Salimos de Haro serían las 9.30 cumplidas con la intención de parar en Burgos a desayunar y dar una vuelta por los alrededores de la catedral. Mari Loli y Jose no habían pisado la capital de la Ribera de Duero y era condición "sine qua non". No se puede pasar por Burgos sin pararse al menos un ratito.
| Plaza Mayor de Burgos |
Una hora más o menos tardamos en llegar y con un hambre de lobos. Tesla se quedó esperándonos en el parking de la plaza Mayor, mientras nos fuimos a buscar una cafetería. Hacia un frioooooo.... el grajo andaba volando bajo. Menos mal que llevábamos a mano los plumas, porque hicieron falta de verdad. En la plaza Mayor dimos la vuelta completa al ruedo buscando donde sentarnos, pero a mi love no le venía bien ningún garito. Al al final acabamos desayunando croissanes con cafés en la primera que había rechazado, Juarreño, de las famosas de Burgos con repostería de alto standing. Estaban riquísimos, me hubiera comido diez.
Llegamos paseando a la plaza del rey San Fernando, y ahí estaba, esa bellísima catedral de Burgos, ocho siglos después de que el rey Fernando el Santo colocara la primera piedra sigue provocando admiración y es que la historia en realidad no se mide en fechas, sino en capacidad de emocionar. Hace que los ojos miren al cielo. Esas agujas de encaje tan altas, livianas, casi etéreas, parecen que no son de piedra. Cada vez que la veo más la admiro. Tienen una web fantástica, hasta con un videojuego. En el enlace de arriba.
Unas fotos en el banco del peregrino con ella como telón de fondo mostrando su eterna belleza. ¿Como no va a ser patrimonio de la humanidad? Fue la primera en convertirse en monumento histórico artístico de España a finales del XIX y en 1984 la UNESCO la reclamó para sus filas, no solo por lo grande y espectacular que es, ni porque date del s.XIII, ni porque se mantenga en pie sin haber perdido un pelo, sino por el significado que tiene en el camino Jacobeo. Ella y el casco viejo burgalés son patrimonio.
Algún día volveremos y haremos la visita completa de la catedral, hay que presentar nuestros respetos ante la tumba de D. Rodrigo Díaz de Vivar, el gran comandante.
dejó vídeo sobre la catedral
De allí hay un paso al arco de Santa María, una de las antiguas doce puertas que aun se conserva de acceso a la urbe antiguamente amurallada, restaurado con motivo de la visita del emperador Carlos I.
Caminamos por el paseo del Espolón hasta la rotonda de Don Rodrigo, Sidi para sus tropas, Mio Cid para la historia. La estatua ecuestre luce sus características largas barbas mientras sujeta a Tizona señalando el lugar de destierro, al que se dirige al trote sobre Babieca.
Y cruzamos el río por el puente de san Pablo el mas antiguo de los que cruzan el Arlanzón, aunque muy restaurado. Acompañan en el destierro además de Dña Jimena y sus hijos, otros ilustres personajes relacionados con la historia de Sidi.
Volviendo al coche por la Paloma, nos metimos en un super a comprar morcillas de Burgos y zurracapote. Me quedé con el nombre, Sandro y luego lo busqué en Google. Tienen página web: https://sandroalimentacion.es/ Venden productos típicos de Burgos y por supuesto, riberitas.
Las 12 del medido día, el tiempo había pasado en un suspiro, era hora de irse, nos quedaban un montón de kilómetros hasta Ávila, había que comer y darle de comer a Tesla y sobre todo, llegar antes de las 5 de la tarde, porque teníamos freetour con Guruwalk y no queríamos perderlo.
El coche, que se lo guisa y se lo come todo el solito, nos llevó a los supercargadores de Tordesillas, en la urbanización el Montico. Unos 20 minutos que dieron para una cervecita en la terraza de un hotel justo al lado, e ir buscando algún asador para degustar un buen chuletón o cochinillo, lo mismo daba a estas alturas.
Ganó el figón de Arévalo, llamamos y nos dieron mesa con cierta dificultad, andaban llenos, pero la dieron. Nos avisaron que se les había acabado el lechazo aunque de lo demás, había de todo. Llegamos pasadas las 14.30h Quedaba una mesa en la terraza y allí nos acoplamos los cuatro. Estaba lleno a rebosar. Nos atendieron de lujo, comimos como reyes, otra vez. Cochinillo, morcillas con piñones y pasas y no sé qué más, echamos un ratito de postres y sobremesa y se nos hizo tarde. Eran mas de las 16h y nos quedaba un rato para llegar a la cita.
Le puse mensaje al guía, David, a través de la aplicación, que nos esperase que llegábamos 10 min tarde y me contestó que iría mandando la ubicación de donde estuviera el grupo para que nos incorporáramos en cuanto pudiéramos. Con gente así da gusto.
Llegamos a Ávila serían las 5 pero nos quedaba aparcar y desplazarnos al punto de encuentro. Localizamos un parking justo al lado de la estatua de Santa Teresa, cerca de la puerta del Alcázar donde habíamos quedado. Para colmo, varias calles del centro que estaban cortadas por obras nos hicieron dar unas cuantas vueltas de mas, mas retraso. Llegar al parking y salir zumbando fue una. No encontrábamos al grupo hasta que me di cuenta que David nos había enviado un mensaje, corrimos a su encuentro, andaban aún en el exterior de las murallas. El grupo estaba formado entre otros, por tres tríos de papás con uno de sus vástagos, chicos que acababan de ingresar en la academia de policía y aprovechaban la tarde en compañía de sus padres para conocer el entramado de calles que sería su ciudad de acogida durante los próximos meses.
La visita a Ávila fue ESPECTACULAR, además de ser un magnífico guía, David supo enseñar, entretener y amenizar la tarde. Hizo que nos enamoráramos de su ciudad tanto como lo está el.
Y como no, aquello empezó a pie de las murallas, patrimonio de la humanidad desde 1985, la mejor arquitectura militar defensiva del románico español y única en Europa tan completa. Que yo sepa, se le acercan Lugo y Carcassone en Francia, poco más.
La ciudad, fronteriza con los reinos moros, gozó de fueros y exenciones especiales durante un par de centurias para conseguir poblarla. Llegó un momento que necesitó protegerse y es entonces cuando se refuerza la muralla preexistente (s.XII), con toda aquella piedra que estuviera a mano, necrópolis, acueductos, edificios civiles, antigua muralla romana, visigoda...se ven las huellas si te fijas en las piedras.
También se ven las hendiduras donde estaban encastradas las vigas de casas construidas pegadas a la muralla por la parte exterior y que poco a poco han ido desapareciendo, excepto dos que quedan, por una de ellas es por donde se sube para recorrer el adarve superior.
Los paños y cubos se van adaptando al terreno, en una zona es mas baja, aprovecha un barranco por donde es imposible atacar, en otras sobre todo en la que estábamos, mas alta, mas ancha, mas robusta. Las puertas igual, las del Alcázar y la de San Vicente que veremos en un rato son las mas seguras, con foso y barbacana. Las cifras mas o menos eran, 2,5km de longitud, 9 puertas, 87 torres y 2500 merlones. (las almenas son los espacios entre los merlones, David lo dejó claro) . Frente a cada puerta se alza una iglesia, Dios protege.
Llegamos a la puerta del Alcázar llamada así porque daba acceso al antiguo Alcázar hoy desaparecido cuyo lugar ocupa la plaza de Adolfo Suárez. Frente a esta puerta, una iglesia, la de San Pedro en la plaza del mercado grande, y junto a ella dos esculturas de dos enormes señoras, la reina Isabel I de Castilla, la Católica y Santa Teresa de Jesús, o de Ávila.
| Cimorro de la catedral |
En lugar de entrar a la city, seguimos caminando, David nos conduce un poco mas al Norte, continuamos pegaditos a la muralla. Paramos frente a la parte trasera de la catedral, la girola, por donde empiezan a construirse estos edificios y parte mas antigua, aquí le llaman "cimorro". Una estructura que interrumpe el lienzo y se comió unas de las torres barbacanas (eran 88, ahora son 87).
Este cimorro que aparece en el escudo abulense es el protagonista inocente de la primera leyenda que nos relató el guía, por cierto, bastante escabrosa, la del Rey niño. En el año del Señor 1109 Alfonso I el batallador rey de Aragón contrae esponsales con Doña Urraca reina de Castilla, viuda, quien ya tiene un hijo que heredaría el reino de su madre. Don Alfonso quería fusionar Aragón y Castilla bajo su corona por lo que necesita hacer desaparecer al infante castellano. Dña. Urraca bien lista ella, escapa con su hijo y se refugia en Ávila. Hasta allí llega el rey aragonés y pide ver al niño. Se lo muestran por las almenas de la muralla, como no lo reconoce y teme acercarse pide rehenes. 70 caballeros salen por la puerta de la Malaventura mientras el rey se acerca al cimorro y comprueba que aquel es su hijastro. No puede conseguir su propósito pero sí ser cruel y manda a hervir en aceite a los 70 caballeros apresados, en un lugar que aun lleva el nombre de aquella tragedia, las Hervencias. El niño se convirtió en Alfonso VII el Emperador rey de Castilla y León que aparece también en el escudo junto a la leyenda "Ávila del Rey".
| casa de las Carnicerías |
Pegadito al cimorro el siguiente acceso, la puerta de la Harina o de la catedral. En este tramo no se ve la muralla, hay dos grandes casas adosadas a ella, una es la de las Carnicerías y la otra el antiguo hospital de san Martín. En la primera se encuentra la oficina de turismo y el acceso al adarve de la muralla, la segunda mantiene en su portada un relieve con la figura del santo a caballo partiendo su capa con un pobre.
Y llegamos a otro de los grandes accesos, San Vicente. Esta doble puerta permite el paso justito a vehículos, aunque a pesar de eso, permanecimos durante unos minutos en su interior a fin de contemplar su estructura, donde se alojaba la reja que caía para impedir el paso, además del agujero para arrojar agua o aceite hirviendo a los que no fueran bien recibidos. Antiguamente contaba con foso y puente. Cerca de esta puerta vimos tallado en uno de los sillares un verraco.
Y frente a la puerta, la iglesia de San Vicente, románica, con trazas góticas, elegante, preciosa. Dedicada a tres hermanos, Vicente, Sabina y Cristeta, mártires por la obra y gracia del emperador Diocleciano. El mismo judío que intervino en su martirio se arrepintió y les dio sepultura. Sus cuerpos permanecen en la cripta de la iglesia bajo la cabecera de la misma, lugar que se conoce como "la soterraña" nombre que comparte con la patrona de Ávila, en el templo se aloja la virgen románica de la Soterraña, muy venerada por santa Teresa. Las dos son patronas de la ciudad.
Por fin accedemos al interior, nos dirigimos por la calle frontal a la puerta de san Vicente hacia el palacio de los Verdugo, una antigua casa noble del siglo XVI en cuya puerta blasonada por los escudos de los Águila y los Verdugo, encontramos un verraco de granito. En realidad se llaman esculturas vettonas, los vettones era un pueblo anterior a los romanos que ocuparon estos territorios. Las esculturas, que representan animales como toros, cerdos o jabalíes, marcan zonas importantes para el ganado como pastos, fuentes etc. Los mas conocidos son los Toros de Guisando, aunque hay muchos y de muchos tamaños.
Esta casa noble de aspecto bastante sobrio, de carácter totalmente defensivo, con solo una puerta, dos torres, sin ventanas en la planta baja, alguna en la segunda mas bien pequeña, saeteras, troneras etc etc, la construyó un noble al servicio de D. Fernando, hermanísimo del emperador Carlos V. Después paso por un montón de manos incluida la de los jerónimos y jesuitas hasta la desamortización, (el reino necesitaba cuartos para sus guerras y la iglesia andaba mas a favor del bando contrario) hoy es sede de la secretaría general de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.
En el interior, un bonito patio porticado expone escudos de familias nobles abulenses. Yo andaba buscando un baño y le pregunté al guarda de la entrada, el hombre, encantador, me indicó el camino y me perdí, por un pasillo me encontró un funcionario y amablemente me acompañó y me esperó para sacarme de aquel laberinto.
Cuando volví al grupo David estaba explicando algo de un pozo situado en el patio, muy muy profundo. Le hice una foto por si acaso pero no se de que iba el cuento.
Continuamos cambiando de dirección para meternos en el corazón del casco antiguo. Nos volvimos a parar frente a una fachada con un mural en el que destacaba un nombre de mujer, Dña. Jimena Blázquez, esposa del alcalde de la ciudad, que en uno de los asedios de los moros, cuando la mayoría de los caballeros y soldados estaban ausentes, tomó el mando, pidió a todas las mujeres que se colocaran mallas y armaduras, subieran a las murallas, encendieran fogatas e hicieran sonar las trompetas, de tal modo que el moro entendió que aquello estaba lleno de soldados y desistieron en el intento. En el enlace lo explican bien.
| Plaza del Mercado chico |
El siguiente punto de interés es la plaza del Mercado Chico, plaza Mayor de Ávila intramuros. En un lado se encuentra el consistorio y enfrente, la iglesia de san Juan Bautista donde fue bautizada santa Teresa. Aquí aprendí que Ávila es la capital de provincia mas alta de España, con 1.131m de altitud, le siguen Soria y Segovia.
Explicó David que al parecer, la plaza era la intersección de las dos vías principales de la urbe romana, el cardo y el decumano donde se hallaba el foro, posteriormente ya en la Edad Media, se dedica al mercado y otros menesteres, tomando las calles adyacentes nombres de gremios como pescaderías, cuchillerías, zapateros... Cada viernes se sigue celebrando un mercadillo de frutas y verduras desde que los Reyes Católicos lo autorizaran por el 1494. Y siguen.
Continuamos camino abajo, y llegó el momento de topar con la iglesia: una estatua de san Juan de la Cruz nos hace parar un segundo para conocer unas pinceladas de este gran hombre y poeta. Entre sus manos orantes alguien ha depositado un ramo de flores. Conoció a Teresa recién ordenado sacerdote, tenía 25 años, ella cincuentona, ya había fundado la orden de las carmelitas descalzas tratando de volver a la regla austera del Carmelo para dejar el lujo y opulencia en la que vivían la gran mayoría de los conventos en el Siglo de Oro. Coincidieron en Medina del Campo, Teresa había acudido con motivo de la apertura de su segundo convento. Le pareció tan buen hombre que le propuso liderar la orden masculina de los carmelitos descalzos y él aceptó, fue el primer fraile carmelita descalzo. Sus mismos compañeros de orden se le opusieron tan ferozmente que fue incomprendido, perseguido, maltratado y encarcelado.Aquello duró por lo menos nueve meses, hasta que consiguió escapar.
Durante un tiempo, fue confesor del convento de la Encarnación de Ávila además de amigo de la santa. Ambos, además de ser santos, son Doctores de la Iglesia.
Y por supuesto, como no hay Roma sin César, no hay Ávila sin santa Teresa. Teníamos que conocer de primera mano a esta mujer de bandera que tanto inquietó en su momento a la santa inquisición.
En la plaza de la Santa encontramos la casa de los carmelitas descalzos y el albergue "casa natal de santa Teresa". Entramos, y comprobamos que el edificio protegía el lugar en que nació, lo que quedaba, un patio y un dormitorio que se arreglaron a toda prisa cuando venía el Papa a Ávila.
David nos contó muchísimos detalles de ella, de su familia de buen estatus social y origen judío, enfermedades que sufrió, carácter firme, pensamiento místico, contemplativo y en definitiva, de la vida de esta mujer. También sobre sus aficiones a leer la vida de los Santos y las novelas de caballerías, quizás de ahí ese carácter intrépido y soñador.
De pequeñita se sentía fascinada por ser mártir de los moros e intentó escapar de su familia con uno de sus hermanos, Rodrigo, menos mal que uno de sus tíos consiguió pillarlos a tiempo. Volvió a escapar de la casa paterna con 18 o 20 años para ingresar en el convento de la Encarnación de Ávila. Enfermó en un par de ocasiones y hasta se la dio por muerta. Poco después de fallecer su padre es cuando comienzan los paroxismos y éxtasis.
Fue una incansable escritora a pesar de que las mujeres de su tiempo no estaban instruidas en estas artes. Vimos una muestra de su escritura en el pequeño museo que tienen. Sus libros, sobre todo el de Vida fueron responsables de que tuviera que ser interrogada por la Inquisición. La princesa de Éboli (la del parche en el ojo) que quiso entrar en el convento de Pastrana fundado por Teresa que no la aceptó, también la denunció a la Inquisición, aunque esta denuncia no prosperó. Parece ser que influyó muchísimo las amistades que tenía con familias importantes, sobre todo los de Alba. La duquesa era íntima de la monja.
En cuanto a su muerte acaecida en Alba de Tormes a donde había viajado a instancias de la duquesa de Alba para asistir al parto de su nuera, nos condujo a detalles algo escabrosos, el expolio de reliquias. Uno de sus dedos estaba en el museo. Me negué a sacarle una foto.
Después de muerta, pasado un tiempo abrieron su sepultura y la encontraron incorrupta, con las vestiduras podridas. Mutilaron el cuerpo en algunos trocitos que se llevaron a distintos lugares entre ellos Ronda, Roma, Lisboa, Madrid, Ávila, Sevilla, Burgos, Granada… Esto era un comportamiento habitual, comerciar con reliquias de santos. Desde el siglo XVII se determinó que para evitar el expolio se encerraría el cuerpo en una urna de plata, un sarcófago de mármol con tapa de bronce, una reja y diez llaves. El misterio de las diez llaves
"Las llaves están agrupadas en juegos de tres, más una independiente. El primer juego está en poder de la priora de las Carmelitas de Alba de Tormes; el segundo está custodiado por el Padre General de los Carmelitas Descalzos en Roma (Orden del Carmen Descalzo) y el tercero, por la Casa de Alba, que hace algunos años lo depositó en el palacio de Monterrey de Salamanca. La décima llave pertenece a la Casa Real."
Una cosa que he leído y que casi me da un infarto es que Franco, estaba totalmente obsesionado con la figura de santa Teresa, había llegado a su poder casualmente la mano izquierda de la Santa procedente del convento de Ronda, que había sido requisada durante la Guerra Civil en el 39. Las monjas, aunque se la solicitaron en distintas ocasiones no la consiguieron hasta la muerte del caudillo. La tenía expuesta en un mueble relicario de su dormitorio.
Acabamos con santa Teresa probando una de esas yemas que nos regaló David, no se si para hacer propaganda o para que no nos diera a ninguno un bajón de azúcar, ya llevábamos 2 horas caminando.
Nos dirigimos a la catedral pasando por el palacio de los Dávila, una enorme propiedad puesta a la venta por partes. Una de las parejitas jóvenes del grupo preguntó el precio, lo mismo pensaban comprar y meterse en reformas.
La casa de Orson Welles que adquirió en la ciudad y donde vivió mientras rodaba "campanadas a medianoche" se cruzó también en nuestro camino.
Y llegamos a la famosísima catedral de Ávila cuyos orígenes se remontan al s.I de nuestra era. La actual, de exterior sobrio y mescolanzas de estilos, comenzó a edificarse por los albores de s. XII como iglesia fortaleza. Es considerada como la primera catedral gótica de España. Estaba revestida con andamios en su portada principal por lo que las fotos mas lucidas son las del lateral con los leones. En la parte superior se le ven las cicatrices de la edad, aquello parece un palomar con ese tejadillo y ladrillos sustentándolo.
La rodeamos por un callejón con un curioso nombre, de la "muerte y la vida", una calle tristemente famosa porque era lugar de duelos. Al fondo, sobre una crestería de granito, dentro de un medallón aparece una mujer joven, bajo ella una calavera encima de un cuerpo inerte. Más abajo, una cruz de madera que da su autentico nombre, a la calle, Cruz Vieja.
Cuenta la historia que en 1520 un joven pintor llamado Cristóbal Álvarez, que había recibido el encargo de restaurar un retablo en la catedral, ve un día a una joven y se enamora perdidamente de ella, la joven resulta ser Beatriz Dávila hija del comandante general de los ejércitos del emperador Carlos V que vivía en el palacio de los Velada. Sabiendo esto y que su amor solo puede ser platónico, plasma el rostro de Beatriz en el retablo de la catedral. Ella estaba prometida con el heredero de otra gran familia abulense, los Águila. El novio que reconoce el rostro de su prometida en la pintura, se siente herido en su honor, reta a duelo al pintor y muere en la lucha. Cristóbal sale huyendo y se alista en los tercios de Flandes, convirtiéndose en un soldado de gran valentía. Beatriz se vuelve a prometer, esta vez con un hijo de los Valderrábano y casualidades de la vida, lo destinan a Flandes como capitán. Coincide con el pintor y lo reta a duelo, esta vez la suerte no está con Cristóbal y cuando el noble está a punto de matarlo, le perdona la vida. Cristóbal vuelve a Ávila, le encarga a un amigo escultor los medallones que vemos en la calle y el ingresa en el convento de los franciscanos. leyenda del callejón de la muerte y la vida
Esto se acaba, saludamos a D. Adolfo Suarez y nos despedimos de David dándole las gracias por una tarde tan buena y entretenida, su profesionalidad y buen hacer.
Recogimos a Tesla que nos llevó a nuestro siguiente hospedaje intramuros, el palacio de Monjaraz. Un hotel en un palacio antiguo que a pesar de lo bonito que parecía en booking no vale un duro. Todo está superdeteriorado, eso si, limpio. Menos mal que era solo una noche. Ni los colchones eran cómodos, el mío si pero el de Jose y Mariloli tenía muelles por todas partes. El coche se quedó aparcado a cinco minutos en zona azul.
Duchaditos, arregladitos y con los plumas en la mano nos fuimos a pasear Ávila de noche y a meternos un buen chuletón entre pecho y espalda que nos lo merecíamos. Antes hubo compras, como no, pasamos por la flor de Castilla y compré cuatro cajas, tres de yemas normales y una con chocolate. En jamones Anselmo Pérez entramos casi de casualidad, nada mas poner un pie en la tienda para bichear, el señor nos advirtió que no le quedaba pan para hacer bocatas. Compramos entre otras cosas fabes de El Barco de Ávila.
Teníamos reserva en el Siglodoce, genial, como todos los sitios donde hemos comido en este periplo. Se nos olvidó hacerle la foto al chuletón y cuando nos dimos cuenta, Dña. Dolores se levantó, se fue a la mesa de los vecinos, les pidió permiso y se puso a charlar con ellos. Pensé que se cambiaba de mesa, tardó un buen rato.
Acabamos con un un helado, a pesar del frío en la plaza del mercado grande y luego a descansar que ya estaba bien por hoy.