Está claro que soy una friki de la historia, no se porqué en mi cabeza se quedan datos oídos, leídos u observados que otros olvidan. En cualquier momento o situación algo hace "click" y se me vienen al oremus, empiezan a dar vueltas en la cabeza hasta que los "aparco" en su sitio. Eso me ocurrió el otro día cuando andaba escribiendo en este blog sobre la plaza de Bib-Rambla y alrededores: recordé una conversación con una señora nacida en el barrio de la Magdalena, abuela de una buena amiga. No tendría yo más allá de los 18 , sentadas en la mesa camilla de su casa, dando cuenta de un buen bizcocho y como no, el colacaito de mis juventudes.
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puerta de las Orejas o de Bib-Rambla D.Roberts |
Para los nivel "novatos" de la ciudad, contaré que este es un barrio noble, nacido en los arrabales de la urbe mora, desarrollado en el siglo XVI y posteriores, que se extiende desde Recogidas a la plaza de la Trinidad y desde Mesones a la plaza de Gracia, bueno, mas o menos. Con esta presentación podemos imaginar el montón de casas nobles y palacetes que se construyeron, de los que aun hoy podemos descubrir algunos, mimetizados entre tanto Desigual, Vodafone, Zara, Oysho... La zona mas comercial es la comprendida entre las calles Alhóndiga, Mesones y Puentezuelas, nombres heredados de sus antiguos usos.
En Mesones se hallaba la antigua iglesia de la Magdalena que le dio nombre al distrito. Alzada sobre una antigua mezquita (como casi todas) y sufragada por los comerciantes asturianos de la zona, llegados cuando la Reconquista, se encontraba justo junto al arco de las Cucharas, (hoy solo queda la calle con el nombre) esquina con Mesones, muy cerca de Bib-Rambla.
Entre los franceses, el ayuntamiento y la desamortización, que mandó a la feligresía al convento de las agustinas, aquello ya no era una iglesia, era una pena. Se demolió su torre y le quitaron la portada que a petición del padre Manjón, la trasladaron años después al colegio del Ave María del Sacromonte. Lo que restaba del edificio pasó a manos de un particular, convirtiendose en "tejidos la Magdalena".
En los años 70 del s. XX la cadena americana Wolworth o como se escriba, compró el solar para edificar los primeros grandes almacenes de Granada. Cuentan que al acabar de derribar la iglesia, apareció un cementerio con muchos restos, entre ellos, niños.
Aquí debió nacer la leyenda de los fantasmas, los vendedores de la tienda decían que las telas, la ropa etc aparecía desordenada por las mañanas cuando llegaban, las escaleras mecanicas echaban a andar en horas nocturnas, tirones de pelo, luces, archivadores volando... En los 80 el edificio pasó a ser de la diputación y ahora es el catastro. Todo esto y algo más me lo contó en su día Doña Angustias, que tuvo algún pariente trabajando en la diputación.
Poco después hubo investigaciones del "ministerio de asuntos paranormales" y llegó a tal nivel la noticia que Jiménez del Oso vino a comprobar lo del fantasma. Iker y su Cuarto Milenio seguro que también pasaron por aquí.
El caso es que la iglesia del convento de las agustinas de la calle Gracia, es la actual parroquia de la Magdalena. Un par de cientos de años por lo menos mas joven que la de Mesones. No es que tenga nada de particular, excepto un par de cosas que me llamaron mucho la atención: una de las capillas laterales dedicada a la virgen de Lourdes, es como la gruta, rarísima. Y otra cosa, la cofradía del Rescate que procesiona el lunes santo. Un Medinaceli precioso expuesto en otra de las capillas del templo, el Señor de Granada.
Esta iglesia fue escenario del bautizo de dos hermanas de buena familia venida a menos por las ideas liberales y afrancesadas de su progenitor: las condesitas Francisca y Eugenia de Montijo. Su madre , una dama de origen escocés, inteligente y con buenos lazos en la sociedad internacional del momento, supo educar a sus hijas y colocarlas en la jet llegando a ser la primera, duquesa de Alba y la segunda, emperatriz de los franceses. "Serás mas que reina" vaticinó una gitana en el Sacromonte a Eugenia.
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fachada de la casa de los condes de Teba y Montijo |
La casa natal está a dos pasos, en la misma calle de Gracia, unos trampantojos en la fachada y una placa dedicada a la emperatriz la identifican. La misma Eugenia contó que su madre le dio a luz prematuramente en una tienda de campaña, instalada junto a un laurel en el jardín de la casa, debido al pánico que sentía cuando los terremotos zarandeaban Granada, lo que sucedió aquellos días.
Paca Alba murió joven dejándo al duque viudo con tres infantes de los que Eugenia se ocupó como si fueran suyos.
La historia de Eugenia fue larga y dolorosa. Lo tuvo todo y todo le arrebató el destino. Algunos la llamaron la Sissi española.
Dejo mis rollos cuentacuentos históricos y adjunto mapa del recorrido sugerido, comienza en la calle Arco de las Orejas, antigua puerta de Bib-Rambla, para continuar al arco de Cucharas, por aquello de entrar en situación.
Desde la cercana plaza de la Trinidad alcanzamos la calle Tablas para, en la esquina con Puentezuelas echar un vistazo al palacio de las Columnas, precioso por dentro y por fuera, es la escuela de traductores.
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Palacio de las Columnas |
Continuando por Puentezuelas, en la intersección con calle de la Paz, merece la pena desviarse unos pasos hasta el nº 18 a ver si está abierta la verja de otro antiguo palacete, el de los condes de Jarosa, actual escuela de postgrado de la UGR.
Si continuamos por esta calle hacia la paralela de Jardines, podremos ver otro estupendo palacio ocupado ahora por la casa de Jaen en Granada, la casa de las Brevas, llamada así por un adorno de su fachada similar a lágrimas o brevas.
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casa de las Brevas |
Seguimos ruta y alcanzamos el cruce con la calle Gracia, en la esquina, la parroquia de la Magdalena y enfrente, la casa de nacimiento de las condesitas con su sabor ancienne.
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Casa de Mariana Pineda |
Continuamos buscando la calle del Águila, una casona amarilla grandota es el centro europeo de las mujeres Mariana Pineda. Es la ultima casa que ocupó Doña Mariana antes de ir detenida al beaterio de las "Arrecogidas".
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palacio de los Yanguas |
Terminamos paseo en la placeta de Gracia, frente a la actual curia diocesana, antiguo palacio de los Yanguas, marqueses de Casablanca. Espectacular edificio según tengo entendido, muy difícil de encontrar abierto y mas complicado aún, imagino, de visitar.
Si hay ganas de tomarse una cerveza antes de continuar la caminata estamos en una zona estupenda: Pedro Antonio de Alarcón. Chanquete, la taberna de la tita Paca, Misa de Seis, Kudam o Poetas nos ofrecen desde tapas hasta algo mas contundente.
Poetas es uno de los restaurantes de toda la vida, en plena calle, lleva desde finales de los 70 ofreciendo asados aunque para mi, lo mejor de su carta es el "churrasco". Exquisito.
Pedro Antonio ha sido siempre zona de ocio, bares y copas especialmente de estudiantes. Los locales han podido mudar el nombre pero no la actividad. recuerdo bares de copas como Marilyn, Batán...este último aún activo.
No olvidemos locales de los 80 que han sabido reinventarse manteniendo su esencia rockera como Planta Baja y Ruido Rosa (fundado por los del 091) son de los míticos, con música en directo. Imperdibles.
Lemmon Rock es otro en pleno centro del barrio, un edificio del s. XVII rehabilitado maravillosamente que da comidas, tapas, copas, conciertos, exposiciones y lo que se precie. Espectacular.
El camino de Ronda es una enorme avenida que separaba Granada de su Vega, hoy la separa de mas Granada pues al otro lado lo que hay son edificios enormes, hotelazos, centros comerciales y parques.
Vamos a volver hacia el centro subiendo por Emperatriz Eugenia hacia la plaza de Gran Capitán.
Tan poco queda en Granada de una como del otro. A Eugenia de Montijo además de esta calle y la fachada de su casa natal, se le puede sumar una escultura en bronce que la colocaron por el Triunfo, creo recordar. Al fin y al cabo pasó poco tiempo en la city aunque sus logros personales y sociales fueran muchos... Pero al Gran Capitán.... ¡vamos! había que tenerlo en un altar. Menos mal que el tercio de la legión de Melilla lleva su nombre. ¡Pobre general! ¡qué menos!
Una ciudad que logró conquistar casi sin derramar una gota de sangre y digo esto porque en esos años lo normal era arrasar y a mamporrazos, no dejar títere con cabeza. Una calle y una tumba en los Jerónimos, queda, porque el palacio de los Córdova del Chapíz es mas de sus herederos y ni siquiera está en el asentamiento original. De la casa donde murió el Gran Capitán en el Realejo resiste una placa y una hornacina en la fachada del convento de las Carmelitas. Poco más.
Los que saben, cuentan que congenió con Boabdil hasta tal punto que incluso se hicieron amigos. Aprendió su idioma y cuando el hijo del rey fue rehén de los reyes cristianos, Boabdil pidió que Gonzalo fuera su custodio. Dicen que en la redacción de las capitulaciones de Granada se lee entre líneas el respeto y admiración que se tenían ambos caballeros.
Hasta la conquista de Granada, D. Gonzalo había sido el capitán general de los ejércitos de Castilla y Aragón, lo de Gran Capitán se lo ganó después, aclamado por sus tropas, allí donde lo mandó el rey Fernando, el que tuvo la cara de pedirle cuentas. Con su respuesta, sea cierta o no, surgió el dicho "las cuentas del Gran Capitán". Claro, que por aquel entonces la reina Isabel ya andaba dando de comer a los gusanos...¡fiera era la niña cuando le tocaban a su valedor! En fin, que la historia y sobre todo, las leyendas, dan para mucho.
Más refrigerios: en la esquina de Gran Capitán con Carril del Picón otro mítico: la pataleta, mas churrascos y cachopos. por ahí andan El Establo, el Niza y el Labrador, los de siempre.
Finalizo ya estos paseos por la capital granadina, pues aunque se quedan muchas cosas en el tintero, mi intención era dar unas pinceladas de "mi Granada" particular, sin más pretensiones.
Espero no haber metido mucho la pata y que este blog haga su función que es entretener y renovar recuerdos de los que por allí pasamos alguna vez.
Y una cosa, LA ROJA no lleva ese nombre por el color de sus muros, en tiempos moros era BLANCA, perooooo..... a su primer dueño que era pelirrojo si le llamaban el ROJO y ya sabemos que en la cultura árabe la casa de un señor se llama como él, pero en femenino.