muchas veces me han preguntado el porqué de este blog de peregrinaciones y siempre contesto lo mismo: es "de peregrinaciones y otras movidas". A parte de que me guste mas o menos escribir, lo que no quiero es olvidar. Aquí puedo expresar mis opiniones, mis experiencias y mis sentimientos sin herir mas al que lo lea por propia voluntad que además es libre de dejar su parecer en los comentarios. Ya responderé. O no. Lo de las peregrinaciones es simplemente porque la mayor parte de lo que cuento son viajes en busca de las raíces de mis creencias. No me tengo por beata pero si que he recibido una educación religiosa y me encuentro muy cómoda con ella. Además, respeto profundamente a los que se dedican a mantener viva nuestra fe católica y nos hacen salir de nuestra zona de confort removiendo nuestras conciencias y haciéndonos mover mente y cuerpo.
Claro ejemplo son los cuatro frailes, cinco en esta ocasión, que lideran estas excursiones: David, el mas joven de todos y sin embargo no le importa perderse por el Mundo con estos ya creciditos peregrinos, los dos Labradores discretos, agradables, amigos de todos, Emilio, el único caballa de nacimiento, con su genio y buen humor habitual que se echa al hombro lo que haga falta y el padre Bonifacio, que se ha metido en el bolsillo a todo el grupo sin darnos cuenta.



El sábado 8 de abril regresamos a casa vía Atenas, haciendo una "paradiña" en Grecia. Nos queda el fin de semana-fiesta para rematar otra maravillosa experiencia con los peregrinos del San Agustin by Ceuta. 
Recién aterrizados nos encontramos con Nina, nueva guía para las escasas dos jornadas que pasaríamos en tierras helenas. Por cierto, de "Grecia " nada de nada, esto es Hellas. Como manda Pitágoras. Nos chocó su aspecto casi hippy, su voz ronca ,sus caramelos infinitos y su comida para gatos callejeros, aunque nos ganó con su amabilidad y bien hacer. Nos metió a todos en un autobús, esta vez con las puertas y el volante en su sitio y nos llevó casi en volandas a Corinto, de donde son las pasas. 
 A Corinto, se la conoce por las pasas y por su espectacular canal decimonónico. Son mas de 6 km de tajo esculpido en la roca, trazado con escuadra y cartabón que separan el Peloponeso del continente y lo convierten en una isla uniendo el mar Egeo con el Jónico. Solo pueden navegarlo embarcaciones medianas debido a sus 23 m de ancho, 8 de profundidad y 40 m de altura.

Desde muy antiguo, los gobernantes de la zona lo tuvieron en su programa electoral, sus ingenieros andaban dándole vueltas al magín a  ver como lo excavaban. Ni siquiera Nerón lo consiguió, aunque atinó con el trazado actual. Casi 3000 años hicieron falta para dar por finalizada la colosal obra de ingeniería.

Aquí, en una enorme tienda de turistas, Canal Sovlaki,  hicimos nuestra primera parada peloponésica para conocer el canal  desde el Korinth Bridge y pelearnos con la tendera que nos escatimaba la degustación del muesli con pasas locales.
Si que pude comprar un libro sobre los viajes de San Pablo, en español. A todos nos suenan  las dos  cartas que envió a la comunidad cristiana de una de las sociedades mas descocadas y desenfrenadas de la época después de haber estado conviviendo con ellos algún tiempo.

Nina nos advirtió que comeríamos tarde por lo que todos nos surtimos de chuches varias.  Por el camino, nos fue llenando la cabeza de mitos y leyendas, como la del fundador de la ciudad, Sísifo , que enfadó tanto a Zeus que le condenó a subir una enorme roca a lo alto de una  montaña para volver a caer inmediatamente y comenzar de nuevo en una perpetua agonía. O la del encuentro de Pegaso, el caballo alado con el héroe Belerofonte en la fuente de Pirene. O la de Pirene, que se convirtió en fuente de tanto llorar cuando  Artemisa mató sin querer a uno de sus hijos. O la de Medea que se cargó a la novia de su ex y luego a sus propios hijos de un magnífico ataque de cuernos...
De aquí nos fuimos a conocer las ruinas de la antigua Corinto y empezó la magia.
En estos periplos hay muchos momentos que son especiales, a veces por las circunstancias personales de cada uno, otras por los lugares visitados,  o porque vas con amigos, motivo mas que suficiente para sentirte bien. En fin, por mil y una causas que se reúnen en ese instante.
templo griego de Apolo. Corinto

 El día que pasamos en Corinto fue de esos, un regalo inesperado que nos tocó el alma con la delicadeza de las alas de un ángel,  una huella en la memoria imposible de borrar.
La ciudad primitiva estaba formada por la acrópolis, Acrocorinto, situada el lo alto de un monte, el pueblo, Corinto, en una meseta y dos puertos: en Lequeo controlaban las entradas por el Jónico (los de Nathional Geographic lo andan retratando), mientras que desde Cencreas, en el Este, no le quitaban ojo al Egeo.

Entramos en la antigua ciudad de Corinto, solos prácticamente ante un  maravilloso escenario clásico. Sopla una ligera brisa que procede del mar Jónico, el sol calienta hasta necesitar pasar a la sombra. La mayoría de los restos son romanos aunque lo mejor es griego, el templo de Apolo con sus 7 columnas dóricas que aun permanecen en pie después de  2500 años. Cerca anda el Agora, la plaza centro de la vida diaria, tiendas, comercios,baños,  la fuente de Glafki (la que se iba a casar con Jason en segundas nupcias y Medea la achicharró), el teatro, el odeón, los propileos donde empieza la calzada que conduce al puerto....todo esto son simplemente piedras rotas que comienzan a tomar forma en nuestra mente cuando aprendemos lo que representan y somos capaces hasta de ver a la gente que habitaba entonces paseando entre ellas.


 Aquí, al raso, debajo de un árbol, tendremos la celebración de hoy. Sobre una piedra milenaria, un mantel de liturgia níveo en respeto a a la mesa a la que estamos invitados. Nuestros sacerdotes, porque son nuestros, se disponen a ofrecernos una de las mejores celebraciones de las que hemos disfrutado en estos viajes, comparables a la del Monte Calvario, la cueva de los Pastores en Belén o la de la Capadoccia.

Para compartir este momento en el blog os he pedido ayuda porque muchas veces, la visión del  que escribe está comprometida con sus sentimientos y sensaciones y sin querer se vuelve parcial. No me gusta por esto hablar de lo que siento cuando después de la lectura del Evangelio, en la homilía, reflexionas sobre las palabras que nos dedican nuestros padres y te das cuenta de los errores que a veces cometes, muchas veces sin querer, incluso contra los que mas quieres, y buscas el valor y la fuerza suficiente para rectificar. Porque los errores no son malos, se pagan incluso se llevan un trozo de nuestra alegría pero sirven para aprender y te dan la oportunidad de arreglar las cosas. Por eso es tan importante dedicar una parte de tu tiempo a esto.

Después de recibir vuestros mensajes y hablar con alguno de vosotros, me doy cuenta que no solo fui yo la que se hizo el firme propósito de ser feliz en el día a día, "carpe diem" siempre en positivo. No solo fui yo la que recapacitó en que lo importante es la intención que muchas veces no se corresponde con el frustrante resultado, no solo fui yo la que encontró motivos para agradecer cada día a Dios el hecho de contar con una familia, aquí y en el Cielo, en la que incluyo a amigos, anteriores y actuales, inmejorables. Tampoco fui yo la única que en un aletear de la brisa, se sintió como una viajera en el tiempo y fue capaz de oír la voz del apóstol entre esas piedras, ni fui la única que sintió al nuevo peregrino, el padre Bonifacio, como uno más a pesar de nuestros defectos, faltas e  incluso irreverencias, que no ateísmo.

Transcribo aquí algunos de los comentarios con los que habéis contribuido:.


"Macu no se si podre expresar bien mis sentimientos...
Para mi fue la Eucaristía mas especial de todas las que vivimos en este viaje.El entorno era precioso, los árboles,las flores,las ruinas...los cinco padres agustinos en esa ceremonia tan sencilla con esa roca por altar...,el padre Bonifacio en especial  dijo cosas tan hermosas que  me emocionaron enormemente.Me sentí como transportada a ese tiempo en el que Jesús predicaba en la montaña y todo el mundo le seguía para escucharle...creo que me sentí como ellos tuvieron que sentirse al estar con él.Tuve un nudo en la garganta todo el tiempo y derrame mis lagrimitas en silencio,intentando que nadie se diese cuenta...
Me sentí llena de paz y felicidad!!!"



"Creo que todos hemos compartido voz y opinión  para manifestar lo bien que lo hemos pasado en esta peregrinación. La impronta  que Corinto deja en mi, amén de la visión del Canal que me hacía mucha ilusión, fue la fuerza interior que sentí en la celebración eucarística de ese día en un paisaje tan encantador. "Una sinergia total de la que sin duda, todos salimos ganando".


"Macu, me pides que escriba algo sobre el día que pasamos en Corinto, porque todos sentimos que fue un día que tuvo algo de especial. A mí, esto de escribir no se me da muy bien, pero bueno lo  intentaré, aunque no me va a resultar nada fácil.
Es verdad que fue un día especial. Porque lo fue. Y por varias razones.
Porque todos sentíamos que el final de nuestro viaje, ese viaje que con tanta ilusión habíamos ido preparando y esperando durante un largo año, tocaba a su fin. Y nuestros ánimos quizás, estaban un poco más sensibles que de costumbre (eso sí, sin perder nunca el sentido del humor).
Y luego, aquel lugar, aquel paraje lleno de historia, de pasos, de voces y por encima de todas, la de san Pablo que había llegado hasta allí con la excusa de vender sus tiendas, para poder conocer a otros “peregrinos” comerciantes, artistas, que le sirvieran de altavoz de su fe en otros muchos lugares del mundo, de allá de donde venían y los que quizás él, no tendría oportunidad de conocer.
Y por supuesto, el momento de la celebración de la Eucaristía, bajo aquel enorme árbol que nos sirvió de capilla, con un altar de piedra tan bonito como el de la iglesia más bonita, aquellos bancos de piedra que cada uno fuimos buscando entre sol y sombra según el gusto (yo, menos mal que  soy friolera y allí, al final, detrás de todos, pude llorar a rienda suelta, pero era por el resfriado)
Fue una Eucaristía con algo de especial por todo esto, pero también creo que tuvo algo que ver el celebrante. Boni.
Boni, que había llegado sin hacer ruido. Mirando a cada uno del grupo y preguntándose, seguro, ¿Y estos de qué van? ¡Vaya cara de sueño que tienen todos! ¡Así no vamos a ningún sitio!, pero que nos fue ganando poco a poco, con sus clases magistrales de historia, su humor castellano (que ya nos viene resultando casi familiar), sus interminables escapadas para fumar y con su Homilía.
Esa Homilía en la que, entre otras muchas cosas, nos invitó a hacer algo  tan sencillo y que tan complicado nos resulta a veces, como es  disfrutar del momento presente, de cada momento, de ese momento en el que una simple mariposa con su vuelo, también quiere celebrar y compartir  la Eucaristía con nosotros.
Y yo, allí detrás, nos veía a todos, viviendo y disfrutando de verdad esa celebración. Pensando. Pidiendo. Dando gracias.
Y me dije: ¡Es verdad!  Disfruta de este día, de estos amigos. Que ningún mal recuerdo te impida disfrutar de este momento, de esta mariposa.
No pienses en los días que quedan de viaje, ni en el próximo viaje, que de eso ya podremos disfrutar luego, más tarde. El año que viene. "

ruinas de Corinto
"Recuerdo ese día como si fuera ayer. habíamos madrugado para coger el avión y llegar temprano a Atenas. Aquellas serian las últimas visitas del viaje, vísperas de la Semana Santa, sábado de Pasión, sabíamos lo que iba a sucede, lo que el Señor iba a sufrir. Nos encontramos en aquel maravilloso entorno donde San Pablo había vivido y predicado. La sensibilidad  flor de piel. Nuestro padre Boni que con su humildad y paciencia nos soportó durante toda la semana y nos instruyó con sus lecciones de historia y con sus conocimientos sobre el cultivo de plantas. Cómo nos hizo cambiar en un segundo de época y se convirtió en San Pablo. Ver a los cinco allí, debajo de aquel árbol y rodeados por nosotros fue como tuvo que ser entonces." 

Esto, es un pequeño muestreo de lo que me habéis dicho o enviado. debo daros las gracias a todos por vuestra pronta respuesta y al padre Boni darle la enhorabuena porque supo entrar sin hacer ruido y dejar su impronta en todos nosotros.

 enlace a la web de la antigua Corinto:https://www.ancientcorinth.net/default.aspx



Continuamos visitando el museo arqueológico situado dentro del mismo parque, donde se encuentran piezas inigualables pertenecientes a las ruinas.


Faustinae


museo arqueológico de Corinto



Por supuesto no dejan hacer fotos graciosas, nada de retratarse junto a una estatua ni mucho menos ponerle la cabeza.


mosaico de Dyonisios

Nos encontramos con esculturas tan magnificas como las de Cesar Augusto 

y trabajos en cerámica, que a pesar de la cantidad de años están en perfecto estado de conservación. Me comentó el padre Boni que eran tan buenos ceramistas y decoradores que vivían prácticamente del intercambio de sus creaciones por otros productos necesarios para vivir  ya que las tierras son agrestes y poco productivas.


  
Nina nos conduce a una enorme tienda dedicada a la reproducción de cerámicas en varios estilos, bajorrelieves, mármoles, estatuas, cascos griegos, joyas.... y antes de comer en una playa preciosa una pequeña parada en la iglesia ortodoxa de San Pablo con magnífico mural incluido.



mosaico de San Pablo

"Pablo tuvo que salir de la sinagoga porque los judíos se oponían y lo injuriaban. En una visión nocturna el Señor le dijo a Pablo: - No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño, porque en esta ciudad tengo yo un pueblo numeroso. Y se quedó allí enseñándoles el mensaje de Dios". (Hch 18,6)

Playa del Egeo???

Comemos  rondando la hora del te ingles, con 650ml de cerveza Canal, rica, rica. Nos vuelven a servir la crema de pepino y yogurt que tanto me ha gustado. Todavía no se como se llama. De aquí carretera hacia el hotel de Atenas que ya nos va haciendo falta una duchita rápida para volver a salir a conocer en lo poco que queda de día el centro de la capital.


Algunos se dan una vuelta por la plaza Sintagma, a escasos 500 m del hotel , otros se van después de cenar con Elena de tour nocturno con metro incluido a Plaka para conocer lo que mañana nos espera y otros nos quedamos en el ático del hotel Titania a tomar copas con magníficas vistas al Partenon.


Esto ya se está acabando, un parpadeo de pestañas y estaremos de nuevo en casa pensando si ha sido un maravilloso sueño o la increíble realidad. 



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