sábado, 27 de septiembre de 2025

La Rioja- 7 por Burgos y Ávila

Salimos de Haro serían las 9.30 cumplidas con la intención de parar en Burgos a desayunar y dar una vuelta por los alrededores de la catedral. Mari Loli y Jose no habían pisado la capital de la Ribera de Duero y era condición "sine qua non". No se puede pasar por Burgos sin pararse al menos un ratito. 

Plaza Mayor de Burgos

Una hora más o menos tardamos en llegar y con un hambre de lobos. Tesla se quedó esperándonos en el parking de la plaza Mayor, mientras nos fuimos a buscar una cafetería. Hacia un frioooooo.... el grajo andaba volando bajo. Menos mal que llevábamos a mano los plumas, porque hicieron falta de verdad. En la plaza Mayor dimos la vuelta completa al ruedo buscando donde sentarnos, pero a mi love no le venía bien ningún garito. Al al final acabamos desayunando croissanes con cafés en la primera que había rechazado, Juarreño, de las famosas de Burgos con repostería de alto standing. Estaban riquísimos, me hubiera comido diez.

 Llegamos paseando a la plaza del rey San Fernando, y ahí estaba, esa bellísima catedral de Burgos, ocho siglos después de que el rey Fernando el Santo colocara la primera piedra sigue provocando admiración y es que la historia en realidad no se mide en fechas, sino en capacidad de emocionar. Hace que los ojos miren al cielo. Esas agujas de encaje tan altas, livianas, casi etéreas, parecen que no son de piedra. Cada vez que la veo más la admiro. Tienen una web fantástica, hasta con un videojuego. En el enlace de arriba.

Unas fotos en el banco del peregrino con ella como telón de fondo mostrando su eterna belleza. ¿Como no va a ser patrimonio de la humanidad? Fue la primera en convertirse en monumento histórico artístico de España a finales del XIX y en 1984 la UNESCO la reclamó para sus filas, no solo por lo grande y espectacular que es, ni porque date del s.XIII, ni porque se mantenga en pie sin haber perdido un pelo, sino por el significado que tiene en el camino Jacobeo. Ella y el casco viejo burgalés son patrimonio.

Algún día volveremos y haremos la visita completa de la catedral, hay que presentar nuestros respetos ante la tumba de D. Rodrigo Díaz de Vivar, el gran comandante. 

dejó vídeo sobre la catedral

De allí hay un paso al arco de Santa María, una de las antiguas doce puertas que aun se conserva de acceso a la urbe antiguamente amurallada, restaurado con motivo de la visita del emperador Carlos I. 

Caminamos por el paseo del Espolón hasta la rotonda de Don Rodrigo, Sidi para sus tropas, Mio Cid para la historia. La estatua ecuestre luce sus características largas barbas mientras sujeta a Tizona señalando el lugar de destierro, al que se dirige al trote sobre Babieca.

Y cruzamos el río por el puente de san Pablo el mas antiguo de los que cruzan el Arlanzón, aunque muy restaurado. Acompañan en el destierro además de Dña Jimena y sus hijos, otros ilustres personajes relacionados con la historia de Sidi. 

Volviendo al coche por la Paloma, nos metimos en un super a comprar morcillas de Burgos y zurracapote. Me quedé con el nombre, Sandro y luego lo busqué en Google. Tienen página web: https://sandroalimentacion.es/ Venden productos típicos de Burgos y por supuesto, riberitas.

Las 12 del medido día, el tiempo había pasado en un suspiro, era hora de irse, nos quedaban un montón de kilómetros hasta Ávila, había que comer y darle de comer a Tesla y sobre todo, llegar antes de las 5 de la tarde, porque teníamos freetour con Guruwalk y no queríamos perderlo.

El coche, que se lo guisa y se lo come todo el solito, nos llevó a los supercargadores de Tordesillas, en la urbanización el Montico. Unos 20 minutos que dieron para una cervecita en la terraza de un hotel justo al lado, e ir buscando algún asador para degustar un buen chuletón o cochinillo, lo mismo daba a estas alturas.

Ganó el figón de Arévalo, llamamos y nos dieron mesa con cierta dificultad, andaban llenos, pero la dieron. Nos avisaron que se les había acabado el lechazo aunque de lo demás, había de todo. Llegamos pasadas las 14.30h Quedaba una mesa en la terraza y allí nos acoplamos los cuatro. Estaba lleno a rebosar. Nos atendieron de lujo, comimos como reyes, otra vez. Cochinillo, morcillas con piñones y pasas y no sé qué más, echamos un ratito de postres y sobremesa y se nos hizo tarde. Eran mas de las 16h y nos quedaba un rato para llegar a la cita.

Le puse mensaje al guía, David, a través de la aplicación, que nos esperase que llegábamos 10 min tarde y me contestó que iría mandando la ubicación de donde estuviera el grupo para que nos incorporáramos en cuanto pudiéramos. Con gente así da gusto.

Llegamos a Ávila serían las 5 pero nos quedaba aparcar y desplazarnos al punto de encuentro. Localizamos un parking justo al lado de la estatua de Santa Teresa, cerca de la puerta del Alcázar donde habíamos quedado. Para colmo, varias calles del centro que estaban cortadas por obras nos hicieron dar unas cuantas vueltas de mas, mas retraso. Llegar al parking y salir zumbando fue una. No encontrábamos al grupo hasta que me di cuenta que David nos había enviado un mensaje, corrimos a su encuentro, andaban aún en el exterior de las murallas. El grupo estaba formado entre otros, por tres tríos de papás con uno de sus vástagos, chicos que acababan de ingresar en la academia de policía y aprovechaban la tarde en compañía de sus padres para conocer el entramado de calles que sería su ciudad de acogida durante los próximos meses.

La visita a Ávila fue ESPECTACULAR, además de ser un magnífico guía, David supo enseñar, entretener y amenizar la tarde. Hizo que nos enamoráramos de su ciudad tanto como lo está el.

Y como no, aquello empezó a pie de las murallas, patrimonio de la humanidad desde 1985, la mejor arquitectura militar defensiva del románico español y única en Europa tan completa. Que yo sepa, se le acercan Lugo y Carcassone en Francia, poco más.

La ciudad, fronteriza con los reinos moros, gozó de fueros y exenciones especiales durante un par de centurias para conseguir poblarla. Llegó un momento que necesitó protegerse y es entonces cuando se refuerza la muralla preexistente (s.XII), con toda aquella piedra que estuviera a mano, necrópolis, acueductos, edificios civiles, antigua muralla romana, visigoda...se ven las huellas si te fijas en las piedras.

También se ven las hendiduras donde estaban encastradas las vigas de casas construidas pegadas a la muralla por la parte exterior y que poco a poco han ido desapareciendo, excepto dos que quedan, por una de ellas es por donde se sube para recorrer el adarve superior.

Los paños y cubos se van adaptando al terreno, en una zona es mas baja, aprovecha un barranco por donde es imposible atacar, en otras sobre todo en la que estábamos, mas alta, mas ancha, mas robusta. Las puertas igual, las del Alcázar y la de San Vicente que veremos en un rato son las mas seguras, con foso y barbacana. Las cifras mas o menos eran, 2,5km de longitud, 9 puertas, 87 torres y 2500 merlones. (las almenas son los espacios entre los merlones, David lo dejó claro) . Frente a cada puerta se alza una iglesia, Dios protege.

Llegamos a la puerta del Alcázar llamada así porque daba acceso al antiguo Alcázar hoy desaparecido cuyo lugar ocupa la plaza de Adolfo Suárez. Frente a esta puerta, una iglesia, la de San Pedro en la plaza del mercado grande, y junto a ella dos esculturas de dos enormes señoras, la reina Isabel I de Castilla, la Católica y Santa Teresa de Jesús, o de Ávila.

Cimorro de la catedral

En lugar de entrar a la city, seguimos caminando, David nos conduce un poco mas al Norte, continuamos pegaditos a la muralla. Paramos frente a la parte trasera de la catedral, la girola, por donde empiezan a construirse estos edificios y parte mas antigua, aquí le llaman "cimorro". Una estructura que interrumpe el lienzo y se comió unas de las torres barbacanas (eran 88, ahora son 87). 

Este cimorro que aparece en el escudo abulense es el protagonista inocente de la primera leyenda que nos relató el guía, por cierto, bastante escabrosa, la del Rey niño. En el año del Señor 1109 Alfonso I el batallador rey de Aragón contrae esponsales con Doña Urraca reina de Castilla, viuda, quien ya tiene un hijo que heredaría el reino de su madre. Don Alfonso quería fusionar Aragón y Castilla bajo su corona por lo que necesita hacer desaparecer al infante castellano. Dña. Urraca bien lista ella, escapa con su hijo y se refugia en Ávila. Hasta allí llega el rey aragonés y pide ver al niño. Se lo muestran por las almenas de la muralla, como no lo reconoce y teme acercarse pide rehenes. 70 caballeros salen por la puerta de la Malaventura mientras el rey se acerca al cimorro y comprueba que aquel es su hijastro. No puede conseguir su propósito pero sí ser cruel y manda a hervir en aceite a los 70 caballeros apresados, en un lugar que aun lleva el nombre de aquella tragedia, las Hervencias. El niño se convirtió en Alfonso VII el Emperador rey de Castilla y León que aparece también en el escudo junto a la leyenda "Ávila del Rey".  

casa de las Carnicerías

Pegadito al cimorro el siguiente acceso, la puerta de la Harina o de la catedral. En este tramo no se ve la muralla, hay dos grandes casas adosadas a ella, una es la de las Carnicerías y la otra el antiguo hospital de san Martín. En la primera se encuentra la oficina de turismo y el acceso al adarve de la muralla, la segunda mantiene en su portada un relieve con la figura del santo a caballo partiendo su capa con un pobre. 

Y llegamos a otro de los grandes accesos, San Vicente. Esta doble puerta permite el paso justito a vehículos, aunque a pesar de eso, permanecimos durante unos minutos en su interior a fin de contemplar su estructura, donde se alojaba la reja que caía para impedir el paso, además del agujero para arrojar agua o aceite hirviendo a los que no fueran bien recibidos. Antiguamente contaba con foso y puente. Cerca de esta puerta vimos tallado en uno de los sillares un verraco. 

Y frente a la puerta, la iglesia de San Vicente, románica, con trazas góticas, elegante, preciosa. Dedicada a tres hermanos, Vicente, Sabina y Cristeta, mártires por la obra y gracia del emperador Diocleciano. El mismo judío que intervino en su martirio se arrepintió y les dio sepultura. Sus cuerpos permanecen en la cripta de la iglesia bajo la cabecera de la misma, lugar que se conoce como "la soterraña" nombre que comparte con la patrona de Ávila, en el templo se aloja la virgen románica de la Soterraña, muy venerada por santa Teresa. Las dos son patronas de la ciudad.

Por fin accedemos al interior, nos dirigimos por la calle frontal a la puerta de san Vicente hacia el palacio de los Verdugo, una antigua casa noble del siglo XVI en cuya puerta blasonada por los escudos de los Águila y los Verdugo, encontramos un verraco de granito. En realidad se llaman esculturas vettonas, los vettones era un pueblo anterior a los romanos que ocuparon estos territorios. Las esculturas, que representan animales como toros, cerdos o jabalíes, marcan zonas importantes para el ganado como pastos, fuentes etc. Los mas conocidos son los Toros de Guisando, aunque hay muchos y de muchos tamaños. 

Esta casa noble de aspecto bastante sobrio, de carácter totalmente defensivo, con solo una puerta, dos torres, sin ventanas en la planta baja, alguna en la segunda mas bien pequeña, saeteras, troneras etc etc, la construyó un noble al servicio de D. Fernando, hermanísimo del emperador Carlos V. Después paso por un montón de manos incluida la de los jerónimos y jesuitas hasta la desamortización, (el reino necesitaba cuartos para sus guerras y la iglesia andaba mas a favor del bando contrario) hoy es sede de la secretaría general de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.

En el interior, un bonito patio porticado expone escudos de familias nobles abulenses. Yo andaba buscando un baño y le pregunté al guarda de la entrada, el hombre, encantador, me indicó el camino y me perdí, por un pasillo me encontró un funcionario y amablemente me acompañó y me esperó para sacarme de aquel laberinto. 

Cuando volví al grupo David estaba explicando algo de un pozo situado en el patio, muy muy profundo. Le hice una foto por si acaso pero no se de que iba el cuento.

Continuamos cambiando de dirección para meternos en el corazón del casco antiguo. Nos volvimos a parar frente a una fachada con un mural en el que destacaba un nombre de mujer, Dña. Jimena Blázquez, esposa del alcalde de la ciudad, que en uno de los asedios de los moros, cuando la mayoría de los caballeros y soldados estaban ausentes, tomó el mando, pidió a todas las mujeres que se colocaran mallas y armaduras, subieran a las murallas, encendieran fogatas e hicieran sonar las trompetas, de tal modo que el moro entendió que aquello estaba lleno de soldados y desistieron en el intento. En el enlace lo explican bien.

Plaza del Mercado chico

 El siguiente punto de interés es la plaza del Mercado Chico, plaza Mayor de Ávila intramuros. En un lado se encuentra el consistorio y enfrente, la iglesia de san Juan Bautista donde fue bautizada santa Teresa. Aquí aprendí que Ávila es la capital de provincia mas alta de España, con 1.131m de altitud, le siguen Soria y Segovia. 

Explicó David que al parecer, la plaza era la intersección de las dos vías principales de la urbe romana, el cardo y el decumano donde se hallaba el foro, posteriormente ya en la Edad Media, se dedica al mercado y otros menesteres, tomando las calles adyacentes nombres de gremios como pescaderías, cuchillerías, zapateros... Cada viernes se sigue celebrando un mercadillo de frutas y verduras desde que los Reyes Católicos lo autorizaran por el 1494. Y siguen.

Continuamos camino abajo, y llegó el momento de topar con la iglesia: una estatua de san Juan de la Cruz nos hace parar un segundo para conocer unas pinceladas de este gran hombre y poeta. Entre sus manos orantes alguien ha depositado un ramo de flores. Conoció a Teresa recién ordenado sacerdote, tenía 25 años, ella cincuentona, ya había fundado la orden de las carmelitas descalzas tratando de volver a la regla austera del Carmelo para dejar el lujo y opulencia en la que vivían la gran mayoría de los conventos en el Siglo de Oro. Coincidieron en Medina del Campo, Teresa había acudido con motivo de la apertura de su segundo convento. Le pareció tan buen hombre que le propuso liderar la orden masculina de los carmelitos descalzos y él aceptó, fue el primer fraile carmelita descalzo. Sus mismos compañeros de orden se le opusieron tan ferozmente que fue incomprendido, perseguido, maltratado y encarcelado.Aquello duró por lo menos nueve meses, hasta que consiguió escapar.

Durante un tiempo, fue confesor del convento de la Encarnación de Ávila además de amigo de la santa. Ambos, además de ser santos, son Doctores de la Iglesia.

Y por supuesto, como no hay Roma sin César, no hay Ávila sin santa Teresa. Teníamos que conocer de primera mano a esta mujer de bandera que tanto inquietó en su momento a la santa inquisición.

En la plaza de la Santa encontramos la casa de los carmelitas descalzos y el albergue "casa natal de santa Teresa". Entramos, y comprobamos que el edificio protegía el lugar en que nació, lo que quedaba, un patio y un dormitorio que se arreglaron a toda prisa cuando venía el Papa a Ávila.

David nos contó muchísimos detalles de ella, de su familia de buen estatus social y origen judío, enfermedades que sufrió, carácter firme, pensamiento místico, contemplativo y en definitiva, de la vida de esta mujer. También sobre sus aficiones a leer la vida de los Santos y las novelas de caballerías, quizás de ahí ese carácter intrépido y soñador.

De pequeñita se sentía fascinada por ser mártir de los moros e intentó escapar de su familia con uno de sus hermanos, Rodrigo, menos mal que uno de sus tíos consiguió pillarlos a tiempo. Volvió a escapar de la casa paterna con 18 o 20 años para ingresar en el convento de la Encarnación de Ávila. Enfermó en un par de ocasiones y hasta se la dio por muerta. Poco después de fallecer su padre es cuando comienzan los paroxismos y éxtasis.

Fue una incansable escritora a pesar de que las mujeres de su tiempo no estaban instruidas en estas artes. Vimos una muestra de su escritura en el pequeño museo que tienen. Sus libros, sobre todo el de Vida fueron responsables de que tuviera que ser interrogada por la Inquisición. La princesa de Éboli (la del parche en el ojo) que quiso entrar en el convento de Pastrana fundado por Teresa que no la aceptó, también la denunció a la Inquisición, aunque esta denuncia no prosperó. Parece ser que influyó muchísimo las amistades que tenía con familias importantes, sobre todo los de Alba. La duquesa era íntima de la monja.

En cuanto a su muerte acaecida en Alba de Tormes a donde había viajado a instancias de la duquesa de Alba para asistir al parto de su nuera, nos condujo a detalles algo escabrosos, el expolio de reliquias. Uno de sus dedos estaba en el museo. Me negué a sacarle una foto.

 Después de muerta, pasado un tiempo abrieron su sepultura y la encontraron incorrupta, con las vestiduras podridas. Mutilaron el cuerpo en algunos trocitos que se llevaron a distintos lugares entre ellos Ronda, Roma, Lisboa, Madrid, Ávila, Sevilla, Burgos, Granada… Esto era un comportamiento habitual, comerciar con reliquias de santos. Desde el siglo XVII se determinó que para evitar el expolio se encerraría el cuerpo en una urna de plata, un sarcófago de mármol con tapa de bronce, una reja y diez llaves. El misterio de las diez llaves

 "Las llaves están agrupadas en juegos de tres, más una independiente. El primer juego está en poder de la priora de las Carmelitas de Alba de Tormes; el segundo está custodiado por el Padre General de los Carmelitas Descalzos en Roma (Orden del Carmen Descalzo) y el tercero, por la Casa de Alba, que hace algunos años lo depositó en el palacio de Monterrey de Salamanca. La décima llave pertenece a la Casa Real." 

Una cosa que he leído y que casi me da un infarto es que Franco, estaba totalmente obsesionado con la figura de santa Teresa, había llegado a su poder casualmente la mano izquierda de la Santa procedente del convento de Ronda, que había sido requisada durante la Guerra Civil en el 39. Las monjas, aunque se la solicitaron en distintas ocasiones no la consiguieron hasta la muerte del caudillo. La tenía expuesta en un mueble relicario de su dormitorio.

Acabamos con santa Teresa probando una de esas yemas que nos regaló David, no se si para hacer propaganda o para que no nos diera a ninguno un bajón de azúcar, ya llevábamos 2 horas caminando. 

Nos dirigimos a la catedral pasando por el palacio de los Dávila, una enorme propiedad puesta a la venta por partes. Una de las parejitas jóvenes del grupo preguntó el precio, lo mismo pensaban comprar y meterse en reformas.

La casa de Orson Welles que adquirió en la ciudad y donde vivió mientras rodaba "campanadas a medianoche" se cruzó también en nuestro camino.

Y llegamos a la famosísima catedral de Ávila cuyos orígenes se remontan al s.I de nuestra era. La actual, de exterior sobrio y mescolanzas de estilos, comenzó a edificarse por los albores de s. XII como iglesia fortaleza. Es considerada como la primera catedral gótica de España. Estaba revestida con andamios en su portada principal por lo que las fotos mas lucidas son las del lateral con los leones. En la parte superior se le ven las cicatrices de la edad, aquello parece un palomar con ese tejadillo y ladrillos sustentándolo.

La rodeamos por un callejón con un curioso nombre, de la "muerte y la vida", una calle tristemente famosa porque era lugar de duelos. Al fondo, sobre una crestería de granito, dentro de un medallón aparece una mujer joven, bajo ella una calavera encima de un cuerpo inerte. Más abajo, una cruz de madera que da su autentico nombre, a la calle, Cruz Vieja.

Cuenta la historia que en 1520 un joven pintor llamado Cristóbal Álvarez, que había recibido el encargo de restaurar un retablo en la catedral, ve un día a una joven y se enamora perdidamente de ella, la joven resulta ser Beatriz Dávila hija del comandante general de los ejércitos del emperador Carlos V que vivía en el palacio de los Velada. Sabiendo esto y que su amor solo puede ser platónico, plasma el rostro de Beatriz en el retablo de la catedral. Ella estaba prometida con el heredero de otra gran familia abulense, los Águila. El novio que reconoce el rostro de su prometida en la pintura, se siente herido en su honor, reta a duelo al pintor y muere en la lucha. Cristóbal sale huyendo y se alista en los tercios de Flandes, convirtiéndose en un soldado de gran valentía. Beatriz se vuelve a prometer, esta vez con un hijo de los Valderrábano y casualidades de la vida, lo destinan a Flandes como capitán. Coincide con el pintor y lo reta a duelo, esta vez la suerte no está con Cristóbal y cuando el noble está a punto de matarlo, le perdona la vida. Cristóbal vuelve a Ávila, le encarga a un amigo escultor los medallones que vemos en la calle y el ingresa en el convento de los franciscanos. leyenda del callejón de la muerte y la vida

Esto se acaba, saludamos a D. Adolfo Suarez y nos despedimos de David dándole las gracias por una tarde tan buena y entretenida, su profesionalidad y buen hacer.

Recogimos a Tesla que nos llevó a nuestro siguiente hospedaje intramuros, el palacio de Monjaraz. Un hotel en un palacio antiguo que a pesar de lo bonito que parecía en booking no vale un duro. Todo está superdeteriorado, eso si, limpio. Menos mal que era solo una noche. Ni los colchones eran cómodos, el mío si pero el de Jose y Mariloli tenía muelles por todas partes. El coche se quedó aparcado a cinco minutos en zona azul.


Duchaditos, arregladitos y con los plumas en la mano nos fuimos a pasear Ávila de noche y a meternos un buen chuletón entre pecho y espalda que nos lo merecíamos. Antes hubo compras, como no, pasamos por la flor de Castilla y compré cuatro cajas, tres de yemas normales y una con chocolate. En jamones Anselmo Pérez entramos casi de casualidad, nada mas poner un pie en la tienda para bichear, el señor  nos advirtió que no le quedaba pan para hacer bocatas. Compramos entre otras cosas fabes de El Barco de Ávila. 


Teníamos reserva en el Siglodoce, genial, como todos los sitios donde hemos comido en este periplo. Se nos olvidó hacerle la foto al chuletón y cuando nos dimos cuenta, Dña. Dolores se levantó, se fue a la mesa de los vecinos, les pidió permiso y se puso a charlar con ellos. Pensé que se cambiaba de mesa, tardó un buen rato.

Acabamos con un un helado, a pesar del frío en la plaza del mercado grande y luego a descansar que ya estaba bien por hoy.

FOTOS DE AVILA

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jueves, 25 de septiembre de 2025

La Rioja-6 Laguardia, El ciego y los del Camino

Domingo por la tarde, hora de volver un rato al cuartel general después de la ajetreada mañana y posterior almuerzo en Logroño. Aunque...“ya que estamos"… podíamos desviarnos un poquitín para conocer la capital de la Rioja alavesa y dos de sus bodegas más vanguardistas, Ysios y Marqués de Riscal. Le dijimos a Tesla ( a estas alturas ya éramos íntimos) que nos llevara a las Ysios. Mayra nos había recomendado conocer su edificio diseñado por Santiago Calatrava aunque fuera solo desde el exterior.

Bodegas Ysios

 Paramos por donde entra el "personal autorizado" para hacer unas fotos y doña Dolores no se resistió a catar un racimo de uvas de las muchísimas viñas que allí crecían. La verdad es que es que la bodega es super rara, en absoluto tradicional, el techo ondulado parece que estuviera pixelado. Ofrece una imagen magnífica a los pies de la Sierra de Cantabria. 

Llegamos poco antes del cierre, me dio la sensación de entrar en una joyería de las de la 5ª avda en NY como Tiffany`s. Las vitrinas encastradas en los muros-muebles exponen sus vástagos vinícolas tal cual diamantes. No nos dejaron catar y casi ni pasar de la puerta. Un joven con cara de chinito nos echó de allí amablemente. Le preguntamos si podíamos comprar algún vino y nos dijo que sí, le preguntamos entonces si podíamos probarlo antes, pagando por supuesto y nos dijo que no. Había que reservar por anticipado. Total, que no pasamos de la puerta de la tienda. La botella más barata a 48€. Esta bodega pertenece al grupo Domecq y su nombre está inspirado en los dioses egipcios Isis y Osiris., hay gente pa toooo.

Laguardia

Plegamos velas y nos fuimos a visitar uno de los pueblos mas bonitos de España. Situado en un altozano que se eleva entre viñedos, La muy Noble, Leal y Coronada villa de Laguardia, es un pueblo que tuvo su origen en las guerras fronterizas entre castellanos y navarros allá por el siglo IX, se llamó entonces La Guarda de Navarra. Su núcleo medieval intacto está rodeado aun por una muralla que aunque muy restaurada, se levantó en el siglo XIII para proteger la villa de los peligros medievales.

Dejamos el coche aparcado junto al hotel Pachico, fuera de la muralla, dentro toda la zona es peatonal, para evitar el peso de los vehículos sobre un suelo que a la vez es techo de bodegas. Entramos por una de las cinco puertas que aun permanecen en pie, la de santa Engracia según Google, con un san Antonio en la clave del arco interior. 

Subiendo calles estrechas con un precioso aire del medievo, llegamos a un pequeño jardín frente a la iglesia de Santa María de los Reyes, comenzada en el XII posee un pórtico gótico esculpido en piedra que conserva su policromía ya que después de pintarse en el s. XVI lo cerraron, preservando el desgaste natural. En este blog de la Rioja cuentan cómo se pagó esa policromía, con vino. Lo malo…estaba cerrada.

El vergel, la llamada plaza del Gaitero, es un museo al aire libre en el que se exponen sobre un par de mesas de forja, un montón de zapatos de todo tipo y en la otra, bolsos, mochilas, cestos, maletas… cosas modernas.

Frente a la iglesia se levanta una torre fortificada, la torre abacial, aprovechada como campanario que formaba parte antiguamente de una abadía y estaba anexionada a la muralla.

De esta plaza parten calles en todas direcciones, tomamos la calle Mayor hacia abajo, observo que prácticamente todos los muros de las casas se construyen con sillares, son antiguos de verdad. A nivel del suelo se ven respiraderos para orear los calados. Poca gente nos cruzamos. Como era domingo, todo estaba cerrado menos la oficina de turismo, una pequeña tienda y los restaurantes. En turismo, un señor que andaba por allí a sus cosas, nos explicó algunos detalles del pueblo señalándolos en un mapa y me dio el disgusto del día pues el pórtico de Santa Maria de los Reyes ya no lo abrían. No habría oportunidad de conocerlo.

 Nos contó que todas las casas tienen bodegas o calados en los sótanos, unos 200 dijo haber en todo el pueblo, algunas se comunicaban entre si. Turismo ofrece la posibilidad de visitar una cercana por 2€. Decidimos buscar otras que nos había marcado el señor en el plano. Error, nos quedamos sin ver ninguna. 

Aproveché para tirarle unas fotos a los gigantes que sacan en las fiestas y a un par de maquetas muy bien hechas del pueblo. Dimos una vuelta, recorrimos su calle Mayor hasta la plaza del ayuntamiento.

Encontramos allí al un señor de bronce con una maleta, un viajero apresurado que miraba hacia arriba, al reloj de la fachada. Es un carrillón que a determinadas horas se activa y salen tres danzarines con vestimentas tradicionales a marcarse unos pasos. Un poco mas adelante había un colmado abierto. Oh my Good! Tenia hasta lotes de vinos en oferta. Echamos un ratillo allí y Lola se llevó alguna que otra botella.

Buscamos algún restaurante en el que ver su bodega subterránea, todas las casas tienen e hicimos el intento de entrar en alguna aunque al ser domingo, nada, cerrado por vacaciones… y nos fuimos a hacer la ronda por el parque que da la vuelta a la zona que ocupaba a el castillo, ahora un hotel y un colegio. Fue un bonito paseo, amenizado por la muralla de Laguardia a un lado y campos de viñedos al otro y la sierra de Cantabria al fondo. Algunos árboles tenían tallados en los troncos animales, caras, a mi me recordaron los cuentos como el de la cigarra y la hormiga, o la del zorro y las uvas y luego me acordé de Samaniego que era un noble vasco nacido en este lado del mundo y escribía fábulas en versos, en una glorieta de este parque tiene un busto en su honor.

Después nos fuimos a Elciego en busca del Marqués de Riscal , las bodegas mas antiguas de Álava y su afamado hotel diseñado por Frank Gehry. ¡Allí sí que había gente! algunos ya andaban a gatas mientras se dejaban fortunas en la elegante tienda de los herederos del Marqués. En el wine bar dejaban entrar, consumir y comprar lo que quisieras ¡viva el vino! Yo me fui al jardín y a ver las tomateras que tiene plantadas en la parte de atrás junto a un restaurante parrilla A esta zona le llaman ellos la ciudad del vino. Luego hice un intento de entrar en el hotel que más bien parece estar derritiéndose como un helado de fresa y caramelo pitufo y nada. El guarda no nos dejó pasar ni para tirar una foto, así deben facturar. Lo mismo si lo intentamos por otro lado cuela.

PHOTOS LAGUARDIA Y ELCIEGO

La tarde estaba reservada para dedicarla a la ruta Jacobea, el día anterior la aplazamos por conocer Vitoria y hoy, aunque era ya bastante tarde, era de recibo conocer dos de los lugares más emblemáticos del camino a su paso por la Rioja, Santo Domingo de la Calzada y Nájera. Para una fan de la historia medieval de nuestro país como me confieso, esta zona reúne además de una historia fascinante, leyendas, monumentos, edificios civiles y religiosos, espacios naturales, personajes, cultura y herencia, un cóctel infalible.

Santo Domingo iba a ser nuestro cuartel general las tres noches que nos quedábamos en la Rioja, pero problemas técnicos del hotel Atuvera nos obligaron a cambiar de alojamiento, y menos mal que me dio por llamarles un par de semanas antes porque Booking.com había confirmado la reserva.

Aparcamos a dos pasos de la calle Mayor y la paseamos de punta a punta. Rua estrecha, llena de casas blasonadas, algunas sostenidas por andamios, a pique de caerse, palacios y casas nobles convertidos en albergues de peregrinos, entre ellos uno de los mas antiguos, la casa de la cofradía asistencial fundada por Santo Domingo. 

Los pies nos llevaron hasta una placeta adornada en el centro con una bici, una mochila y unas botas, se trataba de la la abadía cisterciense y su albergue anexo. Aquí viven monjas desde que se fundó. 

Gente con cara y ropa de cansancio, caminantes, mochilas, botas, bastones...las pocas terrazas que nos encontrábamos estaban habitadas por esta etnia. En la plaza, una fuente muy antigua aun en funcionamiento.

Llegamos a la plaza del Santo en ella domina la catedral de santo Domingo llamada del Salvador, aunque parezca coña, dentro hay un gallinero. No se sabe desde cuando, siempre ha estado ahí. Los animales los cría un vecino y los cambia cada dos o tres semanas para que no se estresen. Siempre son blancos y algunos dicen que descendientes de los del milagro. Muchos peregrinos le piden huevos al sacristán y plumas de las aves para colgárselas de su escarapela.

"Cuenta la leyenda que allá por el siglo XIV peregrinaban hacia Santiago de Compostela un matrimonio alemán, junto a su hijo llamado Hugonell, de 18 años de edad.

Cuando llegaron a Santo Domingo de la Calzada, fueron a rezar hasta su iglesia y a visitar los lugares de culto. A continuación, decidieron buscar un lugar en el que pasar la noche. Encontraron una posada en la que pidieron hospedaje y se dispusieron a cenar.

Fue entonces cuando una de las posaderas cayó locamente enamorada a primera vista de Hugonell.

Movida por sus sentimientos se acercó al joven, en cuanto tuvo oportunidad, con la esperanza de ser correspondida. Sin embargo, el joven alemán, le explicó que lamentablemente el sentimiento no era recíproco y se dispuso a volver a sus aposentos. La posadera movida por el resentimiento y la frustración del rechazo pensó en como vengarse de Hugonell.

Después de mucho cavilar se le ocurrió coger una de las copas de plata de los dueños de la posada, e introducirla en el zurrón del joven mientras dormía.

A la mañana siguiente, al poco tiempo de empezar a caminar, la familia es abordada por la guardia de la villa. Esta les informa de que han sido acusados de un robo en la posada y que deben de registrar sus pertenencias. La familia creyéndose inocente no muestra oposición alguna y es entonces cuando, para su sorpresa, aparece la copa de plata.

Hugonell es detenido ante la estupefacta mirada de sus progenitores, acusado de robo y condenado a la horca.

Los padres del joven, siendo conscientes de que poco podían hacer por impedir el ajusticiamiento de su hijo, se pusieron a rezar encarecidamente al Apóstol Santiago por su alma.

Al cabo de unas horas, ambos se acercan con dolor y tristeza hasta el lugar en el que todavía está colgado el cuerpo de Hugonell. Para su sorpresa se dan cuenta de que su hijo sigue vivo. Atónitos escuchan como les dice que el propio Santo Domingo de la Calzada lo ha protegido y lo ha apartado de la muerte. El matrimonio, lleno de alegría y felicidad, emprende una carrera hasta donde se encontraba el Corregidor del Pueblo. Al llegar irrumpen en el comedor donde el hombre estaba a punto de cenar un gallo y una gallina asados.

Cuando los padres del muchacho relatan el milagro que habían presenciado, el Corregidor del Pueblo soltó una gran carcajada. A continuación con tono sarcástico les dice que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que se disponía a comer. En ese preciso instante, las aves de su plato recobran la vida, incluso las plumas blancas, y se ponen a cantar y a cacarear llenas de felicidad.

Desde este momento nace la Leyenda del del Gallo y la Gallina de Santo Domingo de la Calzada junto con el famoso dicho: “Santo Domingo de la Calzada donde cantó la gallina después de asada”.

Está tradición es la responsable de que el santo siempre aparece representado acompañado de un gallo y una gallina, era uno de los motivos que me trajeron aquí, el otro el parador de turismo antiguo hospital de peregrinos que había levantado el Santo para atender a todo el que lo necesitara. Este hombre que vivió hace 800 años, pasó su vida haciendo mas fácil la de los demás. Le llaman "de la Calzada" porque modificó las antiguas vías romanas que eran las únicas carreteras que subsistían en la España del s.XII para facilitar el transito hacia Santiago. Ni siquiera había "España" digamos mejor península Ibérica. También construyó además del hospital, un puente de madera sobre el rio Oja y mas tarde lo reformaron en piedra. 

La catedral románica contiene además del gallinero, el cenotafio del Santo y separada la torre campanario que no tiene nada que ver con el templo. Además de estar exenta, es barroca barroquísima. Es la tercera, la primera, románica y la segunda, gótica si estaban anexas a la iglesia pero hubo que derribarlas por inestabilidad del terreno ( debajo hay muchos acuíferos) y amenazar ruina y claro cuando fueron a levantar esta, la moda era barroco abigarrado. Cerraban a las 8, ni la torre de 8 campanas , ni retablo, ni gallinero. ¡vaya día llevaba!

Mi otro objetivo estaba justo enfrente, el parador, antiguo hospital. El milagro de la hoz y la encina cuya representación nos habíamos cruzado en el paseo y que propició la construcción de este enclave me tenía fascinada desde que lo conocí y aunque hayan pasado nueve siglos el lugar es el mismo. El santo consiguió talar una gran cantidad de encinas de la sierra de la Demanda con una simple hoz para levantar su hospital y albergue. Que si si, que si no, que fue que tampoco. Un vistacito por fuera y se acabó.

Si fuimos a ver la plaza de Mayor, justo detrás de la catedral, antigua cárcel donde se sitúa el Ayuntamiento actualmente y que sirvió de mercado y plaza de toros antaño.

La tarde estaba cayendo, era noche cerrada cuando llegamos al reino de Nájera. Todos hemos estudiado o al menos oído hablar de los reinos de Castilla, Aragón, Navarra o León, Pero... Nájera? pues si, hubo un reino cuya historia se pierde en la inmensidad del tiempo, como Tebas, Palmira, Luxor o Babilonia cuyas ruinas nos susurran al oído el poder que tuvieron. Nombres como Fernando III el Santo (que fue aquí coronado), Enrique de Trastámara o su hermano, Pedro I el Cruel, sonaran a muchos, También García Sánchez III el constructor del hermosísimo monasterio románico de Santa María la Real panteón de reyes e infantes del reino de Nájera-Pamplona. Un monasterio fortificado de muros sólidos cuyas ventanas son saeteras mientras el mimo y el detalle abundan en el interior, como su claustro, que posee unas filigranas espectaculares. Está claro, mientras fuera se hacia la guerra, dentro reinaba la paz.  

Sólo atisbamos los barrancos al llegar. El nombre, Nájera viene del árabe Naxara, "lugar entre rocas", luego cruzamos el río Najerilla y aparcamos. Eran mas de las 9 de la noche, imposible visitar el monasterio con el claustro mas espectacular de la ruta Jacobea, Santa María la Real

Buscamos un lugar para cenar y acertamos de lleno. Boffi, muy cerca del rio y con una tele enorme disputando el España -Turquía (6-0) Nos comimos una excelente cecina acompañada de pan con tomate y aceite, un pulpo al horno superblandito y unas flautas de anchoas y boquerones con pimientos para chuparse los dedos. La banda sonora de aquella cena fue inmejorable: Supertramp, Cristopher Cross, Dire street, Al Steward con el año del gato.... 

Fue otro día magnífico, vimos y aprendimos montones de cosas y otras se quedaron para la próxima vez, como debe ser. Al día siguiente ya nos despedíamos de la Rioja, pusimos rumbo al Sur cruzando la Mancha. 

PHOTOS SANTO DOMINGO

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