Estamos en Castilla, empapandonos de arte en la Tierra de Campos palentina, tierra de ovejas y trigo que un día en el medievo, hicieron rica estas villas, tanto que construyeron templos de dimensiones catedralicias, dispusieron de los mejores orfebres,artesanos y artistas para hermosearlos, incluso excavaron el canal de Castilla para exportar mercancías a los puertos del Norte.
Tras el kit-kat de Saldaña, continuamos ruta hacia Santa María la Blanca en Villalcazar de Sirga, solo que cuando llegamos, el guardés ya había echado la llave, así que aplazamos la visita para la siguiente jornada y continuamos hacia Frómista. Aquí lo primero fué llenar las tripas, que ya apretaba el gusanillo. Almorzamos en el asador de la Villa de Frómista, lugar frecuentado por peregrinos, que ofrece sabrosos y abundantes menús a buen precio. Yo me pedí bacalao y es que aunque estemos en el interior, por aqui se come mucho bacalao y saben cocinarlo muy requetebien.
Frómista es una población importante del Camino y cuenta con varios puntos de interés en la ruta del visitante. No es solo San Martín la única joya, aunque si la mas reluciente, en la villa cuentan también con Santa María del Castillo y la iglesia de San Pedro. Pasamos justo por delante de esta última, un edificio de estilo gótico, cuya portada renacentista llama la atención por la similitud que tiene a un arco de triunfo romano y la estructura del palomar típica de iglesias castellanas.
Y llegamos a la joya de la corona. Desde cualquier punto de la plaza de San Martín se puede apreciar la bellísima iglesia de San Martín de Tours, ejemplo donde los haya del románico. Asombra su aspecto pulcro, parece nueva, solo acercándonos se distingue el desgaste de las piedras.
La imagen de las dos torres redondeadas de la fachada principal, los tres ábsides escalonados de la cabecera, dominados por el cimborrio octogonal, la cornisa ajedrezada sujetada por los 315 canecillos, todos distintos, únicos, inimitables....es una estampa que difícilmente se borrará de la retina de quien la contemple. La pureza de sus líneas, la armonía en los volúmenes, la luminosidad, la elegancia más pura, el románico en su máximo esplendor.
El interior es simplemente perfecto. Una planta de cruz latina imbuida en un rectángulo dividido en tres naves, la central más alta. Es sencilla, es serena, es impecable. La bóveda octogonal exterior se convierte dentro en una cúpula que se apoya en "trompas", cada una de ellas con la imagen de un Evangelista.
La decoración del templo es un ejemplo de sobriedad y elegancia, el ajedrezado que acordona el interior y los capiteles con motivos vegetales, animales, humanos, mitológicos o escenas bíblicas, como el de los Reyes Magos por ejemplo. Nos contó el padre Boni que a través de estas viñetas esculpidas y la simbología escondida en los animales sobre la virtud y el pecado, se intentaba enseñar a quien iba a la iglesia la doctrina cristiana.
En cada capitel, en cada columna, en cada arquivolta, en cada canecillo, en cada golpe del cincel hay una intención y un significado, un símbolo que interpretar, sobre el que pensar. Nuestro maestro nos señaló algunos y es entonces, cuando eres consciente de la grandeza del arte y de la historia, de lo poco que conoces y lo mucho que hay por aprender.
Dentro de la iglesia existe una maqueta del estado del edificio antes de la restauración de finales del siglo XIX.
Para saber mas sobre la restauración y el estado actual pinchar en :San Martin de Tours en Frómista
Esta interesantísima visita bien se merecía un café, del que dimos cuenta en la misma plaza de San Martín y de aquí fuimos a conocer el pueblo del padre Bonifacio, Piña de Campos, una villa palentina donde los piñegos a penas son 200 censados aunque los reales quizás no alcancen la centena ni en verano.
La iglesia cuenta con un grupo de feligreses que se encargan de su mantenimiento y restauración. El mismo padre Bonifacio desde su adolescencia pertenece a este grupo que con su trabajo y tesón ha conseguido recuperar piezas de gran valor que podrían haberse perdido como ocurrió con libros, imágenes, cruces, piezas de incalculable valor artístico e histórico tal y como nos comentó.
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En la sacristía, cuyas puertas de madera relucen de lo limpias y pulidas que están, unas vitrinas muestran vestiduras de culto antiguas bastante recuperadas.
Dentro de la misma iglesia, creo que era el antiguo baptisterio, lo han convertido en un pequeño museo parroquial donde exponen piezas de valor retiradas ya del culto, algunas imágenes, un cristo muy antiguo, una Inmaculada, un san Antonio, también cálices, cruces, custodias, crismones, punzones....
Lo que mas me gustó de la iglesia a demás de los retablos y las preciosisimas rejas fue la parte de arriba, el balcón del coro y la sillería con las piñas. También la caja del órgano al que le faltan las bocinas.
Desde luego que en cualquier rincón de esta tierra te puedes sorprender, quien nos iba a decir que en un pequeñísimo pueblo íbamos a encontrar con esta preciosidad.
para saber mas:San Miguel en Piña de Campos
Volvimos a los coches y pusimos rumbo a nuestra última visita de la tarde, Tamara de Campos pueblo declarado en su conjunto como de Interés Cultural. Ya íbamos con el minuto más que justo por lo que nos dirigimos directamente a la iglesia catedralicia de San Hipólito la Real y no pudimos disfrutar del pueblo. Fue bajarme del coche, ver el perfil de la torre de San Hipólito y cruzarme por la cabeza la idea de que me había pasado el dia viajando en el tiempo. Habíamos dejado atrás a los romanos de la despensa de Castilla, a los antiguos cristianos que levantaron sus iglesias románicas palentinas y la perla escondida de Piña para encontrarnos ahora delante de una torre herreriana al mas puro estilo gótico renacentista español.
Otra sorpresa mayúscula en la ruta, el punto y final magistral a un día inolvidable, lleno de arte e historia, de lo mejor que el ser humano es capaz de sacar de si mismo.
Muchas preguntas me venían a la cabeza pero no quería perder el tiempo, quería mirar, aprender, memorizar... luego buscaría las respuestas. ¿Que hacia aquel pedazo de monumento en medio de una llanura perdida de la mano de Dios? ¿por qué se llama San Hipólito? ¿que demonios hacia esa torre herreriana tan parecida a las del Escorial allí pegada? además, ¿con el escudo de los Reyes Católicos?.¿y los adornos mudéjares?¿y el encaje del coro? ¿y ese órgano casi flotante?
Y no es el exterior de la iglesia que es inigualable, lo que al fin y al cabo sorprende más, es el interior, que esconde una verdadera fortuna.
El magnífico coro isabelino con una escalera de caracol digna de un palacio francés, el órgano situado en una plataforma externa al coro sostenido por una columna de madera decorada, el púlpito con alegres adornos mudéjares y sobre todo, la pila bautismal con sus hermosísimas tallas de la vida de Jesús y la reja que la guarda.
Junto a San Hipólito hay una pequeña colina donde se encuentra la antigua ermita y hospital de peregrinos además de unas vistas estupendas.
Para saber mas:San Hipólito el Real
Habíamos quedado con los Labrador a las 7 de la tarde en Herrera de Pisuerga para embarcar en el Marqués de la Ensenada y conocer el canal de Castilla. Tuvimos que salir de Támara a toda prisa, de hecho, llegamos por los pelos y porque nos estaban esperando.
El embarcadero esta situado en un bonito parque donde la gente acude a pasear o hacer deporte y pasar unas horas de relax cuando hace buen tiempo. La tarde comienza a caer en este campestre entorno, embarcamos, la azafata de a bordo nos da la bienvenida y nos cuenta la historia del Canal. Lo mandó construir el Marqués de la Ensenada, ministro del rey Fernando, para transportar cereales de Castilla a los puertos del Norte. Son unos 200km de trazado con forma de Y invertida que unen las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid mediante 49 esclusas para salvar los 150 metros de desnivel debido a la orografía terrestre.
La nave se tambalea por los golpes del agua que nos va subiendo sin querer. El ascensor de agua está en marcha. Cuando el vaso se llena y la esclusa delantera está totalmente abierta, continuamos el paseo por el canal unos minutos más para seguidamente dar la vuelta y volver sobre nuestros pasos. Otra vez en el ascensor de agua. Mientras esperamos que la esclusa se vacíe y bajemos de nivel, el capitán se hace fotos con los peques del grupo. Sofía, la sobrina de los Labrador se coloca la gorra del capi y agarra el timón del barquito. La chiquilla se portó divinamente a pesar de estar rodeada de mayores bastante mayorcitos y no tener a ningún coleguilla para compartir experiencia. El canal tiene varios puntos visitables, en Frómista por ejemplo, se puede ver la esclusa cuadruple. Tambien se puede disfrutar de él a traves de los senderos, o recorrerlo en piragua.
Para mas informacion dejo enlace: http://www.canaldecastilla.org/
Caía la noche cuando llegamos a Villaprovedo, un pequeño pueblo de no más de 70 habitantes en el corazón de la provincia Palentina y residencia familiar de los Labrador.
Una brevísima parada en la iglesia para recoger las llaves nos confirmó de nuevo lo ya aprendido hoy, el cociente arte/habitante en esta región es totalmente desproporcionado. Una verdadera oportunidad para quien sepa aprovecharla en estas zonas con tantísima belleza natural y patrimonial donde la despoblación y el envejecimiento han acampado a sus anchas por falta de soluciones productivas, sobre todo la crisis del campo.
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El templo esta situado en una hondonada en las afueras del pueblo, afueras porque hay unas 20 casas, no mas, y te sales sin querer. Lo de la hondonada trajo un sin fin de comentarios jocosos como era de esperar por su situación "mas cercana" al infierno.
Ya sabíamos, dentro encontraríamos alguna sorpresa, como así fue, el retablo de influencia y factura probablemente flamenca, sin duda, de gran valor para los entendidos en arte, como bien hizo en señalarnos Boni.
Una brevísima parada en la iglesia para recoger las llaves nos confirmó de nuevo lo ya aprendido hoy, el cociente arte/habitante en esta región es totalmente desproporcionado. Una verdadera oportunidad para quien sepa aprovecharla en estas zonas con tantísima belleza natural y patrimonial donde la despoblación y el envejecimiento han acampado a sus anchas por falta de soluciones productivas, sobre todo la crisis del campo.
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El templo esta situado en una hondonada en las afueras del pueblo, afueras porque hay unas 20 casas, no mas, y te sales sin querer. Lo de la hondonada trajo un sin fin de comentarios jocosos como era de esperar por su situación "mas cercana" al infierno.
Ya sabíamos, dentro encontraríamos alguna sorpresa, como así fue, el retablo de influencia y factura probablemente flamenca, sin duda, de gran valor para los entendidos en arte, como bien hizo en señalarnos Boni.
En casa nos esperaban el resto de los Labrador con el patriarca al frente. Disfrutamos de una estupenda velada palentina que el clima supo respetar dejando las frescas temperaturas nocturnas locales para otras jornadas y dimos cuenta de una magnífica cena preparada por el padre Esteban, a quien no le conocía yo esas artes, a base de deliciosas pancetas, salchichas, chorizos, morcillas, chuletas de lechazo.... y para rematar por si alguien se hubiese quedado con hambre, tarta helada, almendrados de las dominicas de Palencia y Raquelitos de San Andrés del Arroyo.
Debo agradecer a todos nuestros anfitriones el magnífico día que disfrutamos, su compañía, el cariño que nos mostraron y la atención y amabilidad con la que nos trataron durante aquellos días que hicieron nuestra estancia en tierras palentinas una experiencia inolvidable.
Debo agradecer a todos nuestros anfitriones el magnífico día que disfrutamos, su compañía, el cariño que nos mostraron y la atención y amabilidad con la que nos trataron durante aquellos días que hicieron nuestra estancia en tierras palentinas una experiencia inolvidable.
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