Tras 183km de bus por carreteras serpenteantes entre montañas ascenderemos al parque Nacional de Plitvice, 16 lagos y 92 cascadas rodeados de bosque de haya nos esperan para ofrecernos un baño de naturaleza en medio de un país lleno de sorpresas. No ir a Plitvice es como llegar a París y no conocer la torre Eiffel. Como esta, siempre va a estar a tope de turistas, pero como vamos entre semana y en abril, probablemente tengamos suerte y podremos contemplar con gran sosiego la mayor cascada del parque, de 76 metros de caída libre, o los bosques de hayas que nos producirán un efecto de paz que difícilmente nos podrá llegar con turistas alterando el silencio.
Plitvice fue, según la cartografía antigua, “el jardín del diablo”. Hoy ha recuperado su esplendor de edén, a pesar de haberse convertido en otro infierno durante la guerra, cuando guerrilleros serbios secuestraron el parque y amenazaron incluso con volar sus lagos. El color de estos lagos puede ir desde el gris espejo de estanque finlandés hasta los transparentes turquesas de playa caribeña. El agua cambia de color de hora en hora y de orilla a orilla. Todo depende de mil factores, como la cantidad de minerales y organismos de las profundidades, las lluvias, el musgo o el ángulo de la luz.
El parque ofrece infinidad de excursiones para ir haciendo en varios días, si bien se puede visitar en un solo día. Hay un trenecillo eléctrico con el que se puede ascender desde la zona de los lagos inferiores hasta el lago superior, para luego pasear cuesta abajo; sin embargo, si tienen tiempo y un mínimo de forma física, lo ideal es ir subiendo a pie por entre lagos y cascadas. También hay dos trayectos cubiertos por barquitos eléctricos, uno para cruzar de una orilla a otra del gran lago intermedio (Jezero Kozjac) y otro para recorrer este mismo lago longitudinalmente. En las taquillas de entrada hay información en numerosos idiomas; también se pueden comprar planos detallados, muy útiles. Hay varios puntos con aseos y donde tomar comidas sencillas en el interior del parque.
No es necesaria una forma física especial para visitar el parque, cuyos senderos y pasarelas son muy fáciles de transitar; ademas hay numerosos bancos donde poder descansar. No obstante, es conveniente llevar calzado cómodo
Una vez concluida esta visita y probablemente agotados cogeremos el autobús para llegar a Zadar tras 158km de ruta, al hotel Funimation Borik en la costa Dálmata.
enlaces: http://www.lacroacia.es/plitvice
http://croatia.hr/es-ES/Descubre-Croacia/Patrimonio-UNESCO/El-parque-nacional-de-los-lagos-de-Plitvice?ZHNcNjE2LHBcMTc3
http://rinconesdelatierra.blogspot.com.es/2010/04/lagos-de-plitvice-croacia.html
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