El temor y la aprensión me persiguen como una sombra cada vez que la intención de salir a la calle aparece en el horizonte. Hasta que un día decides que ya está bien, que no todo es logística hogareña y trabajo, que hay que volver a la normalidad anormal, esa antipática e injusta nueva normalidad que anuncia este gobierno de mis entrañas.
David, mi grande y brillante David que sin saberlo, sabe siempre calmar mi pensamiento y mi conciencia como nadie, me devolvió un regalo precioso que preparé durante mucho tiempo para ese grupo tan querido de compañeros peregrinos. El álbum de los 10 años, 11 peregrinaciones y un millón de encuentros: TEN. Así lo llamé porque en inglés es el número 10 y porque en español, el mejor idioma del mundo, es pura generosidad, como el grupo, TEN.
No hay horas de trabajo en ese álbum a pesar de lo que penséis, hay disfrute, hay risas, descubrimiento, entretenimiento, cariño y sobre todo agradecimiento a todos por haber participado con tanta generosidad. Emilio, mil gracias por tu epílogo, es precioso, como tu, siempre fuiste un niño bueno, desde chiquitito, de grande eres una gran persona. Por favor no nos dejes, ni tu ni Isidro, ni Esteban, ni ninguno. Cada uno de vosotros sois imprescindibles para el todo. No vale aquí decir que nadie es imprescindible, porque lo sois, todos lo somos, se puede tirar para adelante sin uno o unos cuantos, pero no queremos.
Salíamos el 28 de marzo hacia ese país, mágico, maravilloso y caótico, India, esta vez sin algunos. El 8 de marzo nos reunimos en torno a un buen cochinillo para ultimar detalles y de paso darnos un merecido homenaje. La conversación estuvo presidida por el virus de moda, nacido en China, (otro país de mis amores) que se iba expandiendo hacia Occidente en brazos no sabemos si de los vientos o de los viajeros asintomáticos, el caso es que en menos de una semana, nos cancelaron el viaje, India anuló todos los visados y en otra semana más, nuestra forma de vida cambió de manera radical. Todos teníamos miedo de esas cifras sin sentido que cada día daban en el telediario de las tres y nos asustábamos de pensar solo que alguno de los nuestros formara parte de ellas.
Miedo, tristeza, desazón, inquietud... palabras que no me gustan y hasta me impiden pensar a veces con claridad. Nuestro día a día cambió, ya no acudía a diario a trabajar, me quedaba en casa con mi portátil conectado al equipo del despacho, ya no podía salir ni si quiera a andar para bajar ese 160 que el glucómetro me marcaba casi todas las mañanas, ya no había consulta medica para arreglarlo, ni si quiera podías ir a comprar una cartulina o una barrita de silicona para las manualidades. Ya no voy los viernes de cañas, ya no me paso el día corriendo de un sitio a otro para tener la comida a tiempo, la casa limpia y la ropa planchada, ahora tengo todo el tiempo del mundo. Pena, turbación, desasosiego, ¡que palabras mas feas!
La India, por segunda vez, se ha convertido de nuevo en un proyecto, una posibilidad que tardará mas o menos en fraguarse, de mientras, intentemos ayudar como podamos. Lo peor está aún por llegar. Lo fácil ha sido quedarse en casa y mas fácil es aún salir embozados. Ahora vienen los zombies (seguramente habréis visto el gag) y debemos estar preparados para auxiliar a todos los desamparados. Van a ser muchos. No es momento de hacer críticas destructivas a un gobierno reactivo que se ha visto superado por una crisis de dimensiones nunca vistas, lo que debemos hacer es trabajar y exprimir neuronas para tener preparadas todas las soluciones posibles a problemas que van a parecer antes o después en nuestras respectivas parcelas. Dejemos la política a un lado, ya habrá tiempo para que rueden cabezas.
En cuanto a lo nuestro, estoy convencida que esto no acaba aquí, en el TEN. El año que viene estrenamos década y puede que sea prodigiosa. Será diferente, tendremos peregrinación entre el 4 y el 11 de abril y quizás sea una de las mejores, o eso espero. Confío en Merche, pero sobre todo, en vosotros. Un abrazo a todos.
en el enlace, el álbum TEN: ALBUM TEN
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