Viajamos hacia la costa Dálmata. Probablemente el nombre de
los perritos blancos con pintas negras no tenga nada que ver con este litoral
plagado de islas, o quizás sí. Croacia tiene como unas 1400 en sus costas de
las cuales unas 60 están habitadas.
El primer destino hoy es Zadar, la antigua Zara latina. Tras
la inesperada fiesta de anoche, las
caras en el desayuno están animadas y
sonrientes. De nuevo hay que arrastrar maletas,
esta noche dormiremos en Split.
Terraferma |
Zadar ha cumplido ya 3000 años. Lo primero que descubrimos
son unas murallas muy antiguas en las que se abre una gran puerta, Terraferma . El león alado veneciano la preside. Tomamos un atajo para dirigirnos a la plaza de
los Cinco Pozos, antiguo abastecimiento
de agua de la ciudad junto a una torre medieval cuadrada, restos de la antigua
muralla.
Enseguida llegamos a la iglesia de San Simeón. Venimos
advertidos de las malas pulgas del párroco, no podremos abusar de las máquinas
fotográficas, ni charlar, ni otros comportamientos pocos fervorosos dentro del
templo. Hoy oficia la misa el padre Esteban. La iglesia tiene un aspecto
exterior un tanto extraño, está pintada en un color oxido anaranjado , no parece tan antigua como
es, se nota que ha sido muchas veces restaurada, sin embargo se levanta sobre una basílica
paleocristiana y está dedicada a uno de los santos patronos más populares de
Zadar, San Simeón, del que guarda sus restos momificados. Empezamos a hacer bromas con
mantear al santo a ver la cara del señor cura.
iglesia de San Simeón |
En el centro del altar mayor y mantenido en alto por dos ángeles, se encuentra el sarcófago recubierto en plata y pan de oro. Fue mandado
realizar por Isabel de Bosnia reina de Hungría y Croacia en el siglo XIV, a ver
si se le concedía la gracia de un heredero varón. Según dicen, solo lo abren el día 8 de octubre que es el día
del santo, sin embargo, el párroco le pide ayuda a Goran y deja los restos
momificados a la vista durante la misa.
A mí esto siempre me ha dado un poco de repelús. Al acabar la celebración nos
permiten pasar cerca de la urna e incluso podemos llevarnos unos sobrecitos conteniendo
reliquias, hemos debido portarnos bien porque este señor estuvo atento hasta
ver quien rezaba y quién no.
Hace un día precioso, el sol está en la calle y hay mucha
gente paseando, viendo escaparates, en terrazas,... el centro de Zadar es un laberinto
de callejuelas con monumentos góticos, renacentistas y barrocos, el suelo es de mármol, hay grandes columnas y
obeliscos por doquier... otra preciosa y animada ciudad croata.
En la placita donde está la iglesia, la guía local nos
cuenta como la ciudad romana y luego la medieval estaba construida en una
península rodeada por murallas frente a un archipiélago con unas 300 islas,
algunas hoy día aun vírgenes que la protegían
de ataques, vientos, mareas etc...son las islas Kornati.
Vamos paseando por la calle Siroka dirección al campanario
de la catedral, antes nos detenemos en la plaza del Pueblo. Este es el lugar de
encuentro de la población desde hace cientos de años. Cuatro edificios son
destacables, el de la Guardia Nacional,
ahora museo etnológico; enfrente, la antigua logia, que se convirtió en palacio
de justicia y ahora es sala de exposiciones; también el ayuntamiento y el
palacio Ghirardini.
Seguimos andando, llegamos a la iglesia de Santa María,
desde sus escalones una explanada se abre ante nosotros, aquí podemos
contemplar el antiguo foro romano, la iglesia de san Donato y el campanile de
la catedral de Sta. Anastasia.
El foro es del siglo I d.C., está dedicado al emperador
Augusto, me sorprende que forme parte del
decorado de la ciudad, no hay entrada ni que pagar para verlo ni nada. Es el más
grande de la costa del Adriático pero la mayoría de las piedras las usaron para
construir las murallas medievales y las fortificaciones.
La Iglesia de San Donato es quizás el edificio mas señero de
la ciudad, es redondo, robusto, de
estilo prerrománico bizantino, su solidez la ha demostrado con creces a lo
largo del tiempo. A pesar de tantas guerras e invasiones siempre se mantuvo en
pie. Antes se llamaba de la Santísima Trinidad pero Donato, arzobispo de la
ciudad, hizo suficientes méritos para que lo enterraran allí y le cambiaran el nombre
a la iglesia.
La guía nos recomienda que vayamos a ver la catedral de
santa Anastasia, la iglesia de san Crisógino, el órgano marino que está en el
puerto y el saludo al Sol. Todo esto antes de irnos a comer. Ya tengo encima el
síndrome del Stendhal, a correr!.
Empezamos por la catedral de Santa Anastasia, tiene un
tremendo parecido a las iglesias toscanas. Dos rosetones en la fachada y arcos ciegos en cuatro alturas. Es ancha,
robusta, llama la atención la sillería del
coro y las puertas de la entrada.
organo marino |
De aquí continuamos hacia un impecable paseo marítimo. Hay ferrys continuamente saliendo y entrando del
puerto que está muy cerca. En el suelo empiezan a aparecer circunferencias de
cristal azul con bordes metálicos, es el Saludo al Sol, conforme nos vamos acercando a la circunferencia de 22 metros de
diámetro que simboliza al astro rey los planetas van apareciendo. Descubrimos agujeros en el pavimento por donde salen sonidos y escalones con más huecos, es el Organo del Mar
ideado por Nicola Basik. Cada vez que se mueve un poquito el mar, se oyen
sonidos extraños, es una sinfonía marina relajante dicen unos, afrodisiaco para las ballenas dicen otros,
creada por el vaivén de las olas. Los escalones de este instrumento son un
magnifico lugar donde sentarse un rato para contemplar vistas y escuchar la música marina. Que delicia disfrutar aquí del aire, el mar y
el sol. Hitchcock dijo:"
Zadar tiene la más hermosa puesta de sol del mundo".
saludo al Sol |
Llegó la mejor hora del día,
buscamos un sitio donde tomarnos una gran cerveza zareña antes de comer
en el céntrico restaurante 2Ribara. En la sobremesa brindamos con Maraschino, el licor que sirvieron en el
Titanic, lo fabrican con cerezas dálmatas. Es como nuestro anís del mono pero más
dulce aún y con cierto olor a fruta, muy bueno, pero seguro que da resacón.
Tras unos kilómetros de siesta en bus llegamos al paseo
marítimo de la ciudad más grande de la costa Dálmata, segunda mayor del país,
Split. A pocos pasos, tras cruzar la calle y subir unas escalones gigantes
aparece el capricho del emperador Diocleciano, Spalatum. Nada más entrar tengo la sensación de estar en
un enorme foro romano reconvertido en centro comercial. Bajo arcadas ennegrecidas
por el tiempo se abren modernos edificios y locales alumbrados con luces de
neón.
Lo de ser emperador debe ser agotador pues más de uno
pensando en su jubilación se construyó una humilde morada en lugares nada
desdeñables, Tiberio se retiró a Villa Jovis
en Capri, y Diocleciano, dálmata de
nacimiento, se construyo la ciudad palatina junto a su natal Salona en el tiempo record de 10 años, 17
siglos después aún sigue en pie gran parte de ella.
El palacio ocupa un recinto de 200 x 200 metros atravesado por
dos vías principales, el cardo maximus que recorre de Norte a Sur el edificio
uniendo la puerta Aurea con la puerta de bronce y el decumano de Este a Oeste,
uniendo la puerta Argenta con la puerta
de Hierro. De los cuadrados resultantes, los que daban al Norte estaban dedicados a los oficiales y a la
administración, mientras que el resto estaba ocupado por las dependencias
del emperador, su mausoleo y el templo
de Júpiter separados por un patio central o peristilo.
Pero Diocleciano no
pasó a la historia por construir este fabuloso palacio sino por idear la
tetrarquía romana que repartió el imperio entre dos emperadores augustos y dos
cesares lo que daría lugar a la partición final Oriente- Occidente y porque a
partir del año 303 algo hizo fijar sus ojos en los cristianos persiguiéndoles
con saña, llegando a matar a mas de 150.000 personas, entre ellos los médicos
Cosme y Damián, San Dimas o Santa Inés.
Fue el primer
emperador en abdicar al concluir los 20 abriles establecidos por la
tetrarquía. Cuando el imperio se tambaleó fueron a buscarle a ver si arreglaba
la marimorena que se había montado con su sucesión, a lo que contestó que prefería
cultivar coles. Muy poco tiempo después
murió y su ciudad se convirtió
en un enorme taller de uniformes romanos. Cuando ya nadie se acordaba de
Diocleciano ni de su magnífico palacio, llegaron los bárbaros y los ciudadanos
de Salona se refugiaron tras las robustas murallas de Spalatum. Se alojaron en sus dependencias que fueron pasando de padres a hijos,
modificando el recinto a placer de cada cual, construyendo y restaurando la
estructura para habilitar viviendas, capillas, palacios, iglesias, comercios, restaurantes,
cafeterías... Así el mausoleo del emperador pasó a ser una catedral, el templo
de Júpiter un baptisterio, los antiguos patios
son ahora animadas plazas con sus cafés o el vestíbulo que conduce a las
habitaciones del emperador dependencias municipales. Aún permanece en pie la
estructura amurallada, y sobre todo los sótanos intactos que reproducen las
estancias del piso principal, la sala de
planta circular con enormes sillares de piedra que ejerce de distribuidor, el
refectorio, el triclinio, la biblioteca, jardines interiores...Algunas de estas galerías subterráneas
son ahora lugar de tiendas de suvenirs, láminas de dibujos o filigranas en
plata que según dicen solo las hacen también en Salamanca, herencia de la
colonia de judíos sefarditas que se establecieron aquí huyendo de
España en el siglo XVI.
Los sótanos permanecieron durante siglos llenos de escombros
y basuras arrojados por los habitantes de la ciudad superior. Así han conseguido
permanecer intactos hasta mediados del siglo pasado en que empezaron a escarbar y
apareció el mejor sótano de palacio romano del Mundo.
Las gradas del peristilo, justo delante de la catedral de
San Doimo, es la zona más bonita y
espectacular del palacio. Es la plaza central de la vida de Split, allí una
esfinge egipcia negra contempla impertérrita el paso del tiempo y de visitantes frente al café Luxor. De aquí hay un paso al Baptisterio de San Juan
y a la calle del "déjame pasar". La verdad es que todo este recinto
es un batiburrillo de edificios que a lo largo de la historia han ido
construyéndose de manera caótica y han llegado a conformar un recinto único en
el Mundo.
Salimos por la puerta de Hierro adornada por la Torre del Reloj
y la estatua de San Antonio, estamos en la plaza Nacional, segundo lugar de
reunión para locales y visitantes. Amalita que ya esta hasta la bola de tanta
piedra, se sienta en unos escalones al
pie de una estatua de un famoso escritor y se pone a charlar animadamente con unos italianos. Esta
mujer es la leche!. La plaza está formada por edificios góticos de estilo
veneciano, palacios renacentistas y barrocos, incluso un hotel.
Seguimos por el segundo núcleo de Split, la
ciudad nueva, que tambien es muy antigua, aunque menos, a ver si compramos algún
recuerdo. Al final de la Riva se encuentra la plaza de la República muy bonita y muy veneciana también, se ve la influencia de las culturas
venecianas, napoleónica y austrohúngara en esta ciudad. Seguimos paseando buscando la
puerta de Oro de la ciudad vieja, allí encontramos la estatua del obispo Gregorio Nin que no quería
cantar las misas en latín, hay que frotar el dedo gordo del pie para que nos de
suerte. El cardo está lleno de tiendas de souvenir, compro un macuto azul muy bonito para la playa y algunos imanes de recuerdo.Hoy tambien me estoy inflando a fotos, todo me llama la atención, es muy original esta ciudad.
Después de cenar buscamos un local donde ver al Madrid que
juega la copa de Europa con el Borusia. Nos sentamos en una terraza cercana al
palacio a tomarnos unas copas y disfrutar el encuentro. Cuando vamos a darnos
cuenta hay un grupo de alemanes al lado, grandes como armarios. Buffff!!!
Me gusta más
Split nocturno, está bien iluminada, no hay apenas gente, no se ve tan sucia,
sino romántica. parece el escenario de una película gótica. Se puede disfrutar de los edificios, de las postales que nos muestra con tranquilidad, hace una noche estupenda
No me extraña que romanos, venecianos, franceses, alemanes, austriacos... estuvieran tanto tiempo por aquí, totalmente enamoraditos del capricho del emperador.
No me extraña que romanos, venecianos, franceses, alemanes, austriacos... estuvieran tanto tiempo por aquí, totalmente enamoraditos del capricho del emperador.
fotos de Zadar: fotos de Zadar
video Pedro