lunes, 31 de julio de 2017

Hacia Cáceres por Merida y algo mas.- dia 1

Último día de julio, calor terral semisoportable gracias a los acondicionados aires que me impiden asomar la nariz más allá del patio de mi casa. Atrincherada frente al ventilador y refugiada en mi hamaca caigo en la cuenta de que no he subido nada al blog sobre la ruta que hicimos hace unas seis semanas, durante las fiestas de San Antonio, a la monumental ciudad de Cáceres, por lo que me dispongo con cierta desidia a dejar testimonio de lo allí acontecido.
Fue acabando el inolvidable periplo por Chipre y Grecia, cuando acordamos organizar en próximas fechas visita a tierras palentinas, cuna de algunos de nuestros líderes de peregrinatio,  aunque al ser territorios tan lejanos al lugar de residencia del grupo, se decidió emplazarlo para final de agosto y ocupar el puente del Santo Antonio en visitar la ciudad de Cáceres,  patrimonio de la humanidad desde 1986, así que hacia allí nos dirigimos por la vía de la Plata en nuestros propios vehículos y con las reservas de hotel en el bolsillo realizadas por internet un mes antes.

La primera parada fue para almorzar en Jerez de la Frontera. Venta Esteban ya es habitual en nuestra ruta, incluso nos acomodaron en la misma mesa que la vez anterior. Magnifico servicio y magnificas viandas que nos dieron fuerza para continuar camino por una carretera cada vez mas calurosa. Los veintitatos grados esperados para estos días casi se duplicaron y llegando a Sevilla los termómetros marcaban los 40º que nos acompañarían durante todo el puente.

Santa Olalla de Cala fue el lugar designado para un alto logístico a la vez que cultural. Subimos a su castillo, una fortaleza mandada construir a finales del siglo XIII por el rey Sancho IV en plena sierra de Aracena para defender el reino de Sevilla. A pesar de ser una magnifica construcción cristiana, con altas torres rectangulares y circulares alternas, ciertos elementos arquitectónicos en ventanas y torretas le dan un aire árabe al conjunto que esta muy bien conservado. Quizás este estilo almohade se lo deba a sus mismos constructores ya que aquestos territorios acaban de ser reconsquistados y la mayor parte de sus habitantes que participarían en su edificación serían  de cultura musulmana.

castillo de Sta. Olalla de Cala


La ermita de la santa se encuentra a los pies del castillo aunque esta cerrada, al igual que este, totalmente normal, son, no mas de las 5 de la tarde y hace un calor asfixiante. Nos bajamos a la plaza del pueblo a tomar cafelete y agua, mucha agua.
Continuamos ruta hacia Mérida, Muy Noble, Antigua, Grande y Leal Ciudad de Mérida. Emerita Augusta, capital de la Lusitania, una de las tres provincias romanas en la que se encontraba dividida Hispania en tiempos de Augusto, su fundador. Tenemos parada y fonda en su parador de turismo.

"Sobre el antiguo pretorio romano, junto al arco de Trajano, un convento barroco sorprende por su blanca sencillez. El parador de Mérida, uno de los primeros de la Red se instaló allí por la importancia turística de la ciudad y por su milenario pasado visible en los distintos rincones del edificio." http://www.parador.es/sites/default/files/parador/adjuntos/2015/12/merida.pdf


El antiguo convento se construyó en 1725 con la intención de ser convento hospital administrado por los hermanos de la Orden Hospitalaria de Jesús Nazareno.
Nada mas cruzar su puerta de acceso, enmarcada por sendas pilastras bajo un  frontón triangular encastrado en una fachada blanca, lisa, limpia, de abrumadora sencillez, entramos a un recibidor que da paso a la antigua capilla, reconducida en salón de lectura de ambiente recogido.
capilla del Parador

Llegamos a la recepción donde nos distribuyen los alojamientos y desde donde, en mi infinita curiosidad, accedo a un claustro rodeado por columnas que soportan inscripciones en caligrafía árabe. Me acomodo en una de las mesas que ambientan este singular espacio y pienso en los antiguos edificios de los que formarían parte estas veteranas columnas. Probablemente primero fueran parte del foro provincial romano, lugar donde nos encontramos, luego llegarían los visigodos y posteriormente los árabes y ellas seguirían formando parte de algún edificio reconstruido para finalizar en el claustro del hospital. ¡Si las piedras hablaran!
Claustro en el parador de Mérida


Nos vamos volando a visitar Mérida, la romana, la primera. El parador está magníficamente situado en una plaza peatonal en pleno centro histórico, muy cerca la plaza de España, también de la concatedral de Santa María, de aquí, cruzando por el Arco de Trajano, a la Alcazaba y su morería,  la loba capitolina y por fin el puente romano de Mérida.
arco de Trajano

Tomamos esta dirección a fin de apreciar vistas antes de que el sol se oculte y no podamos contemplar la belleza de sus piedras milenarias. Son 63 arcos construidos con sillares de granito redondeados sobre hormigón romano que cruzan el rio Guadiana, primitivo nombre Anas, renombrado por los árabes como Guad-anas.
Puente Romano




















Es el puente mas largo de la antigüedad según presumen los emeritenses y debe ser verdad pues son unos 790 m cuya construcción data del s.I, se levantó a la vez que se fundó la ciudad.
A lo largo de los siglos ha sufrido diversas remodelaciones para mantener su estructura en perfecto estado debido a la importancia que tenia en las comunicaciones terrestres. 
De aquí subimos paseando hacia el teatro y anfiteatros romanos que visitaremos mañana, conociendo y mimetizándonos con esta bellísima ciudad patrimonio de la humanidad desde el 93, el mayor conjunto de restos romanos de la Península Ibérica. 
 A la vuelta de una esquina nos encontramos de bruces con El Templo de Diana, resguardado en una ambientada plaza peatonal y muy bien iluminado a estas horas de la noche, templo dedicado en realidad a la divinidad imperial y muy bien conservado al servirle de armazón durante siglos al palacio renacentista de los condes de los Corbos.
templo de Diana

Unos pasos mas adelante, en el Pórtico del Foro, están acabando de representar alguna obra un grupo de chavales, mientras turistas y foráneos contemplamos embelesados tan magnifico escenario...
Pórtico del Foro
Por fin alcanzamos la calle que desemboca en el teatro romano y donde se encuentra el museo arqueológico, visitas que por lo avanzado del día, debemos dejar para la jornada siguiente. 
Decidimos buscar un lugar donde poder degustar las ricas viandas extremeñas, Mari Jose trae una botella de vino rumano adquirida hace mas de un año durante aquella magnifica peregrinación en tierra de los dacios y que prometimos compartir en algún momento, ha llegado la hora y es en un coqueto restaurante "casa Nano" escondido entre las múltiples callejuelas que rodean la plaza de España donde nos disponemos a compartir un magnifica cena en la mejor compañía, los peregrinos agustinos.

El dueño del local y su hijo nos ofrecen un servicio excelente, una cocina y un jamón inmejorable y no tienen ningún inconveniente en servir nuestro vino rumano en el momento preciso, junto con la magnifica carne de la región tras una opípara cena que acabó con una copa en el Maruja Limón, bar de copas situado en la plaza de la constitución, delante del parador de Mérida.
Estupenda jornada para comenzar un puente de San Antonio cultural y gastronómico.