Fin de semana en la sierra madrileña de Guadarrama, aprovechado al milímetro, sorprendentemente innovador en algunos aspectos, por lo menos para mi y terriblemente divertido. Aviso a navegantes: quiero repetir, es decir, amenazo con volver. Avisados estáis.
En marzo de 2.020 nos quedamos con los billetes del tren en el bolsillo y las ganas almacenadas detrás del miedo y la mascarilla, a la espera de que, aquello que iba a ser nuestro primer congreso Hipona, tuviera luz verde en algún lugar de un futuro cercano. 24 meses más tarde, llegó el momento de acudir a la convocatoria, de llenar la maleta de curiosidad e ilusión y de abrir las ventanas de la mente de par en par para compartir esa jornada y media de sabado y domingo. Ha habido un poco de todo, charlas, ponencias, experiencias, convivencia, reencuentro con viejos amigos, visita cultural, diversión, catarro, cansancio y sobre todo compañerismo, descubrimiento y conocimiento.
Carretera y manta, literalmente, "pa Madrid " lo mas cómodo para llegar a Guadarrama, el coche, medio que permitía ahorrar en "dólares y tiempo", aunque esto es un decir, pues nada mas pisar tierra firme peninsular, paramos a comer y nos dieron.... bueno, no nos dieron las 10 y las 11 y las 12... de puro milagro.
Llovió casi todo el tiempo, la carretera estaba lenta y pesada y la compañía divertida y chuchera. Llegamos al complejo Fray Luis de León a la 1 AM. Un soñoliento y amable conserje, nos dió la bienvenida y alojó a "los de Ceuta", que vamos haciendo patria por donde pasamos.
Habitaciones, sobrias, limpias, calentitas, con todo lo necesario y una cama que me llamaba como canto de sirena, irresistible. Creo que me quedé dormida antes de poner la cabeza en la almohada, amanecí en la misma postura.
Habíamos quedado en el hall para desayunar a las 9, pues aquello empezaba poco mas tarde, así que ducha rapidita, algo de chapa y pintura y a salir volando. Mi compañera de habitación, Afri, a la que ya conocía pero que este finde me ha conquistado, andaba con un catarrazo del 10. Un par de paracetamoles mas tarde para poner estos cuerpos serranos en pie y que no nos doliera nada, salimos en búsqueda del clan caballa y de ese enorme comedor escondido entre un laberinto de puertas y escaleras.
Primera sorpresa: gente por todas partes buscando sus acreditaciones y mas gente jovencita que se encargaba de organizar un poco aquello. Jovenes, amables, serviciales... encantadores, atendiendo a 160 almas en total reunidas a la señal de Hipona. Allí me encontré con un viejo amigo y compañero de viaje, el padre Isidro, ahora viviendo en Madrid y por lo que compruebo, contento de esta situación, aunque siempre se esté quejando de algo, y es que siempre debe haber algo a mejorar, ¿O no?
Los "de Ceuta", llegamos al auditorio puntuales, buscando un lugar estratégico donde sentarnos con buena perspectiva y mejor evacuación, por si las moscas.
Tras la presentación y oración inicial digitalizada, organizada por los alumnos del colegio de Valencia, (dificil de entender por esas mascarillas que no dejan salir la mitad de las sílabas de manera entendible), llegó la primera ponencia del congreso y del día. Segunda sorpresa: Cristina Inogés. Una maña cuyo curriculum puede que sea bastante insólito para habituales y profanos. Si algo me llamó la atención de lo que refirió su telonero sobre ella fue que estudió teología en la universidad protestante de Madrid, que en octubre pasado abrió el Sínodo de obispos y poco antes intervino ante el mismísimo Papa. Interesante. Además, su conferencia se titulaba:"Iglesia ¿qué estás dispuesta a escuchar de ti misma?" Tenía toda mi atención.
Me enganchó desde el minuto uno, aunque no fuera divertida, leyera su discurso, no se apoyara en ningún medio audiovisual ni utilizara ningún tipo de recurso didáctico. Crítica aunque respetuosa, rayando a veces el feminismo sin entrar en el color morado, valiente, incluso atrevida, rozando el filo de la navaja, diáfana en su diagnóstico del estado actual de la Iglesia. Me gustó su estilo al descansar en los Textos Sagrados para dar fuerza a sus argumentos.
Un par de ideas: Si el mundo evoluciona ¿porqué no la Iglesia? El miedo es lo contrario de la Fe.
Defiende una Iglesia futura INCLUSIVA, CONTEMPLATIVA y MARGINAL en la que la actitud predominante sea la de los gansos: trabajo de minorías donde todos ocupen la dirección alternativamente sin caer en el agotamiento y donde nadie permanezca nunca en soledad si se separa del grupo, ni para morir. (se remitía al vídeo de youtube de los gansos)
Propuso, según entendí, cambios de actitud, romper inercias, la escucha activa, y un sínodo desde abajo donde, aunque no se trate de una consulta referendum, las tropas laicas tengan mucho que opinar y actuar. Una especie de ensayo-error supervisado por los que deben estar ahí y no a otras cosas. Incluso me quedé con ganas de unas cuantas más " preguntas al final". ¡Chapó!
Cofee-break y cambiamos de tercio, de Aragón nos vamos a Huelva con Mindundis Factory. Una pareja de hecho laboral con bastante complicidad en su misión: enseñarnos a COMUNICAR de otra manera. Nos enseñaron algunos ejemplos de como romper con lo establecido para conseguir resultados distintos. Sugirieron "vender ya la barca" que tan amenudo aparece en imágenes cristianas y nos presentaron al Rey de los Mindundis, un Jesús que "no se calla por ná, que va con lo puesto, no contamina, lo da todo gratis y que tiene una sola ley llamada amor".
Un frase clara y concisa: "en la comunicación es el EMISOR del mensaje (nosotros) el que debe hacer el esfuerzo, no el RECEPTOR.( niños, oyentes)"
Por tanto, nos propusieron la tarea, tanto a sacerdotes como a laicos allí presentes, de esforzarnos en cambiar nuestro mensaje diciendo cosas que interesen con un lenguaje "entendible" por los críos y menos críos, sustituyendo antiguas parábolas por vivencias actuales, tomando en serio el tiempo- época en el que vivimos aunque a algunos, nos cueste un poco más romper con las viejas reglas.
Aconsejaron buscar la creatividad en el mismo Evangelio porque "Jesús está vivo y vive en la gente", en nosotros, todos y por tanto "cada época debe reinventar su proyecto de espiritualidad". Una espiritualidad entendida con coraje y valiente, porque la mejor forma de convencer es llegando al corazón.
El amor por encima de todo y en todas direcciones. GUAUUUUU!
Comida en mesa de 8 , paseito de reconocimiento por las magníficas y cuidadas instalaciones del complejo y a las 4 pm mesa redonda que fue lo que menos me gustó de todo el congreso: "Caminar juntos con San Agustín, como familia, para mejorar el mundo".
Creo que no conecté con el primer ponente, porque en realidad fueron tres charlas y no una mesa redonda, y ya se me fastidió el resto. Eso y la horita, claro.
El padre Santiago si que llevó al terreno de San Agustin, haciendo multiples referencias a sus escritos, la sinodalidad del congreso, la misión de la Iglesia y la importancia de hacer ese camino juntos. Lo demás, ni fu ni fa.
Y tercera sorpresa: la tarde acabó con un concierto del señor Nico Montero, choquero de Cádiz, para mas señas, que fue todo un descubrimiento. Bonitas las canciones, genial el pianista, y divertidísima su versión del amerizaje en el río Hudson del capitan Sully, tambien de Cádiz, por supuesto. Prometió pasar por Ceuta en breve. Te esperamos con los brazos abiertos y con toda tu banda.
Salimos pitando hacia El Escorial, allí aguardaba un amigo del padre Alberto y aunque ya era tarde para recorrer el monumental monasterio lugar de formación y oración de frailes agustinos, hicimos una pequeña visita privada que nos permitió apreciar el magnífico patrimonio que nos dejó en herencia la persistencia de aquel Austria, Felipe II, que hoy cuidan los padres agustinos. Hay que volver y con tiempo, por lo menos una mañana entera, para perderse por esos pasillos que crujen y conducen a patios donde resuenan ecos de risas infantiles que traspasan los gruesos muros de pisos superiores y nos recuerdan que allí, ademas de novicios y profesores, habita una escolanía agustina. Capillas, aulas, salitas, escaleras y refectorio que huele a puchero de cena temprana. Ventanas del tamaño de la puerta de una iglesia que hay que abrir entre dos para contemplar ese eje vertebrador del claustro de los Evangelistas....
Gracias por este regalo, por este rato que compartimos, por esa intimidad y esos recuerdos que vislumbramos, esa puerta que cruzamos hacia el pasado, nos mostró vuestros años mozos de duro aprendizaje, que nunca olvidareis y que curtieron a los hombres que conocemos y queremos hoy.
Por supuesto, entre conocimentos, vista guiada, charlas, opiniones, reliquias, costumbres y otras milongas varias, llegamos a cenar con una hora de retraso. La Parrilla del Principe, frente al monasterio, pero en la otra punta, claro, y lloviendo a mares, con un frío que hacia volar bajo al grajo.
Cenamos como príncipes, bebimos como reyes y nos reímos como si no hubiera un mañana.
Javi, otra maravillosa sorpresa que dentro de nada comenzará un camino emancipado. ¡Buen camino peregrino! Llevas la mejor mochila que se pueda encontrar. Suerte y coraje en esa vida que comienzas.
Y nos fuimos a..... echar gasolina. Las tantas de la madrugada, una ventisca como las de los Bálticos en pleno enero y cayendo un aguanieve que se metía por los poros de la piel. No hay cuerpo que resista eso. Volví a caer en el catre como la noche anterior, me quedé frita oyendo la lluvia rebotar en la cornisa de la ventana. No hay otro sonido ¡Que paz!
Los localicé en el desayuno, andaban con chicos de la organizacion que les acompañaban y animaban ya que, francamente, no debió ser fácil para ellos subirse al escenario y contar delante de un montón de desconocidos como era su vida y que pensaban de la Iglesia. Me dió la impresion de que eran unos muñequitos de feria exhibidos en un escaparate. Una frase que dijo ella me puso los pelos de punta: "hay gente que nos ayuda pero no nos quiere" Eso dolió, como duelen las verdades que van derechas al corazón, por verguenza ajena y porque es así. Quizás por esa sola frase valiera la pena dejarse llevar allí.
Y luego llegó Monseñor. Sabía de él desde que, en 2.011 junto a Emilio, Isidro, Esteban y David se fueran de ruta gelatti en lugar de venirse a sufrir los museos vaticanos. Lo vi mas delgado, con su eterno pelo canoso y tan alto y elegante como entonces.
Comenzó a hablar y se hizo la magia. Me lo esperaba mas teológico, quizás mas teórico, pero no. No vino a vender un mensaje del Papa, vino a mostrarse como es: todo un corazón de agustino que tiene tareas de obispo. El mismo lo dijo: "no soy un obispo agustino, soy un agustino obispo". Si habló de la sinodalidad desde el servicio y el amor, de la necesaria renovación, del papel de la familia agustina toda ella entera, en esta tarea hercúlea a la que muchos no sabremos como meter el diente. Animó a los de 20 a tirar de los de 60, a sacarlos de la zona de confort que ya huele a rancio en este siglo XXI. Me maravilló aquello de " Dios llama a tu puerta todos los dias, ¿lo has reconocido hoy? o ¿ni lo has mirado?". Me emocionó con "Quien es Cristo" ¿eres capáz de decir soy yo?", Nos confesó no ser capaz de decirlo y nos regaló 4 verbos de enorme contenido y responsabilidad: DESPERTAR, ARRIESGAR, RESPONDER y REVITALIZAR para alentarnos a ser capaces de presentar una alternativa creíble al Mundo. Y para cerrar una charla que se pasó volando citó a su Papa de cabecera, Juan XXIII: "es preciso pensar a lo grande y mirar alto y lejos". Nada más y nada menos.
Últimas fotos con otro de los fichajes del padre Alberto y despedida de los compañeros hasta la próxima, que no debe tardar mucho porque aqui hay trabajo para rato.
Si el Papa se ha empeñado en que la Iglesia sea sinodal hay que juntarse más, mucho más, y convivir y bajar de las alturas, que a los chicos del cleriman aún no les toca andar en los dominios de San Pedro, sino de los simples mortales.
La sociedad ha cambiado mucho, sobre todo en los últimos 50 años, y la Iglesia está despistada, dormida en los laureles. Un buen análisis D.A.F.O. no le vendría mal a esta institución que lleva años estancada, que posee el mejor efectivo de todos los tiempos y no sabe venderlo a los compradores de hoy. Busquemos debilidades y convirtamoslas en fortalezas, analicemos amenazas y aprovechemos oportunidades. El tiempo nos llevará en volandas hacia la luz sobre todo si la misión está en manos de esa gente tan bonita como estos compañeros de viaje: Arantxa, Afri, Susana, Damián, Ignacio, Alberto y David. Con esta calidad humana, el éxito está asegurado, solo nos queda trabajar para conseguirlo antes.
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