Segundo dia a bordo. Nos han prometido una jornada descansada aunque no por ello menos interesante. Ayer navegamos durante horas, llegamos siendo noche cerrada a la esclusa de Esna, había cola para subirla. Sentados en nuestra mesa al fondo del comedor, contemplábamos por la ventana como el agua llenaba a borbotones el vaso donde estábamos metidos. En ningún momento sentimos el menor cabeceo de la nave, es más, nos dimos cuenta cuando ya casi estábamos arriba del todo. Tras la cena, tuvimos tiempo para explorar todos los rincones del hotel flotante.
En el vestíbulo, un evocador panel de fondo muestra las maravillas de Egipto al tiempo que sirve de photocall para todos los que subimos o bajamos las dobles escaleras alfombradas. En el centro del salón se exhibe un enorme jarrón de Sevres sobre una mesa de estilo clásico, más propia de castillos y palacios europeos. La iluminación procede de un gran lámpara con lágrimas de cristal de bohemia que le da el toque palaciego al conjunto. A un lado, la puerta de acceso a la nave, con arco de seguridad incluido, la recepción, una pequeña joyería, el guardamaletas y varios sofás de cortesía. Siempre encontraremos personal de recepción y de seguridad controlando que nadie se cuele.
Bajando una planta, accedemos al primer piso, aquí se ubican las cocinas, las dependencias del personal y el comedor. Al llegar a cenar vimos que andaban descargando garrafas de agua mineral, eso tienen los buenos barcos, sólo utilizan agua embotellada para cocinar, limpiar frutas y verduras. La mayoría de los visitantes no tenemos nuestros intestinos adaptados al agua del país y algunos acaban sufriendo el mal del rey Tut, unas gastroenteritis que solo se curan con los medicamentos locales. En estos casos la mejor solución es informar al guía que se encarga de adquirir las medicinas necesarias, sin costo para el viajero enfermo. El fortasec y demás milongas no valen en estas latitudes. Los extranjeros no debemos utilizar el agua del grifo ni para lavarnos los dientes.
Continuando con el recorrido por la motonave, en el tercer piso encontramos la tienda de recuerdos para turistas, un pequeño salón de reuniones y un piano de cola estampado además de dos pasillos a popa y proa de camarotes. En el cuarto nivel se sitúa el salón para fumadores con unas cristaleras art-decó muy chulas, la TV y la mesa de billar. A proa, el espacio se abre para dar cabida al disco-bar-sala de fiestas que estrenamos después de la cena. A popa, un solo pasillo para los camarotes mas altos, y un rinconcito donde el camera-man aprovecha para montar y visualizar sus grabaciones diarias. Si, hay un chico que filma durante todo el dia a los pasajeros y luego te vende el dvd.
Hablando de fumadores, en Egipto permiten fumar casi en cualquier sitio, tras tantos años que llevamos en Europa con el tabaco restringido, se nota muchísimo el olor del humo, sobre todo para los que somos no fumadores.
Lo que más me gusta del barco es la cubierta, es un placer contemplar el atardecer desde ella. Bajo la zona entoldada se refugia la cafetería y algún aparatejo de gym que justifica el anuncio de contar con gimnasio. Demasiado calor hace aquí para pensar siquiera en mover un músculo (a mi ni se me ocurre, claro). Lo que sí es factible es tomar el sol y darte un relajante baño en el jacuzzi o un remojón en la piscina. Todo esto mientras admiras el encantador paisaje que ofrece el río más largo del mundo.
Amanecemos atracados en paralelo junto a otras tres naves. Para salir hay que cruzar los vestíbulos de estas y cual es nuestra sorpresa cuando comprobamos que la aneja es el Moondance, el barco prometido y no conseguido.
Salimos temprano, Hoy habrá mucha más afluencia de público, prácticamente todos los que ayer andabamos repartidos entre el Valle de los Reyes, Karnak y Luxor coincidiremos tanto en la visita de la mañana como de la tarde, por eso decidimos ir pronto a Edfú, el templo mejor conservado de todo Egipto y el segundo mas grande después de Karnak.
En el vestíbulo, un evocador panel de fondo muestra las maravillas de Egipto al tiempo que sirve de photocall para todos los que subimos o bajamos las dobles escaleras alfombradas. En el centro del salón se exhibe un enorme jarrón de Sevres sobre una mesa de estilo clásico, más propia de castillos y palacios europeos. La iluminación procede de un gran lámpara con lágrimas de cristal de bohemia que le da el toque palaciego al conjunto. A un lado, la puerta de acceso a la nave, con arco de seguridad incluido, la recepción, una pequeña joyería, el guardamaletas y varios sofás de cortesía. Siempre encontraremos personal de recepción y de seguridad controlando que nadie se cuele.
Bajando una planta, accedemos al primer piso, aquí se ubican las cocinas, las dependencias del personal y el comedor. Al llegar a cenar vimos que andaban descargando garrafas de agua mineral, eso tienen los buenos barcos, sólo utilizan agua embotellada para cocinar, limpiar frutas y verduras. La mayoría de los visitantes no tenemos nuestros intestinos adaptados al agua del país y algunos acaban sufriendo el mal del rey Tut, unas gastroenteritis que solo se curan con los medicamentos locales. En estos casos la mejor solución es informar al guía que se encarga de adquirir las medicinas necesarias, sin costo para el viajero enfermo. El fortasec y demás milongas no valen en estas latitudes. Los extranjeros no debemos utilizar el agua del grifo ni para lavarnos los dientes.
Continuando con el recorrido por la motonave, en el tercer piso encontramos la tienda de recuerdos para turistas, un pequeño salón de reuniones y un piano de cola estampado además de dos pasillos a popa y proa de camarotes. En el cuarto nivel se sitúa el salón para fumadores con unas cristaleras art-decó muy chulas, la TV y la mesa de billar. A proa, el espacio se abre para dar cabida al disco-bar-sala de fiestas que estrenamos después de la cena. A popa, un solo pasillo para los camarotes mas altos, y un rinconcito donde el camera-man aprovecha para montar y visualizar sus grabaciones diarias. Si, hay un chico que filma durante todo el dia a los pasajeros y luego te vende el dvd.
Hablando de fumadores, en Egipto permiten fumar casi en cualquier sitio, tras tantos años que llevamos en Europa con el tabaco restringido, se nota muchísimo el olor del humo, sobre todo para los que somos no fumadores.
Lo que más me gusta del barco es la cubierta, es un placer contemplar el atardecer desde ella. Bajo la zona entoldada se refugia la cafetería y algún aparatejo de gym que justifica el anuncio de contar con gimnasio. Demasiado calor hace aquí para pensar siquiera en mover un músculo (a mi ni se me ocurre, claro). Lo que sí es factible es tomar el sol y darte un relajante baño en el jacuzzi o un remojón en la piscina. Todo esto mientras admiras el encantador paisaje que ofrece el río más largo del mundo.
Amanecemos atracados en paralelo junto a otras tres naves. Para salir hay que cruzar los vestíbulos de estas y cual es nuestra sorpresa cuando comprobamos que la aneja es el Moondance, el barco prometido y no conseguido.
Salimos temprano, Hoy habrá mucha más afluencia de público, prácticamente todos los que ayer andabamos repartidos entre el Valle de los Reyes, Karnak y Luxor coincidiremos tanto en la visita de la mañana como de la tarde, por eso decidimos ir pronto a Edfú, el templo mejor conservado de todo Egipto y el segundo mas grande después de Karnak.
Una sorpresa aguarda en la corniche, no nos espera un bus, son calesas tiradas por caballos. Los vehículos están bastante traqueteados, por decir algo, los sillones y las capotas mejor no mirarlas mucho, la mugre ha hecho estragos en el tiempo. Remaches, flecos y mil adornos, eso sí, por todas partes. El caballo delgadito y fuerte. De 4 en 4 vamos subiendo, nos repartimos como podemos, uno delante, arriba junto al conductor, dos atrás en el sentido de la marcha y otro, encogido frente a estos. Deberemos recordar el "número de bastidor" pues regresamos en la misma, la 200. El calesero, un chico joven al que no para de sonarle el móvil, domina las riendas como si fuera un látigo. Según Walid, uno de los peores insultos que te pueden dedicar en el pueblo es "hijo de calesero", así será el gremio. Azuza al pobre caballo con las riendas que ya camina al al trote y en un momento al galope.
Cruzamos la ciudad en una travesía que dura unos diez-quince minutos, se me hacen eternos. Pasamos calles a galope tendido, botando cada vez que pilla un bache y pensando que en el próximo sales despedido del vehículo. Adelanta a otras calesas, incluso autos a diestra y siniestra, como si llevaramos las luces y sirenas de un camión de bomberos a todo aullar en el techo del carruaje. La policía detiene la circulación, coches, motos, bicis, buses y peatones en las intersecciones, todos parados, haciendo sonar los claxon y bocinas mientras pasamos los turistas. La gente nos miraba, los escolares uniformados de camino al colegio saludaban y sonreían. ¡Madre mia! El profundo Egipto ante nuestras narices ¡Vaya ratito! y aún quedaba la vuelta.
Cruzamos la ciudad en una travesía que dura unos diez-quince minutos, se me hacen eternos. Pasamos calles a galope tendido, botando cada vez que pilla un bache y pensando que en el próximo sales despedido del vehículo. Adelanta a otras calesas, incluso autos a diestra y siniestra, como si llevaramos las luces y sirenas de un camión de bomberos a todo aullar en el techo del carruaje. La policía detiene la circulación, coches, motos, bicis, buses y peatones en las intersecciones, todos parados, haciendo sonar los claxon y bocinas mientras pasamos los turistas. La gente nos miraba, los escolares uniformados de camino al colegio saludaban y sonreían. ¡Madre mia! El profundo Egipto ante nuestras narices ¡Vaya ratito! y aún quedaba la vuelta.
mercado en Edfú |
Llegando al recinto del templo vimos una nube de motocarros negro y amarillos, les llaman tuc-tuc, complementan a las calesas para transportar turistas desde la corniche al templo.
Bajarse del carricoche es deporte de alto riesgo, se te puede echar encima otro que llegue detrás y no van nada despacio, entran en el recinto a toda marcha. Vaya jaleo que había aquí, unas 60 o 70 calesas con sus caballos y caleseros, gritando órdenes, discutiendo y pidiendo paso, algunos afortunados aparcados bajo porches de caña se refugian a la sombra mientras otros recalientan plásticos de tapicería y capota al sol ligero. Le dimos 1 euro al chico por recomendación de Walid, aunque ya le pagaba la agencia. Era todo sonrisas, me dejó hacerle mil fotos con su caballo, nos abrió paso entre tanto cuadrupedo hasta zona "no peligrosa" y nos aseguró que nos buscaría a la salida. -"Dosiento ehhh"- decía, señalando el número de su sputnik. Toda una experiencia.
Bajarse del carricoche es deporte de alto riesgo, se te puede echar encima otro que llegue detrás y no van nada despacio, entran en el recinto a toda marcha. Vaya jaleo que había aquí, unas 60 o 70 calesas con sus caballos y caleseros, gritando órdenes, discutiendo y pidiendo paso, algunos afortunados aparcados bajo porches de caña se refugian a la sombra mientras otros recalientan plásticos de tapicería y capota al sol ligero. Le dimos 1 euro al chico por recomendación de Walid, aunque ya le pagaba la agencia. Era todo sonrisas, me dejó hacerle mil fotos con su caballo, nos abrió paso entre tanto cuadrupedo hasta zona "no peligrosa" y nos aseguró que nos buscaría a la salida. -"Dosiento ehhh"- decía, señalando el número de su sputnik. Toda una experiencia.
El templo de Edfú fue construido en época ya tardía, greco romana, esto es en los siglos III a I antes de Cristo. Casi podría decirse que es contemporáneo del Coliseo romano. Por hacer un poco de historia y resumiendo, cuando Alejandro Magno murió, sus generales, digamos , se"repartieron" el imperio y Ptolomeo vino a Egipto, fundando la dinastía ptolemaica. Famosillos de este periodo conocemos todos a Cleopatra VII por la peli Quo Vadis en la que Liz Taylor mostró su insuperable belleza y arte dramático.
Los Ptolomeos eran extranjeros, griegos-macedonios nada que ver con las grandes dinastías que dieron a luz faraones de la talla de Seti I o Ramsés II. Se encargaron de echar a los persas de Egipto, aunque se quedaron con los camellos que trajeron estos y fueron respetuosos con la cultura, la iconografía y el arte egipcios. Ellos continuaron con sus costumbres, hablaban y se comportaban como griegos que eran, no se mezclaban con el pueblo llano, solo nuestra admirada Cleopatra VII, adoptó el idioma. Por tanto, durante esta dinastía existieron en Egipto dos culturas, la faraónica de toda la vida de unos 3000 años de antigüedad en aquel momento y la helenística. Fue durante este periodo, en concreto en vida de Ptolomeo V cuando se talló la piedra Rosetta que centurias más tarde encontrara Napoleon y descifrara Champollion.
En resumidas cuentas, la civilización egipcia se desarrolló durante un periodo de tiempo tan amplio que su última reina, aunque lleve unos 2000 años en el "más allá", es más contemporánea nuestra que de Keops o Micerinos. Después de Cleo, Egipto pasó a ser una provincia romana y como tal seguía la moda que Roma marcaba, por lo que si los romanos dejaron a los dioses, el pan y el circo y pasaron a rezar el Padre Nuestro y jugar a la petanca, aquí también lo hicieron, destrozando, de paso, toda imagen pagana de religiones anteriores.
Los Ptolomeos eran extranjeros, griegos-macedonios nada que ver con las grandes dinastías que dieron a luz faraones de la talla de Seti I o Ramsés II. Se encargaron de echar a los persas de Egipto, aunque se quedaron con los camellos que trajeron estos y fueron respetuosos con la cultura, la iconografía y el arte egipcios. Ellos continuaron con sus costumbres, hablaban y se comportaban como griegos que eran, no se mezclaban con el pueblo llano, solo nuestra admirada Cleopatra VII, adoptó el idioma. Por tanto, durante esta dinastía existieron en Egipto dos culturas, la faraónica de toda la vida de unos 3000 años de antigüedad en aquel momento y la helenística. Fue durante este periodo, en concreto en vida de Ptolomeo V cuando se talló la piedra Rosetta que centurias más tarde encontrara Napoleon y descifrara Champollion.
En resumidas cuentas, la civilización egipcia se desarrolló durante un periodo de tiempo tan amplio que su última reina, aunque lleve unos 2000 años en el "más allá", es más contemporánea nuestra que de Keops o Micerinos. Después de Cleo, Egipto pasó a ser una provincia romana y como tal seguía la moda que Roma marcaba, por lo que si los romanos dejaron a los dioses, el pan y el circo y pasaron a rezar el Padre Nuestro y jugar a la petanca, aquí también lo hicieron, destrozando, de paso, toda imagen pagana de religiones anteriores.
panaderia en Edfú |
Tras el sobresalto del paseíto en calesa, atravesamos un pasillo de avasalladores vendedores que salen de sus puestecillos ofreciendo todo tipo de mercancías, chilabas, pañuelos, figuritas de madera y alabastro, cajas de nacar, collares, pulseras, camisetas, bolsos... un sin fin de chismes "a 1 euro", pregonan que no es más que una excusa para arrastrarte al interior de su establecimiento y comenzar una negociación interminable. Mejor sonreir, agachar la cabeza, y murmurar un "la, la, shucrammm, cenquiuuuu" para pasar de largo. Las compras a la salida.
Edfu, es.... bueno pues simplemente perfecto. Está entero, no le falta una coma, todas las dependencias del templo, todos los jeroglíficos, escaleras, pasillos, incluidos techos. Por fin entiendo la similitud del templo egipcio con el cuerpo humano en "decúbito supino".
El titular es el dios Horus, el halcón con el que todos queremos tener fotos, una fila de ordenados japoneses se alinea delante del pajarito con pico y corona, esperando pacientemente turno.
Y a la sombra de los muros, Walid nos contó la leyenda de amor y horror de Osiris, Isis y Horus. Resulta que Osiris e Isis gobernaban Egipto, eran esposos y hermanos. Su otro hermano Seth casado con otra hermana, tenía envidia de Osiris y para quitárselo del medio organizó un fiestorro. En plena jarana, se ponen a jugar a meterse en un sarcófago y cuando le toca el turno a Osiris, todos los presentes se echan encima, lo cierran y lo tiran al mar. De la llantera que pilló Isis nació el río Nilo. El sarcófago a la deriva, llega a las costas de Byblos, actual Líbano y se mimetiza con un árbol precioso, un sicomoro del que se encapricha el rey del lugar, quien ordena construir una columna para su palacio con aquella madera.
Y a la sombra de los muros, Walid nos contó la leyenda de amor y horror de Osiris, Isis y Horus. Resulta que Osiris e Isis gobernaban Egipto, eran esposos y hermanos. Su otro hermano Seth casado con otra hermana, tenía envidia de Osiris y para quitárselo del medio organizó un fiestorro. En plena jarana, se ponen a jugar a meterse en un sarcófago y cuando le toca el turno a Osiris, todos los presentes se echan encima, lo cierran y lo tiran al mar. De la llantera que pilló Isis nació el río Nilo. El sarcófago a la deriva, llega a las costas de Byblos, actual Líbano y se mimetiza con un árbol precioso, un sicomoro del que se encapricha el rey del lugar, quien ordena construir una columna para su palacio con aquella madera.
Isis, que no para de añorar a su difunto marido, se entera, no se si por algún sueño o por ciencia infusa faraónica, y tras muchas vicisitudes consigue traerlo de vuelta a Egipto. Seth no va a dejar las cosas así, corta el cuerpo de Osiris en 14 pedazos (a estas alturas ya debía estar bien muerto) diseminándolos por doquier. La pobre viuda va en peregrinación buscando y reuniendo piezas y encuentra 13, ¿cual le falta? pues la más interesante, el palito de Osiris, que fue devorado por los pececitos del mar. A pesar de esto, por comunión espiritual con su difunto, Isis concibió a Horus al que cría y protege y ya mayorcito consigue vengar a su padre matando al mal, a Seth.
En la lucha, pierde un ojo, el ojo de Horus, uno de los amuletos más famosos de la cultura egipcia junto con la llave de la vida y el escarabajo sagrado. Con este ojo, restablecido por el dios Thot, Horus revive a su padre Osiris, que se convierte en el dios de los muertos. La batalla final creo recordar que tuvo lugar en las cercanías de Edfú, por eso siempre hubo un templo en esta localización.
Bueno, la historia es algo así, no me hagáis mucho caso, siempre suelo andar en Babia, este fue el relato que nos introdujo en un recinto impresionante de verdad, imperdible.
Dejo enlace al blog de "pescaditos en la cabeza" donde cuentan con bastante detalle esta historia algo modificada respecto a mis recuerdos: mito de Osiris, Isis y Horus
La vista del pilono la cubre parcialmente una estructura semiderruida a la que no le hacemos mucho caso. Error. Es la mammisis, lugar de nacimiento del dios, o donde se celebra su cumpleaños, una de dos. En las paredes, los grabados muestran a Isis criando a Horus, dándole de mamar, por eso el creador de la egiptología, JF Champollion la bautizó así, además, los frescos son los mejores de todo el recinto. Dicen, yo no los vi, que los "los cuatro reyes magos" fueron inmortalizados en estos relieves ofreciendo al recién nacido incienso, mirra, oro y un libro de magia.
Si queremos descubrir hasta qué punto estaba el templo enterrado en arenas del desierto y lodos del río es obligatorio pararnos y mirar el entorno, veremos el nivel de casas cercanas y además la muralla de adobe curvilínea que protegía el templo de las inundaciones.
En el pilono de acceso al patio se observan varios pisos, es distinto de los de otros templos, tiene estructuras interiores, unas pequeñas ventanitas se distinguen en al menos tres niveles. Los cuatro surcos de la fachada eran para colocar banderolas, los grabados son espejados, el faraón matando al enemigo en presencia de Horus.
Entramos al peristilo, observamos columnas en tres de sus lados, es amplio. Recordad, peristilo: patio con columnas, si está techado se llamaría sala hipóstila. El relieve de Horus con forma humana y cabeza de halcón se repite en las columnas. Los capiteles florales son distintos, aunque simétricos dos a dos. Había alguno diferente por cierto...Los cartuchos dedicados al faraón reinante están vacíos, los conflictos políticos no daban tregua y los artesanos para no andar sobreescribiendo, los dejaron limpios.
Las escenas de los muros relatan cómo era "la fiesta del bello encuentro" entre Horus y Hathor, su esposa venía una vez al año desde Dendera donde residía, a visitarlo durante 14 días. Hasta aquí la zona pública, a partir de este momento estaremos en la casa del dios, donde habita la divinidad y es atendido por los sacerdotes.
Se conoce la fecha en que se colocó la primera piedra del templo y cuando acabó su construcción 180 años más tarde, está escrito en las paredes, también el reinante y el arquitecto. Los muros contienen mil y un detalles que han hecho posible conocer un poco más a fondo costumbres, oraciones, ritos, fórmulas de perfumes y ungüentos, trabajos de construcción del templo como por ejemplo la ceremonia del "tensado de la cuerda" que era para buscar la zona donde construirlo, ... maravillosa historia antigua. Salieron 17 libros de estas paredes.
Pasamos a la primera sala hipóstila con columnas también de capiteles florales, bastante juntas, sus bases están talladas como hojas, debía ser una preciosidad este lugar, una explosión de colores.
La luz disminuye cuanto más nos acercamos al lugar sagrado, penetra por unas pequeñas aberturas en el techo, y por el muro columnado que hay entre la sala y el patio. Todo el recinto conserva su techo original, esto si que es único. Walid nos muestra grabados como las barcas ascendían por el río a fuerza de velas y remos y bajaban solo a remos, creo que era así.
Entramos en la segunda sala también con columnas decoradas, es más pequeña que la anterior, y más oscura, el techo está ennegrecido, quizás por el humo de antorchas o algún incendio.
A un lado, desde la sala de las ofrendas nos alineamos en una estrecha escalera por donde bajaban al dios de la terraza, en las paredes los grabados dejan ver una procesión en la que participan reyes, sacerdotes y dioses a tamaño casi natural, parecemos parte de ese desfile.
El apelotonamiento para ver el santuario con la naos de granito y la barca de Horus es monumental. Pasito a pasito, de perfil, achuchando al de delante que quiere salir de la primera fila y no le dejo, el de atrás que mete codo, me voy acoplando en un hueco, hasta que consigo ponerme de frente y con los brazos en su sitio, en primera fila. La iluminación muy tenue, sólo llega a través de un pequeño ventanuco en el techo. Los relieves son espectaculares, cuentan los cánticos que los sacerdotes entonaban todas las mañanas para despertar al dios, darle de comer, vestirlo, ungirlo.., las luces artificiales del suelo los resaltan, parecen dorados. Sobre la barca, mejor pasar de puntillas, ¡vaya poca vergüenza tuvieron los gabachos devolviendo una imitación y quedándose con la original!. ¿Que ocurriria si ellos hicieran lo mismo con la Giocconda?.Lo dicho, mejor obviar el tema.
Al santuario le rodean varias estancias o capillas con su misión cada una. La primera de la izquierda era la del dios Min, el de la fertilidad que aparece siempre manco a la vez que se presenta erecto. Ayer nos relataron su leyenda, un hombre al que le faltaba un brazo no fue a la guerra porque no podía arrojar lanzas ni luchar, si que supo embarazar a todas las señoras mientras sus maridos estuvieron ausentes. Cuando los hombres volvieron después de años, encontraron el pueblo bien repoblado. Lo convirtieron en dios.
Si algo llama de verdad la atención es que todos las escenas y jeroglíficos del interior de este templo son altorrelieves de un trabajo y una técnica exquisita, mientras que en las zonas exteriores, como el corredor que bordea el templo, son bajorrelieves, más duraderos. Encontramos las famosas "bombillas" faraónicas, los platillos volantes y el "wifi" Ya sabíamos los números pero fue la primera vez que vimos "el millón", el señor con los brazos en alto.
En el corredor exterior nos detuvimos un rato admirando las escenas en que Horus ayudado por el faraón, da caza y atraviesa con una lanza a un hipopótamo enano que era Seth. Es en este deambulatorio, a un lado, unas escaleras bajan hasta el nilómetro, una manera de medir la crecida del río para saber cómo serían las cosechas y en consecuencia, cobrar más o menos impuestos. "Doce codos era pasar hambre, 14 indicaba escasez, 16 comida para todos y 18 abundancia".
La historia del templo no acabó con los ptolomeos, los romanos lo convirtieron en cuartel, la legión II Trajana durmió entre sus muros y después, cuando el emperador Teodosio, en el año 391, decretó como religión verdadera la cristiana, se picaron las imágenes profanas de los dioses y cayó en el olvido. Las piadosas arenas del desierto lo cubrieron, solo quedaron a la vista partes altas del pilono y columnas, por ello se conservó en perfecto estado hasta que en 1.860 un arqueólogo francés, Mariette, empezó a escarbar. Lleva 158 años al descubierto, en este tiempo se ha deteriorado mucho más que durante los 18 siglos anteriores. Cuidemoslo, no va a durar nada si no se protege de la naturaleza y sobre todo de las personas.
En la lucha, pierde un ojo, el ojo de Horus, uno de los amuletos más famosos de la cultura egipcia junto con la llave de la vida y el escarabajo sagrado. Con este ojo, restablecido por el dios Thot, Horus revive a su padre Osiris, que se convierte en el dios de los muertos. La batalla final creo recordar que tuvo lugar en las cercanías de Edfú, por eso siempre hubo un templo en esta localización.
Bueno, la historia es algo así, no me hagáis mucho caso, siempre suelo andar en Babia, este fue el relato que nos introdujo en un recinto impresionante de verdad, imperdible.
Dejo enlace al blog de "pescaditos en la cabeza" donde cuentan con bastante detalle esta historia algo modificada respecto a mis recuerdos: mito de Osiris, Isis y Horus
La vista del pilono la cubre parcialmente una estructura semiderruida a la que no le hacemos mucho caso. Error. Es la mammisis, lugar de nacimiento del dios, o donde se celebra su cumpleaños, una de dos. En las paredes, los grabados muestran a Isis criando a Horus, dándole de mamar, por eso el creador de la egiptología, JF Champollion la bautizó así, además, los frescos son los mejores de todo el recinto. Dicen, yo no los vi, que los "los cuatro reyes magos" fueron inmortalizados en estos relieves ofreciendo al recién nacido incienso, mirra, oro y un libro de magia.
Si queremos descubrir hasta qué punto estaba el templo enterrado en arenas del desierto y lodos del río es obligatorio pararnos y mirar el entorno, veremos el nivel de casas cercanas y además la muralla de adobe curvilínea que protegía el templo de las inundaciones.
fuente: egiptoforo.com |
Entramos al peristilo, observamos columnas en tres de sus lados, es amplio. Recordad, peristilo: patio con columnas, si está techado se llamaría sala hipóstila. El relieve de Horus con forma humana y cabeza de halcón se repite en las columnas. Los capiteles florales son distintos, aunque simétricos dos a dos. Había alguno diferente por cierto...Los cartuchos dedicados al faraón reinante están vacíos, los conflictos políticos no daban tregua y los artesanos para no andar sobreescribiendo, los dejaron limpios.
Las escenas de los muros relatan cómo era "la fiesta del bello encuentro" entre Horus y Hathor, su esposa venía una vez al año desde Dendera donde residía, a visitarlo durante 14 días. Hasta aquí la zona pública, a partir de este momento estaremos en la casa del dios, donde habita la divinidad y es atendido por los sacerdotes.
Se conoce la fecha en que se colocó la primera piedra del templo y cuando acabó su construcción 180 años más tarde, está escrito en las paredes, también el reinante y el arquitecto. Los muros contienen mil y un detalles que han hecho posible conocer un poco más a fondo costumbres, oraciones, ritos, fórmulas de perfumes y ungüentos, trabajos de construcción del templo como por ejemplo la ceremonia del "tensado de la cuerda" que era para buscar la zona donde construirlo, ... maravillosa historia antigua. Salieron 17 libros de estas paredes.
Pasamos a la primera sala hipóstila con columnas también de capiteles florales, bastante juntas, sus bases están talladas como hojas, debía ser una preciosidad este lugar, una explosión de colores.
La luz disminuye cuanto más nos acercamos al lugar sagrado, penetra por unas pequeñas aberturas en el techo, y por el muro columnado que hay entre la sala y el patio. Todo el recinto conserva su techo original, esto si que es único. Walid nos muestra grabados como las barcas ascendían por el río a fuerza de velas y remos y bajaban solo a remos, creo que era así.
Entramos en la segunda sala también con columnas decoradas, es más pequeña que la anterior, y más oscura, el techo está ennegrecido, quizás por el humo de antorchas o algún incendio.
A un lado, desde la sala de las ofrendas nos alineamos en una estrecha escalera por donde bajaban al dios de la terraza, en las paredes los grabados dejan ver una procesión en la que participan reyes, sacerdotes y dioses a tamaño casi natural, parecemos parte de ese desfile.
El apelotonamiento para ver el santuario con la naos de granito y la barca de Horus es monumental. Pasito a pasito, de perfil, achuchando al de delante que quiere salir de la primera fila y no le dejo, el de atrás que mete codo, me voy acoplando en un hueco, hasta que consigo ponerme de frente y con los brazos en su sitio, en primera fila. La iluminación muy tenue, sólo llega a través de un pequeño ventanuco en el techo. Los relieves son espectaculares, cuentan los cánticos que los sacerdotes entonaban todas las mañanas para despertar al dios, darle de comer, vestirlo, ungirlo.., las luces artificiales del suelo los resaltan, parecen dorados. Sobre la barca, mejor pasar de puntillas, ¡vaya poca vergüenza tuvieron los gabachos devolviendo una imitación y quedándose con la original!. ¿Que ocurriria si ellos hicieran lo mismo con la Giocconda?.Lo dicho, mejor obviar el tema.
Al santuario le rodean varias estancias o capillas con su misión cada una. La primera de la izquierda era la del dios Min, el de la fertilidad que aparece siempre manco a la vez que se presenta erecto. Ayer nos relataron su leyenda, un hombre al que le faltaba un brazo no fue a la guerra porque no podía arrojar lanzas ni luchar, si que supo embarazar a todas las señoras mientras sus maridos estuvieron ausentes. Cuando los hombres volvieron después de años, encontraron el pueblo bien repoblado. Lo convirtieron en dios.
Si algo llama de verdad la atención es que todos las escenas y jeroglíficos del interior de este templo son altorrelieves de un trabajo y una técnica exquisita, mientras que en las zonas exteriores, como el corredor que bordea el templo, son bajorrelieves, más duraderos. Encontramos las famosas "bombillas" faraónicas, los platillos volantes y el "wifi" Ya sabíamos los números pero fue la primera vez que vimos "el millón", el señor con los brazos en alto.
los números |
La historia del templo no acabó con los ptolomeos, los romanos lo convirtieron en cuartel, la legión II Trajana durmió entre sus muros y después, cuando el emperador Teodosio, en el año 391, decretó como religión verdadera la cristiana, se picaron las imágenes profanas de los dioses y cayó en el olvido. Las piadosas arenas del desierto lo cubrieron, solo quedaron a la vista partes altas del pilono y columnas, por ello se conservó en perfecto estado hasta que en 1.860 un arqueólogo francés, Mariette, empezó a escarbar. Lleva 158 años al descubierto, en este tiempo se ha deteriorado mucho más que durante los 18 siglos anteriores. Cuidemoslo, no va a durar nada si no se protege de la naturaleza y sobre todo de las personas.
para saber más: templo de Horus en Edfú
Volvemos al barco sorteando otra vez el corredor de los vendedores, no son tan agobiantes como leí en algún sitio, tienen que aprovechar las visitas para tratar de ganarse algunas monedas y venden cosas bonitas. Buscamos el 200, mientras, conocemos al jefe de los caleseros, anda por allí controlando servicios y nos pide que le cambiemos a alguno de sus empleados monedas por billetes. El banco no les acepta monedas y a mi me vienen muy bien las de euros y 50 céntimos para dar propinas.
Ha sido una visita de verdad fantástica a pesar de la calesa (no os lo perdáis, es una gran experiencia), del gentío y de que a veces perdía de vista el bastón ankh por lo que también perdía algunas de las estupendas explicaciones del guía.
Son no más de las 10 de la mañana y ya zarpamos destino Kom Ombo, siguiente templo ptolemaico. Dice Walid que todos los españoles lo pronunciamos mal, no se dice Kom-Om-bo, se pronuncia seguido: ko-mom-bo. La culpa la tiene el grafismo escrito, le ponen un guión entre la primera m y la segunda o y la liamos.
Un detalle que ayer nos sorprendió y hoy ya esperamos: cuando llegas a la motonave el personal aguarda en la entrada, ofrecen una copa de limonada fresquita para reponer electrolitos y toallas de algodón humedecidas, para limpiar sudores. Probablemente será habitual en estos cruceros, un gesto que marca diferencia.
Subimos a la terraza a disfrutar de las vistas, la piscina y ese sol que empieza a apretar, hasta después de comer no llegaremos a puerto.
El buffet del día incluye un plato típico que me encantó, el Kushari, una mezcla de pastas italianas con arroz, lentejas, garbanzos, cebolla caramelizada, un poco de salsa de tomate ... y algo de salsita picante por encima. Ummmm ¡riquísimo!. En todas las comidas incluyen algún plato del lugar, mahshi que son calabacines o berenjenas rellenos de arroz y verduras aliñados con especias, falafel, tabuled, pasta de berenjena, hummus, las sopas... Cristóbal y Tere siempre empezaban por aqui, hiciera el calor que hiciera, recuerdo especialmente la de tomates y la de champiñones, aromatizaban la mesa. El buffet, como ya dije en el post anterior, era de faraones. Ensaladas por lo menos 10 fuentes, de todo tipo, verduras plancha, en tempura o guisadas, esto no faltaba nunca, más los guisos de carne de cordero, ternera o pollo, pescados en guiso o rebozados,... imposible quedar con hambre. Además, para los más quisquillosos, el cocinero siempre estaba en una mesa junto a la cocina, preparando en vivo y en directo algún plato especial, desde pizza egipcia a pasta o incluso algún día un pavo enorme con patatas, exquisito. En el desayuno cocinaba tortillas variadas. En la mesa de los postres siempre frutas del tiempo, sandía, melón, plátanos y dátiles frescos mas los dulces, ¡mamma mía! la repostería egipcia es muy buena, utilizan mucho los dátiles y las nueces para preparar postres más elaborados, recuerdo la kunafa, un pastel que parecen hilos de azúcar enrollados o la baklava unos rulitos de pasta filo rellenos de nueces y bañados en almíbar, parecidos a algunos de nuestros pastelitos morunos...
Creo que todos nos hemos venido más pesados de lo que fuimos.
No habia dia que el metre no apareciera al final de la comida a preguntar que tal todo, sabía poco español, pero si lo entendía y contestaba en italiano. Un señor muy atento, sonriente y correcto. Los camareros eran chicos jóvenes, muy guapos, diligentes, pendientes a su jefe y a los comensales. Se ocupaban de servir las bebidas y recoger las mesas.No hay chicas empleadas en el crucero, al menos, no las vimos.
Un pero, los manteles y servilletas de cuadros azules y blancos que no pegaban ni con cola en este comedor.
Otro inciso, los egipcios son guapos, en general. Tienen facciones finas, elegantes y delicadas, ojos oscuros, pelo negro y pieles morenas. Desde los habitantes de el Cairo hasta los nubios de Assuan, esta constante se repite, en chicos y chicas.
Volvemos al barco sorteando otra vez el corredor de los vendedores, no son tan agobiantes como leí en algún sitio, tienen que aprovechar las visitas para tratar de ganarse algunas monedas y venden cosas bonitas. Buscamos el 200, mientras, conocemos al jefe de los caleseros, anda por allí controlando servicios y nos pide que le cambiemos a alguno de sus empleados monedas por billetes. El banco no les acepta monedas y a mi me vienen muy bien las de euros y 50 céntimos para dar propinas.
Ha sido una visita de verdad fantástica a pesar de la calesa (no os lo perdáis, es una gran experiencia), del gentío y de que a veces perdía de vista el bastón ankh por lo que también perdía algunas de las estupendas explicaciones del guía.
la tierra alta y la tierra baja coronando al faraón. |
Son no más de las 10 de la mañana y ya zarpamos destino Kom Ombo, siguiente templo ptolemaico. Dice Walid que todos los españoles lo pronunciamos mal, no se dice Kom-Om-bo, se pronuncia seguido: ko-mom-bo. La culpa la tiene el grafismo escrito, le ponen un guión entre la primera m y la segunda o y la liamos.
Un detalle que ayer nos sorprendió y hoy ya esperamos: cuando llegas a la motonave el personal aguarda en la entrada, ofrecen una copa de limonada fresquita para reponer electrolitos y toallas de algodón humedecidas, para limpiar sudores. Probablemente será habitual en estos cruceros, un gesto que marca diferencia.
Subimos a la terraza a disfrutar de las vistas, la piscina y ese sol que empieza a apretar, hasta después de comer no llegaremos a puerto.
El buffet del día incluye un plato típico que me encantó, el Kushari, una mezcla de pastas italianas con arroz, lentejas, garbanzos, cebolla caramelizada, un poco de salsa de tomate ... y algo de salsita picante por encima. Ummmm ¡riquísimo!. En todas las comidas incluyen algún plato del lugar, mahshi que son calabacines o berenjenas rellenos de arroz y verduras aliñados con especias, falafel, tabuled, pasta de berenjena, hummus, las sopas... Cristóbal y Tere siempre empezaban por aqui, hiciera el calor que hiciera, recuerdo especialmente la de tomates y la de champiñones, aromatizaban la mesa. El buffet, como ya dije en el post anterior, era de faraones. Ensaladas por lo menos 10 fuentes, de todo tipo, verduras plancha, en tempura o guisadas, esto no faltaba nunca, más los guisos de carne de cordero, ternera o pollo, pescados en guiso o rebozados,... imposible quedar con hambre. Además, para los más quisquillosos, el cocinero siempre estaba en una mesa junto a la cocina, preparando en vivo y en directo algún plato especial, desde pizza egipcia a pasta o incluso algún día un pavo enorme con patatas, exquisito. En el desayuno cocinaba tortillas variadas. En la mesa de los postres siempre frutas del tiempo, sandía, melón, plátanos y dátiles frescos mas los dulces, ¡mamma mía! la repostería egipcia es muy buena, utilizan mucho los dátiles y las nueces para preparar postres más elaborados, recuerdo la kunafa, un pastel que parecen hilos de azúcar enrollados o la baklava unos rulitos de pasta filo rellenos de nueces y bañados en almíbar, parecidos a algunos de nuestros pastelitos morunos...
kunafa |
Creo que todos nos hemos venido más pesados de lo que fuimos.
No habia dia que el metre no apareciera al final de la comida a preguntar que tal todo, sabía poco español, pero si lo entendía y contestaba en italiano. Un señor muy atento, sonriente y correcto. Los camareros eran chicos jóvenes, muy guapos, diligentes, pendientes a su jefe y a los comensales. Se ocupaban de servir las bebidas y recoger las mesas.No hay chicas empleadas en el crucero, al menos, no las vimos.
Un pero, los manteles y servilletas de cuadros azules y blancos que no pegaban ni con cola en este comedor.
Otro inciso, los egipcios son guapos, en general. Tienen facciones finas, elegantes y delicadas, ojos oscuros, pelo negro y pieles morenas. Desde los habitantes de el Cairo hasta los nubios de Assuan, esta constante se repite, en chicos y chicas.
Sobre las 3 de la tarde llegamos a Kom Ombo, todos preparados para salir en tropel. Walid aparece vestido con una elegante chilaba blanca de lino. Aquí se llaman galabeyas, se diferencian de la marroquí en que no lleva capucha, son más amplias y disponen de un par de bolsillos interiores bien grandes.
El barco nos deja a los mismos pies del templo. Hace un calor horroroso. No se puede parar al sol. Voy pertrechada con mi gorro y mi botella de agua fresquita, además, me he puesto un vestido de algodón blanco y sandalias, ya no aguanto los tenis, aunque ni por estas.
El nombre Kom Ombo le viene del árabe, colina de oro, en egipcio sería Nubet =ciudad de oro. Por este lugar pasaban las caravanas que se dirigían a Nubia que comerciaban con el oro de las minas del desierto.
Debemos subir otras enormes escaleras para salvar el nivel del Nilo, después, más escaleras, el templo se sitúa sobre una colina. No queda mucho en pie del recinto aunque una vez dentro entiendo porque la insistencia de venir a ver lo que parecen un montón de escombros. Es un santuario de doble dedicación, a Sobek, el dios cocodrilo y a Horus el viejo. Esto no lo comprendo muy bien, creía que solo había un dios Horus, pero no, entre los más de 700 dioses de la mitología egipcia, el Horus de Edfu es un dios más joven que este que nos encontramos ahora. Y lo del dios cocodrilo tampoco lo veo muy claro, se supone que es un animal malo. Lo mismo había muchos por esta parte del río y lo divinizaron a ver si se comía a menos gente.
Kom- Ombo es de época grecorromana,posterior a los ptolomeos, algunos emperadores romanos añadieron elementos al templo, aunque les pillara lejos, Octavio, Trajano, incluso Tiberio tiene su cartucho.
El diseño es simétrico, lado derecho para el cocodrilo, lado izquierdo para el halcón. Dos puertas, dos patios, dos salas hipóstilas y dos santuarios con dos pilones de diorita negra que tocamos para obtener energía ( yo en el lado bueno, el de Horus) y el guarda que llega armando gresca.
La diferencia con el templo de las dinastías anteriores es clara, los relieves son mas detallistas, la anatomia humana mas marcada, el ombligo, las manos con dedos largos, el pecho femenino mas prominente, los peinados muy elaborados y adornados, los vestidos..., todo tiene mas lineas, mas trabajo.
A esta zona solo entraba el faraón, esperaba la revelación de los dioses, más bien simples sacerdotes escondidos en los pasadizos del sótano y haciendo creer al "iluminado" que los dioses le dictaban órdenes.
Montones de relieves, altos y bajos, perfectos, con gran detalle, los dioses purifican al faraón, luego las diosas del alto y el bajo egipto lo coronan, Cleopatra IV , mi diosa favorita la leona Sekhmet, ofrendas a los dioses, Trajano adorando al magnífico arquitecto y médico del faraón Zoser, Imhotep divinizado y comparado con el dios griego de la medicina Asclepio o Esculapio como le llamaban los romanos, instrumentos quirúrgicos, las instrucciones para sentarse en la silla de partos, un calendario de 360+ 5 días: tres estaciones, inundación, siembra y cosecha, 12 meses de 3 semanas y cada semana 10 días, los 5 días restantes de fiesta.
A este lugar llegaban muchos enfermos para ser curados, se apiñaban en las dependencias exteriores, esperando turno para tratamientos impartidos por sacerdotes sanadores que seguro mucho tendrian tambien de magia. En el suelo quedan marcas de juegos, utilizados en las esperas y socavones en las caras de los enemigos, trataban de deshacerse del mal que portaban.
Aprendimos cómo los estudiosos descifraron el primer jeroglífico y como se leía. Dos palabras CLEOPATRA y PTOLOMEO. La P, un cuadrado en la escritura, fue la clave.
En una capilla exterior al templo se pueden ver momias de cocodrilos, pequeños, grandes, medianos, todos negros en la primera sala, mientras que mas adentro los vemos, envueltos en los paños de lino. Por lo visto era habitual la práctica de embalsamar animales, gatos, ibis...., no dejan hacer fotos.
para saber mas:Kom Ombo
Acabamos en Kom Ombo y ponemos rumbo hacia Asuán, última parada. Esta noche cena de gala, ellos lucirán sus candoras y nosotras nuestras preciosas chilabas, la mia prestada por una buena amiga Habiba, que cuando se enteró que necesitaba una me prestó cuatro, a cual más bonita y elegante.
Nos han prometido fiesta con danza del vientre y exhibición de derviche danzante y luego velaremos armas, pues a las 4 am salimos hacia Abu Simbel, eso será otro día.
El barco nos deja a los mismos pies del templo. Hace un calor horroroso. No se puede parar al sol. Voy pertrechada con mi gorro y mi botella de agua fresquita, además, me he puesto un vestido de algodón blanco y sandalias, ya no aguanto los tenis, aunque ni por estas.
El nombre Kom Ombo le viene del árabe, colina de oro, en egipcio sería Nubet =ciudad de oro. Por este lugar pasaban las caravanas que se dirigían a Nubia que comerciaban con el oro de las minas del desierto.
Debemos subir otras enormes escaleras para salvar el nivel del Nilo, después, más escaleras, el templo se sitúa sobre una colina. No queda mucho en pie del recinto aunque una vez dentro entiendo porque la insistencia de venir a ver lo que parecen un montón de escombros. Es un santuario de doble dedicación, a Sobek, el dios cocodrilo y a Horus el viejo. Esto no lo comprendo muy bien, creía que solo había un dios Horus, pero no, entre los más de 700 dioses de la mitología egipcia, el Horus de Edfu es un dios más joven que este que nos encontramos ahora. Y lo del dios cocodrilo tampoco lo veo muy claro, se supone que es un animal malo. Lo mismo había muchos por esta parte del río y lo divinizaron a ver si se comía a menos gente.
Kom- Ombo es de época grecorromana,posterior a los ptolomeos, algunos emperadores romanos añadieron elementos al templo, aunque les pillara lejos, Octavio, Trajano, incluso Tiberio tiene su cartucho.
El diseño es simétrico, lado derecho para el cocodrilo, lado izquierdo para el halcón. Dos puertas, dos patios, dos salas hipóstilas y dos santuarios con dos pilones de diorita negra que tocamos para obtener energía ( yo en el lado bueno, el de Horus) y el guarda que llega armando gresca.
un fonendo |
A esta zona solo entraba el faraón, esperaba la revelación de los dioses, más bien simples sacerdotes escondidos en los pasadizos del sótano y haciendo creer al "iluminado" que los dioses le dictaban órdenes.
Trajano en ofrenda a Inmhotep |
Montones de relieves, altos y bajos, perfectos, con gran detalle, los dioses purifican al faraón, luego las diosas del alto y el bajo egipto lo coronan, Cleopatra IV , mi diosa favorita la leona Sekhmet, ofrendas a los dioses, Trajano adorando al magnífico arquitecto y médico del faraón Zoser, Imhotep divinizado y comparado con el dios griego de la medicina Asclepio o Esculapio como le llamaban los romanos, instrumentos quirúrgicos, las instrucciones para sentarse en la silla de partos, un calendario de 360+ 5 días: tres estaciones, inundación, siembra y cosecha, 12 meses de 3 semanas y cada semana 10 días, los 5 días restantes de fiesta.
A este lugar llegaban muchos enfermos para ser curados, se apiñaban en las dependencias exteriores, esperando turno para tratamientos impartidos por sacerdotes sanadores que seguro mucho tendrian tambien de magia. En el suelo quedan marcas de juegos, utilizados en las esperas y socavones en las caras de los enemigos, trataban de deshacerse del mal que portaban.
Aprendimos cómo los estudiosos descifraron el primer jeroglífico y como se leía. Dos palabras CLEOPATRA y PTOLOMEO. La P, un cuadrado en la escritura, fue la clave.
En una capilla exterior al templo se pueden ver momias de cocodrilos, pequeños, grandes, medianos, todos negros en la primera sala, mientras que mas adentro los vemos, envueltos en los paños de lino. Por lo visto era habitual la práctica de embalsamar animales, gatos, ibis...., no dejan hacer fotos.
para saber mas:Kom Ombo
Acabamos en Kom Ombo y ponemos rumbo hacia Asuán, última parada. Esta noche cena de gala, ellos lucirán sus candoras y nosotras nuestras preciosas chilabas, la mia prestada por una buena amiga Habiba, que cuando se enteró que necesitaba una me prestó cuatro, a cual más bonita y elegante.
Nos han prometido fiesta con danza del vientre y exhibición de derviche danzante y luego velaremos armas, pues a las 4 am salimos hacia Abu Simbel, eso será otro día.
las fotos de Edfu y Kom Ombo:fotos 10.10.18